Por Andrés Timoteo
ES Y NO ES
Muchos se han ido con la finta de que una vez ungida como la precandidata oficial de Morena, Claudia Sheinbaum está tomando decisiones y colocando a “su gente” en sitios claves para la contienda que viene. Y hasta aventuran que ella es ahora la gran decisora y una suerte de mandataria paralela al actual que despacha en palacio nacional.
Así sería si el priismo estuviera vigente. Pero no, el que está en el poder es un personaje tan megalómano y enamorado del trono que jamás permitiría que le arrebataran el papel de gran elector y gran decisor.
Lo de Claudia Sheinbaum tomando decisiones y repartiendo encomiendas es una mera percepción creada artificialmente. El bastón de mando que le entregó el presidente Andrés Manuel López Obrador fue solo para barnizar el ‘dedazo’ que dio a su favor usando la tradición indígena como mera utilería.
Pero hubo quienes cayeron en el garlito de que Sheinbaum es dueña de las decisiones. Ni en suelos. En Morena nada se mueve ni se moverá si no lo aprueba el tabasqueño. Tampoco nadie asumirá nada si él no lo avala.
Prueba de ello es que el coordinador de la campaña será el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, es decir el mismo López Obrador pues el tabasqueño solo obedece al otro tabasqueño.
¿Alguien cree que López Hernández atenderá lo que le instruya Sheinbaum? Solo los ilusos. Vaya, solo hay que divagar un poco: sí Sheinbaum ahora es todopoderosa, ¿por qué no nombró a Cuitláhuac García como su coordinador? Tanto que el jalapeño difundió gacetillas de que la exregenta los designaría para llevarle la campaña. Risas.
Hay que reflexionar un poco, más allá de ‘show’ del bastón de mando. La designación de Adán Augusto López Hernández para coordinar las actividades proselitistas suena ilógica desde el punto de vista operacional. Ningún estratega serio lo recomendaría luego de que López Hernández ni siquiera pudo alzar su propia campaña en la contienda interna -quedó en cuarto lugar-. Entonces, ¿cómo hará para elevar la ajena?
No, su nombramiento es porque será la correa de transmisión de lo que ordene López Obrador. Solo así se explica que designen a un perdedor como el responsable de conducir la futura campaña electoral.
Por su lado, la designación de Ricardo Monreal en otra coordinación inventada -sin importancia, pues – tampoco fue decisión de la ‘corcholata’ seleccionada sino del mismo López Obrador porque necesita al zacatecano en el proyecto sucesorio. Los 5 o 6 puntos que Monreal sacó en las encuestas son valiosos porque Morena y el lopezobradorismo no tendrán fácil la elección del 2024.
Todos los puntos les son buenos ya que la contienda se antoja cerrada con la senadora hidalguense, Xóchitl Gálvez y cada punto porcentual sería la diferencia ganadora. A pesar de estar apaleado, Monreal todavía le puede hacer daño al proyecto morenista, no solo por esos 5 puntos sino por su experticia en la operación electoral.
¿Se imaginan a Monreal aliándose de última hora con Marcelo Ebrard para abandonar Morena y haciendo contracampaña contra Sheinbaum? Fácilmente le quitarían unos 25 a 30 puntos en la intención del voto. Y, ojo, aunque ninguno logre ser candidato presidencial de otro partido, bastaría que lo hagan por simple revancha.
En resumen, es Claudia la candidata, pero no es la dueña de su proyecto ni de las decisiones. Solo es la fachada que encubre al verdadero competidor en el 2024.
¿CUÁL ATRAE MÁS?
Cuando ya están definidas las dos candidatas que se disputarán el 2024, ambas maquilaron ya algunas frases para atraer al electorado. Es sabido en el ‘marketing’ electoral que los lemas cortos y pegajosos son necesarios para comunicar la intención principal del aspirante a un cargo de elección popular.
La morenista Sheinbaum promete “ponerle el segundo piso a la transformación” y “un cambio con continuidad”. La primera frase la entienden solo los habitantes de la Ciudad de México porque hace años, cuando Sheinbaum era funcionaria del gobierno capitalino en turno que encabeza López Obrador se construyeron los segundos pisos en algunas avenidas capitalinas.
En el resto del país no se capta el mensaje de tal arenga sino se acompaña con la debida explicación. Y la segunda es una contradicción pues nunca puede haber cambio y continuidad a la vez. Pero bueno, todo se vale en la guerra electoral hasta las consignas para los distraídos.
La panista Gálvez tiene también dos eslóganes ya pronunciados. Uno, “la esperanza ya cambió de manos, ahora la está con nosotros” y la otra que llama su ‘regla de oro’: “En mi gobierno no habrá ni huevones ni rateros ni pendejos”.
¿Cuál de esas cuatro frases es más atractiva?, ¿Cuál cautiva más?, ¿Cuál es la que enamorará a los electores indecisos, algunos decepcionados de los políticos convencionales y otros tantos que se siente traicionados por el gobierno que prometió ser diferente?
EL CHANGO-VOCERO
Otra contradicción en el equipo claudista: se nombró al petista Gerardo Fernández Noroña como vocero y enlace con ¡las organizaciones civiles! ¿Qué opinarán las agrupaciones feministas?, ¿responderán a una convocatoria de este individuo que fue sancionado por violencia de género?
En el 2021, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declararon al diputado federal culpable de ejercer violencia política de género en contra de su homologa panista Adriana Dávila a quien tundió con ofensas y señalamientos de estar coludida con organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas.
Por miedo a ser incluido en el catalogo de violentadores de mujeres y quedar vetado de candidaturas venideras, Fernández Noroña ofreció una disculpa pública a Dávila Fernández en enero de aquel año, pero aclaró que lo hizo por mandato judicial no porque estuviera arrepentido de sus dichos.
Ese, el famoso ‘Changoleón’, será el vocero de Sheinbaum. ¡Qué se cuiden las mujeres y también los que tienen el hábito de bañarse! Si no los tunde con violencia verbal, lo hará con el aroma que despide.
*Envoyé depuis Paris, France.