Por Andrés Timoteo

BANALIZADORES

En las resonancias del debate dominical se destaca -esta vez sí- el OPLE sobre todo en las preguntas planteadas a los participantes que incluyeron temas verdaderamente espinosos.

La formulación de las preguntas fue excelente en su estructura y argumentación.

Ahora sí pareció que surgieron de la ciudadanía y no de burócratas que obedecen a sesgos partidistas.

Eso, en un órgano oficial y desde el ámbito de la comunicación política, es algo novedoso y plausible.

Destacable también el desempeño de los moderadores, Mitzi Cordero y Javier Solórzano quienes hicieron e insistieron en esos cuestionamientos.

Lo malo es que Rocío Nahle y José Yunes trivializaron los tópicos y si acaso los abordaron por obligación y de manera somera.

Esto es reprobable porque se trata de tremendos flagelos: feminicidios, desapariciones forzadas, agresiones a periodistas y otras violaciones de derechos humanos.

Ninguno llevó hasta esa tribuna la voz de las víctimas ni hizo un compromiso puntual para atender la tragedia.

Un ejemplo, Yunes prometió la continuidad de la desprestigiada Comisión de Protección -risas- a Periodistas cuando lo que debería hacer es someterla a una auditoria financiera y operativa, y, en el mejor de los casos, desaparecerla.

Ya es tiempo que maten a ese 'elefante blanco' creado en el duartismo que solo engulle dinero, pero no sirve de nada.

Ni representa a los periodistas ni defiende a las víctimas del gremio, solo es un 'modus vivendi' para los aprovechados de la tragedia ajena.

Además provoca risa la ingenuidad del peroteño sobre esa paquidérmica comisión, ¿no sabrá que su presidente es uno de los principales voceros de la zacatecana y, a la vez, uno de sus más feroces detractores?

No es ingenuidad, opinan algunos, es marasmo.

Por su lado, la morenista Nahle indigna al prometer que respetará la libertades de expresión y prensa cuando son famosos sus desplantes, desdén y hasta agresiones contra compañeros reporteros, fotógrafos y camarógrafos.

Ha ordenado dejarlos afuera de sus reuniones mandando a sus guaruras a servir de celadores para zarandear a quien pretenda 'colarse'.

Lo cumplió la semana pasada en Córdoba cuando sus guardaespaldas golpearon a un periodista que intentó entrevistarla.

También les manotea a los periodistas si logran abordarla. Entonces, ¿cuál respeto a los comunicadores?

Ni Nahle ni Yunes ofrecen nada para la comunidad reporteril.

Lo peor, tampoco asumen el compromiso de allegar justicia a los 37 periodistas asesinados cuyos casos siguen impunes ni a los diez desaparecidos.

No los banalizaron sino que ni siquiera los mencionaron como si nunca hubieran existido.

REPELEN A BUSCADORAS

Misma trivialización dieron a las madres buscadoras de desaparecidos. Ni Yunes ni Nahle se han comprometido con su causa y en el debate las obviaron a pesar de que representan una llaga dolorosa en el tejido social que están obligados atender con prioridad.

Las mismas activistas han pedido reunirse con ellos, pero las han ignorado.

¿Pues para qué y para quiénes pretende gobernar esos dos desidiosos?

Ayer mismo ambos dieron otra muestra de su desidia frente esos temas tan delicados y urgentes al no asistir al Diálogo por la Paz convocado por diferentes organizaciones civiles.

A las madres, Yunes les dio el 'avionazo' y evade un posible encuentro con ellas.

¿Cómo es posible que acuda gustoso a las comilonas de impresentables como los de la Alianza (De)Generacional y Vía(gra) Veracruzana tan llenos de pillerías, y no acepte reunirse con las madres de los desaparecidos?

Eso es desfachatez.

or su lado, Nahle las condicionó a "recibirlas" -como diciendo que les hará el favor- después del 2 de junio.

Esa una respuesta es tramposa pues la zacatecana evitar abordar un tema del que se aprovechó el actual gobernante Cuitláhuac García en las elecciones del 2018 y así se rehúsa a fijar un posicionamiento sobre la tragedia despreciada y hasta tolerada por la "cuarta transformación".

Todo lo traslada después de los comicios que si los pierde se sacudirá el brete.

A la indolente morenista solo le faltó reciclar la excusa burlona que en su momento usó el fiscal yunista Eduardo Coronel, "¿cuál es la prisa si están desaparecidos?", cuando le pedían atender a las madres buscadoras.

Para la zacatecana los desaparecidos deben esperarse hasta el 3 de junio.

Ah, y es una excusa fútil eso de que no se reúnen con las buscadoras para no politizar o partidizar la causa.

Falso, eso queda superado con la misma petición de ellas para un encuentro porque la decisión gubernamental de buscar a los ausentes es obviamente política.

Esas madres necesitan ser escuchadas por los que encabezarán la autoridad.

Necesitan que ellos conozcan sus casos de viva voz, no meras cifras ni reportes de terceros.

No, es necesario sentarse con ellas a oírlas, no importa el tiempo ocupado ni el lugar y aquí sale sobrando el protocolo flemático y la burocracia.

Los candidatos deben conocer de primera fuente ese desastre humanitario con el que tendrán que lidiar ya siendo gobernantes.

Pero Nahle y Yunes se niegan a eso.

Valen 'una pura y dos con sal'.

*Envoyé depuis Paris, France.