CLEPTOCRÁTICOS
Del 'top five' de los funcionarios cuitlahuistas más corruptos -desambiguación: ladrones- solo dos estuvieron obligados a comparecer ante los nuevos diputados locales como parte de la "revisión" del último año de gobierno de Cuitláhuac García.
El primero fue José Lima quien acudió el martes de la semana pasada.
Claro, Lima Franco hizo equipo en la Secretaría de Finanzas con el número uno de ese 'ranking' de roedores, Eleazar Guerrero, exsubsecretario de Ingresos y primo del gobernante saliente, pero solo el pozarricense tuvo que dar la cara en el Legislativo.
El otro está refugiado en una curul federal y gozando lo robado.
Lima, quien a pesar de la fama rateril bien ganada se lo llevará la zacatecana Rocío Nahle para repetir en el mismo cargo, se enredó en los números, no pudo esconderlos y terminó confesando una de las mentiras del sexenio cuitlahuista: que la deuda estatal no bajó sino que la dejan en más de cien mil millones de pesos.
El pendiente bancario es de 65 mil millones más los que se tienen con la federación, particularmente con el ISSSTE por 20 mil millones y 22 mil millones con el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Entonces, el monto real del adeudo es de 107 mil millones de pesos.
¿No quemaron en la hoguera de la opinión pública a Javier Duarte porque dejó a Veracruz endeudado con 87 mil millones y antes al innombrable con 50 mil millones de pesos?
El otro integrante destacado del régimen cleptocrático -desambiguación dos: el gobierno de los ladrones-, es el secretario de Infraestructura y Obra Pública (SIOP), Elio Hernández, cuñado del gobernante actual, quien ayer en su comparecencia de plano se limitó a culpar a Javier Duarte del desastre en las carreteras.
Hace ya ocho años que Duarte de Ochoa ya no es gobernador, pero continúa siendo utilizado como vertedero de las excusas.
Según Hernández, el exmandatario tiene la responsabilidad porque desapareció la Junta de Mejoras, que por eso se dejó de dar mantenimiento a las carreteras.
El tipo no tiene vergüenza.
No había esa junta, pero sí el dinero.
No se necesitaba la oficina sino que aplicaran el recurso, pero no lo hicieron, se lo robaron.
El funcionario también 'entregó' a uno de los suyos para que lo destazara la opinión pública situándolo como corresponsable de esas carreteras desbaratadas: Patrocinio Cisneros, exsecretario de Gobierno.
Al bajacaliforniano lo acusó Hernández de la obra mal hecha del libramiento a Coatepec porque -dijo- fue su dependencia la que aplicó la carpeta del mismo, pero en su afán por sacudirse los señalamientos reveló ante los legisladores una irregularidad que apunta a delito.
En primer lugar, la Secretaría de Gobierno no está facultada para realizar obra pública y en segundo porque el material para dicho libramiento fue una donación de Petróleos Mexicanos (Pemex), según sus palabras.
Es decir, no gastaron en ese insumo.
Entonces, ¿por qué la obra fue reportada con un costo de 249 millones de pesos?
¿Quién se robó ese dinero, Cisneros o él?
Tan solo en ese tramo hay bastante cascajo para una investigación judicial.
'MOCHE', LA CLAVE
Conchudo como es, Hernández de plano le pasó la responsabilidad de reparar el desastre carretero a Nahle, la gobernadora entrante.
"Que esas obras que hacen falta, las haga la nueva administración, porque no hay dinero que alcance", afirmó orondo -desambiguación tres: es lo que hay y que le haga como quiera-.
A propósito, la única obra relativamente importante de esta administración fue el puente Urban Center sobre la avenida Lázaro Cárdenas de Jalapa el cual además haber propiciado un ecocidio por la tala de árboles ya presenta fisuras y hundimientos.
Hernández calificó de 'fake news' esto último, pero una diputada exhibió el reporte del Orfis que acredita esas fallas que apuntarían a un desfalco del erario en la misma.
El resumen es que hasta la obra "más relevante" del cuitlahuismo la hicieron deficiente y se robaron todo el recurso que pudieron, lo que confirma que el sexenio de Cuitláhuac García -con colaboradores-cómplices como Hernández, Franco, Guerrero y otros- fue una cleptocracia.
El gobierno de los ladrones, como ya se dijo.
De los rateros y también de 'moches' porque estos se los impusieron a todos los contratistas fuesen de obra pública, servicios, proveeduría y hasta para cobrar las facturas pendientes -con el 'moche' ya descontado- les exigieron el 30 por ciento en efectivo o en especie.
Les aplicaron doble 'mochada'.
Dos casos sirven para entender el enjuague: la "ampliación" del acuario porteño y la remodelación del estadio Luis "El Pirata" Fuentes que absorbieron casi 2 mil 200 millones de pesos y las realizaron 'al cuarto para las doce', a sabiendas de que no alcanzaría el tiempo para concluirlas.
El motivo: de esos 2 mil 181 millones invertidos -mil 694 millones del estadio y 487 del acuario- los funcionarios cuitlahuistas se llevaron un 'moche' de 700 millones de pesos.
Por eso les urgía comenzar las obras aún cuando resultaran mal hechas por la premura y que no iban a ser terminadas.
'Moche" es la segunda clave del latrocinio en el agonizante cuitlahuato.
*Envoyé depuis Paris, France.