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TEXTO IRREVERENTE

Ayer comenzó el Festival de Cine San Sebastián 2023 y más allá de los premios que se repartirán y el desfile de celebridades hay una polémica que empapa desde ahora a la opinión pública española por la inclusión del documental...

Por Andrés Timoteo

OÍR A ESOS

Ayer comenzó el Festival de Cine San Sebastián 2023 y más allá de los premios que se repartirán y el desfile de celebridades hay una polémica que empapa desde ahora a la opinión pública española por la inclusión del documental “No me llamen Ternera” basado en una entrevista a José Antonio Urrutikoetxea, uno de los jefes de la organización terrorista ETA.


Al líder etarra le apodan Josu Ternera, de ahí el nombre del filme realizado por el periodista Jordi Évole cuya aceptación en este festival cinematográfico, uno de los más importantes del Europa, causa molestia entre los sobrevivientes de los atentados terroristas de los años setenta y ochenta.

Ternera estuvo 17 años prófugo, fue detenido en Francia a mediados del 2019 y desde entonces está sujeto en un proceso judicial para su extradición a España que ya lleva cuatro años. La Fiscalía de la Audiencia Nacional -lo que en México sería la FGR- pide para él una pena de 2 mil 700 años de cárcel.

Pues bien, el documental ha sido señalado por las víctimas sobrevivientes del terrorismo vasco como es una maniobra para “blanquear” la imagen del criminal que asesinó a decenas de personas, incluyendo infantes. De hecho, la principal acusación es su contra es por el atentado del 14 de diciembre de 1987 en Zaragoza que mató a 11 personas, seis de ellas niños.

Los que se dicen agraviados por la cinta no solo exigieron a los organizadores del festival retirarla sino que pidieron a la Audiencia Nacional que la viera antes de ser exhibida para determinar si hace apología de los capos terroristas e iniciar una solicitud formal para excluirla.

Y el lector se preguntara: ¿ese sainete al otro lado del mundo qué tiene que ver con México o con Veracruz? Mucho y profundo porque España padeció las masacres terroristas hace 50 años como México y Veracruz ahora mismo padecen las matanzas del narcoterrorismo. El filme del entredicho plasma esa etapa atroz en la historia española y ofrece una tribuna a la otra parte, la de los perpetradores, para que dé su versión.

¿Es apología? Pregunta difícil pues lo que se responda no dejará satisfechos a todos, pero en el contexto de la documentación histórica de los periodos de terror es obligatorio escuchar a los “malos”. Solo así se podrá entender lo sucedido y construir la memoria colectiva.

“Hay que nombrar lo innombrable y oír lo inaudible”, decía el obispo sudafricano Desmond Tutu que presidió la Comisión para la Verdad y la Reconciliación por los crímenes de lesa humanidad del Apartheid, la segregación racial que fue el sistema de gobierno durante 70 años en Sudáfrica.

Hasta ahora, el proceso de reconciliación en aquel país subsahariano es el único en el mundo que ha resultado exitoso en cuanto a restañar las heridas de toda una nación y lograr -ojo porque se alcanzó la utopía – el perdón social entre víctimas y victimarios.

Aunque hablar del continente negro suena todavía más lejano que España, algún día México tendrá que llegar a esa etapa de documentar el terror y se deberá hablar con las dos partes, los buenos y los malos.

Una polémica parecida a la que ahora hay con “No me llamen Ternera” ya se dio en México en el 2010 cuando apareció en la revista Proceso la entrevista que el fallecido Julio Scherer hizo al capo fundador del Cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada en su “guarida” de la serranía sinaloense.

Muchos lo satanizaron por darle voz a un criminal, pero Scherer solo cumplió con su deber reporteril. “Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos”, escribió en su libro “Vivir” (2012), y con aquella entrevista al narcotraficante a su manera y en su contexto hizo lo que Monseñor Tutu recomendaba: oír a esos que no se quiere oír.

SON LAS MISMAS

La cinta de San Sebastián la realizó otro periodista y por tanto tiene el rigor que le da credibilidad, de ahí el ámpula que provocó. Ante el reclamo, el director del festival José Luis Rebordinos difundió una carta en la que negó la petición de censura argumentando que “la no ficción que ahora nos ocupa ni justifica ni blanquea a ETA”.

Resaltó que en esta 71 edición del festival cinematográfico se transmitirá otro documental que en su momento también fue polémico, se llama “Pinochet y sus tres generales” de producción francesa pero dirigido y realizado por el español José María Berzosa, exiliado en el país galo durante la dictadura franquista, que ya fue exhibido en la edición del 2004.

Su proyección en los siguientes días es porque en este septiembre se cumplieron 50 años del Golpe de Estado en Chile que dio paso a la dictadura militar. Entonces, “se confirma que dar voz no es ni mucho menos dar la razón”, agregó. Una posición tan certera como controversial.

En “Pinochet et ses trois généraux” -su título en francés- está otro tópico que tiene que ver con México. El documental está basado en la serie de entrevistas que Berzosa hizo en su viaje a Chile en 1976, tres años después del arribo de los militares al poder, y que no se limitaron a los jefes castrenses más importantes del régimen sino que también dieron voz a las mujeres que buscaban a sus familiares desaparecidos por la dictadura.

Es asombroso el parecido de aquellas madres, esposas, hijas y hermanas buscadoras con las que ahora deambulan por todos los rincones de México y Veracruz tratando de hallar a sus seres queridos víctimas de desaparición forzosa cometida por el crimen organizado.

Sus rostros con el miedo y la incertidumbre marcados, sus lágrimas, su cansancio, sus penurias económicas, sus esperanzas sofocadas y su resistencia son los mismos que los que hoy se ven en las mujeres mexicanas que pasan los días excavando la tierra. Esas buscadoras en Chile hace medio siglo son las mismas en México hoy.

Ah y otra chocante y aparente dispar comparación, Pinochet decía que las denuncias sobre los desaparecidos eran “propaganda” y “un espectáculo” contra el gobierno y ahora en México con el lopezobradorismo en el poder se dice algo parecido, les llaman “politiquería” y “complot”. El documental está el siguiente enlace: http://y2u.be/xrTwPieVdhw

*Envoyé depuis Paris, France.