Por Andrés Timoteo
ABSURDOS
No es un ‘ranking’ ni un listado cronológico ni mucho menos un resumen del año. Tampoco se trata de asuntos que sean impresionantes.
Es más, algunos son hasta mediocres, pero lo son tanto que vale la pena divertirse contándolos estos últimos días del año. Son parte de los absurdos del 2023.
Absurdo 1. ¡No reaccionen, revolucionen! Proliferaron en las redes sociales videos de ‘youtubers’ cubanos y venezolanos reaccionando sobre México y otros países.
Los que logran salir de la isla o del país sudamericano documentan en video todo, desde subirse al avión hasta visitar por vez primera un supermercado, un OXXO, una farmacia o un tianguis callejero.
Se jactan de que están viviendo el capitalismo.
Otros no lo hacen personalmente, pero sí con videos hechos por terceros y pregonan, algunos derramando lágrimas, de que están reaccionando a los mismos.
Vaya que sus próceres que derramaron sangre por la libertad deben estar retorciéndose en sus tumbas porque sus descendientes solo hacen eso: comentar videos en lugar de liberarse de los dictadores.
Estos “comunistas” de la web deben aprender de su pasado. No hagan reacción si no la revolución.
Desde una computadora y las redes sociales no se cambia un país ni se derrota a los tiranos.
Dejen el móvil y honren a sus libertarios de ayer.
Hoy ustedes dan pena ajena.
Absurdo 2. ¿Y quién es ese? Nota divulgada en un manojo de portales digitales: “Memo Herrada se baja de ser candidato” Oh desolación total, aunque esos sitios web pecaron contra una de las reglas básicas de la información periodística que es decirle a los lectores quién es ese señor.
¿A qué se dedica y qué ha hecho destacable? Sí, localmente se trata de alguien llamado Guillermo Herrada Jiménez, un excandidato a la alcaldía de Medellín de Bravo que se la pasa pagando gacetillas para que lo promocionen.
Ahora sí que el localismo empobrecedor estuvo más pobre que nunca en este 2023. Risas.
A LA RORRO NIÑO
Absurdo 3. ¡Arrullaron al Niño! En la Posada organizada en el congreso local se vio a la terrablanquense Margarita Corro y al huayapeño Juan Gómez portando velas encendidas y entonando las letanías a la Peregrina Agraciada.
Los dos diputados también arrullaron al Niño Dios y luego lo acostaron en el pesebre.
Por el par de padrinos que le endilgaron seguramente Jesús Niño dijo desde las alturas: ¡No manchen que no es chilorio ni champurrado de velorio!
El padrino no se sacude la sospecha sobre el asesinato del periodista Cándido Ríos en el 2017 y a la madrina le mataron en el 2020 a su compadre, un capo de la Cuenca del Papaloapan.
El infante de Belén estaba mejor al lado del buey y la mula del nacimiento original.
¿Se acuerdan cuando el innombrable le iba a cantar serenata a la Virgen de la Candelaria, también vela en mano, o de Javier Duarte comulgando en misa?
Pues tal cual. Es un insulto hasta para los que creen en el perdón.
Absurdo 4. La cara de siempre. En periodismo siempre es difícil hacer una editorial breve y potente.
Pocos tienen esa habilidad.
En octubre, el periodista Rodrigo Barranco hizo un pie de foto editorializado de cuando en Veracruz el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó un reconocimiento al exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos.
“Crescencio riendo, Cienfuegos retador, AMLO sumiso y al fondo Cuitláhuac sin comprender nada”.
La editorial completa en una línea. Y si ven la foto -está en las redes sociales – se retorcerán a carcajadas al ver el rostro de García Jiménez.
Su gesto lo dice todo y galvaniza la última dilucidación: como siempre, Cuitláhuac no entiende nada. Ah y esto no es una crítica sino un reconocimiento al editorialista. Los absurdos son los del retrato.
NO ES INDIA...
Absurdo 5. La zacatecana vengativa. El alcalde de Jalapa Ricardo Ahued se gastó casi 3 millones de pesos en una auditoria a su antecesor, Hipólito Rodríguez, al que le interpondrá denuncias panales.
Lo que no dijo es que no lo hace en el afán de justicia ni la reparación del daño financiero si no para cumplir con la instrucción de la zacatecana Rocío Nahle.
A Rodríguez lo quieren meter a prisión porque en mayo desveló que el fraude por la sustitución de luminarias en la capital del estado fue un negocio de la entonces secretaría de Energía que costó 61 millones de pesos a la tesorería municipal.
No es indio el que no se venga -de vengarse- y siete meses tarde, pero la zacatecana va por el desquite.
*Envoyé depuis Paris, France.