Por Andrés Timoteo
BURÓCRATAS DEL VOTO
Si las campañas electorales de los candidatos al senado están insípida, las de los que contienden por una diputación federal son lastimeras.
De los 57 postulados de todos los partidos y coaliciones en los 19 distritos electorales, más los que buscan el escaño plurinominal, no se hace uno solo en cuestión de propuestas para legislar, fiscalizar recursos y ser contrapeso de los poderes.
No hay uno solo que se salve. Basta revisar sus boletines, ver sus mítines y escuchar sus discursos para comprobarlo.
Para los nuevos que participan no hay excusa porque se supone que son 'rostros nuevos' y, por ende, deberían enarbolar ofertas e interacciones frescas, pero no lo hacen.
Siguen el mismo esquema de antaño: prometer y prometer no importa que sean utopías o mentiras totales.
También recurren a las anquilosadas gacetillas, o sea esos embustes y auto-halagos que disfrazan de 'notas' informativas o comentarios en los espacios de opinión.
No pasan de allí.
Y no son creativos ni porque ahora tienen a su disposición herramientas poderosas como las redes sociales con su inmediatez y la inteligencia artificial.
Ellos echan mano de las técnicas publicitarias y discursivas de los años ochenta y noventa, pero no tienen justificación ni siquiera por ser jóvenes o primerizos.
Tampoco los que están repitiendo campaña ya sea para brincar de un escaño local al federal o viceversa, o los que buscan reelegirse.
Por ejemplo, la panista Josefina Gamboa está haciendo las mismas propuestas que hizo hace ocho años, en el 2015 cuando contendió por una diputación estatal.
Y dice lo mismo que en el 2018 cuando buscó la reelección en el congreso local.
¡Y ahora repite la misma cantaleta del 2021 cuando saltó a San Lazaro!
No es la única, la comapeña Rosa Hernández quien también busca reelegirse en la diputación federa, abanderada por Morena, está reciclando cada discurso y promesas del 2021 cuando hizo campaña la primera vez.
Palabra por palabra, no le modificó ni una coma a su verborrea. Más holgazanería no es posible.
Otro de los colmos es el también morenista Humberto Pérez Bernabé quien ya va por su tercera reelección y dice exactamente lo que expuso en el 2018 y el 2021 a los del distrito de Papantla: que enarbolará los temas de justicia social para los indígenas, que gestionará proyectos para sacarlos de la pobreza, que garantizará presupuestos para construir hospitales, escuelas, carreteras, puentes y hasta para financiar las mayordomías en las fiestas patronales.
Lleva seis años sentado en la silla parlamentaria bajo la cuota para los indígenas y no ha presentado una sola propuesta de ley a favor de los totonacas.
Ya no se diga una sola gestión para obra pública.
Eso si, ya tiene dos ranchos, un hato que es la envidia de los ganaderos de la región y propiedades en varios puntos de la entidad.
Lo clásico en los morenistas, el enriquecimiento súbito.
Hay otros candidatos, como el priista Américo Zúñiga que contiende por Jalapa, y el cual piensa que todavía está vigente la fidelidad y el duartismo pues todo su discurso es idéntico al que se pregonaba hace quince años.
Y además tiene una cantaleta al hablar de político de los años setenta, peor que la del candidato a la gubernatura, José Yunes.
Oírlo hablar es hacer un viaje a través del tiempo, pero en reversa.
Ah y el candidato panista al senado, Miguel Yunes hijo, hasta tiene un cintillo públicitario que reza: "Él sí sabe gobernar".
¡Pero este señor busca dedicarse a legislar no ser mandatario! Son tan descuidados que hasta reciclaron la propaganda del 2018.
No le invierten inteligencia, más que dinero, a la narrativa electoral, todo lo lanzan al garete y 'refriteando' lo del pasado reciente.
Eso ya es chunga con tanta flojera y falta de seriedad.
En todos ellos se cumple lo que dicen los observadores del quehacer electoral: se volvieron burócratas del voto.
Tanto han participado en elecciones que ya lo toman como mero asunto burocrático:
Pasearse por las colonias paupérrimas, abrazar a los menesterosos, tomarse 'selfies', hacer tontas en vivo con una diatriba sosa y girar boletines-gacetillas a diestra y siniestra prometiendo de todo y sin medida.
LA ESPANTOSA VERBORREA
Un resumen impecable de lo que los veracruzanos están recibiendo o soportando desde hace quince días que comenzaron las campañas electorales lo hace el periodista Luis Velásquez en su columna "A mil por hora".
El maestro que lleva décadas reporteando y analizando comicios está viendo lo mismo de siempre.
"Dato para documentar el optimismo pesimista: las campañas electorales (tan de moda en los días que caminan) se resumen en una espantosa (ni siquiera fantástica) verborrea… Un bla bla bla sin sentido...Y frases para salir de paso...Claro, con la venta barata, ramplona, demagógica y populista de las esperanzas". Exacto.
O como metaforiza el español Victoriano Martínez Muller en sus Poesías Jocosas: (Cuando vi al político en campaña), yo, para poner remedio/ a su mucha tontería/ le repuse que valdría/ por lo menos burro y medio".
Exacto, otra vez.
*Envoyé depuis Paris, France.