Por Andrés Timoteo

COBRO DEL PREMIO

Nietzsche afirmó que en algunos la prisa es indecorosa.

Son aquellos que ven breve el tiempo y se apuran a amontonar la mayor cantidad de cosas posibles para satisfacer viejos deseos, curar traumas antiguos y estimular violentamente su placeres.

El concepto de violencia no solo alude a lo físico sino a atropellar el entorno, las leyes, las costumbres y hasta la ética y la moral.


Tal definición está que ni mandada a hacer para el setentero rector de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar, quien no se esperó ni siquiera que transcurriera un mes para cobrarle el premio de “inventor” que el pasado 19 de febrero le entregó al gobernante en turno, Cuitláhuac García.

La cobranza la comenzó a tejer desde antes, pero hace una semana se filtró a la prensa.

Ahora formalmente le pasará la factura y el falso inventor está más que dispuesto a pagarla.

Lo hará con su mayoría en el congreso local para que valide una modificación a contentillo al artículo 37 de la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana a fin de que Aguilar pueda estar cuatro años más al frente de la casa de estudios.

El intercambio de un premio hechizo agraviando a los verdaderos inventores universitarios por otro periodo al frente de la UV para mover el dinero universitario , y los privilegios que conlleva, es una transacción descocada, a cielo abierto, a la vista de todos.

De ahí lo indecoroso que plantea Nietzsche.

Aguilar Sánchez quiere reelegirse al frente de la casa de estudios, pero está impedido legalmente.

Entonces modificó los estatutos para eliminar el límite de edad fijado a los 65 años.

El tipo ya los cumplió hace dos años, ahora tiene 66 y para el año entrante, cuando se renovará la rectoría, tendrá 67 años.

A como está la legislación actual, Sánchez debería irse a la jubilación, pero se engolosinó con el poder y el presupuesto -porque gran parte del meollo es el dinero– por lo que quiere quedarse.

Para tal efecto diseñó un cambio a la ley interna para quitar el límite de edad y satisfacer su deseo perpetualista.

CONSEJO DE LA VERGÜENZA

El Consejo Universitario plagado de personajes que anteponen los intereses del rector a los de la institución le aprobó ayer esas costuras y en los días venideros las enviarán al congreso local para que las valide.

Así se pagará la factura por el premio de “inventor” a García Jiménez y Aguilar tendrá el camino allanado para buscar un nuevo periodo el año entrante.

Los que integran el dichoso Consejo Universitario son una vergüenza pública.

Hoy hacen de sastres para el proyecto reeleccionista del rector, pero apenas hace unos meses justificaron el robo cometido por la Secretaría de Finanzas a la casa de estudios.

El botín fue de 5 mil 800 millones de pesos que era la cifra inicial de los fondos que le correspondían para este 2024 conforme a lo establecido por la propia Constitución del estado, aunque la rectoría para aminorar el impacto del latrocinio al final lo rebajó poco más que 900 millones.

Solo 42 consejeros se mostraron dignos y votaron en contra de permitir el despojo, pero la mayoría se plegó a la orden del rector.

Ahora esos mismos consejeros agachones permiten soezmente que Aguilar canjee el premio plagiado a los inventores por otro periodo de mando.

En un intento de endulzar el cepo, el setentero rector ayer cambió los términos: a la reelección la llamó “armonización” y le agregó que es para que la UV tenga una “visión de futuro con democracia y transparencia”.

¿Lo captaron?

Yo soy el futuro de la casa de estudios, yo soy la democracia y yo soy la transparencia.

Así son los populistas.

ZURDO DE CAFETERÍA

Seguramente Aguilar será reelecto en el 2025, salvo que no gane la zacatecana Rocío Nahle.

Ella que no es jarocha ni egresada de la UV tampoco le importará que el tipo se perpetúe en la rectoría.

Al contrario, le complacerá que el ‘chairo’ siga manejando al ‘alma mater’ de los jarochos.

Y así como se citó al filósofo Nietzsche para explicar los afanes presurosos de Aguilar para cobrar el premio a García Jiménez también la pretensión reeleccionista del rector se puede entender con otros estudios sociológicos y políticos sobre la voracidad y el deseo de los seudo-izquierdistas para perpetuarse en cargos de poder.

Cuando el matrimonio Kirchner Fernández iba por la tercera reelección en la presidencia de Argentina -duraron doce años en el poder, del 2003 al 2015, Néstor Kirchner gobernó hasta el 2007 y le entregó el mando a su esposa Cristina Fernández quien en el 2011 acumuló la tercera reelección para la familia- los gritos en la calle eran:

“¡Zurdos de mierda, muy democráticos pero se enquistan en el poder!, ¡Boludos hijos de (Fidel) Castro!”

Y no es insulto sino citación.

Esa tendencia la tienen los supuestos izquierdistas, comunistas, socialistas y demás alineados a ese trazo ideológico Alegan pugnar por la democracia, pero apenas llegan al poder y prueban los privilegios que ya no quieren irse.

Y maniobran, y manipulan, y retuercen, y atropellan la ley para eternizarse. Son iguales a los populistas de derecha.

Así el setentero Martín Aguilar Sánchez, un zurdo más de cafetería.

*Envoyé depuis Paris, France.