Por Andrés Timoteo

CONDOLENCIAS

Un abrazo solidario para Don Beto Carrillo, compañero fotoperiodista de esta casa editorial, por el fallecimiento de su esposa, la señora Susana Morales Buendía.

Igualmente nuestra condolencia para con sus hijos y demás familiares que lloran la pérdida.

“Para que no se entristezcan, Dios traerá con Jesús a quienes se durmieron creyendo en Él” (Tesalonicenses 4:13-14).

PRIMERA CARNICERÍA

Hasta parece un anatema. Apenas en el texto anterior se hablaba de que la ‘maquina de matar’ iba lenta en Veracruz para este comenzar del 2024 y horas después en Tuxpan se localizaron varios cuerpos maniatados, con huellas de tortura y algunos dicen que desmembrados.

No se sabe el número de víctimas porque la opacidad es fomentada por el gobierno estatal, unos dicen que no son menos de cinco y otros que serían veinte.

Pero los que sean son vidas consumidas por la ola de violencia y muerte que azota la entidad.

Y el escenario de esta carnicería es similar al que se recreó en septiembre del 2011 en Boca del Río, justo enfrente de la plaza Las Américas, aunque el número fue mucho mayor: 35 cadáveres también apilados como montones de basura en la batea de una camioneta ‘pick-up’.

Y en aquel tiempo al igual que ahora, el gobernante en turno criminalizó a los fallecidos aún sin tener datos comprobados. ¿Se acuerdan?

Tanto el exgobernante estatal, Javier Duarte, como su entonces procurador Reynaldo Escobar mintieron al asegurar que según la Plataforma México, que era la base de datos sobre el crimen organizado, los muertos eran delincuentes peligrosísimos.

Luego se supo que todo era mentira.

Aquí mismo en las páginas de NOTIVER se contaron las historias de varias de las víctimas, algunas adolescentes y sin ningún vínculo criminal.

Pero Duarte y Escobar las enlodaron para no investigar la masacre ni perseguir a sus perpetradores.

Igual que ahora hace el morenista Cuitláhuac García quien ayer a la velocidad de la luz salió a señalar que la matanza es parte de los ‘ajustes de cuentas’ entre grupos delictivos y sugerir que todos los muertos son criminales.

Pero ha trascendido la versión de que las víctimas podrían ser migrantes de origen centroamericano y de confirmarse tal especie García Jiménez quedará nuevamente exhibido en sus afanes de criminalizar a los muertos.

Vaya, igual que Duarte en su momento.

Y otra vez tanto el gobernante en turno como su fiscala, Verónica Hernández, esconden la cifra real de los fallecidos, como se dijo líneas arriba, igual que en agosto del año pasado hicieron con los cadáveres mutilados y metidos en refrigeradores que se localizaron en una ‘casa de seguridad’ en Poza Rica.

Han pasado cuatro meses y la Fiscalía se niega a informar el número exacto de cuerpos, pero gracias a investigaciones periodísticas se supo que fueron 18.

Ah, y el reguero de cadáveres de Tuxpan es la primera masacre del 2024 en Veracruz y así se completó elemento sangriento que le faltaba al contexto de este enero rojo.

APODOS PELIAGUDOS

La zacatecana Rocío Nahle tiene en sus filas a los peores enemigos que se van ventilando conforme avanza el tiempo y languidece el sexenio cuitlahuista.

Sus dizque operadores locales arrastran verdaderas historias oscuras y aunque ha tratado de distanciarse de algunos tal vez no le alcance para evitar que la manchen.

Hay apodos peliagudos que le pesarán tarde o temprano: El Jarocho”, “El Tortas”, “La Precisa”, “El Carón”. “El Kike Navarro”, “La Flotadora”, “El Coyame”, “El Lirio”, “La Lic”, “El Primo”, “La Arely”, “El Vaquero”, “La Paloma”, “El Pepín”, “La Calaca”, “Tarzan Boy”, “La Cheva” y “El Búfalo”, solo por mencionar algunos.

No los pierdan de vista porque darán mucho de que escribir conforme se detallen los asuntos escabrosos en los que están metidos.

Algunos ya son famosos porque los portan integrantes del gabinete estatal o allegados al gobernante y les han estallado escándalos de corrupción y vínculos con grupos de facinerosos.

Pero otros irán saliendo a la luz para el infortunio de la riograndeña Nahle quien, tal vez sin deberla ni temerla, como dice el refrán, se verá embarrada de la mala fama de esos personajes. Dos de ellos han sido noticia en las últimas horas:

Uno es “El Jarocho”, como apodan a Adrián Mota, exjefe de delegaciones de la SEV y cercanísimo al exsecretario Zenyazen Escobar, el “Tarzan Boy”.

Ambos operaban la movilización de maestros a los mítines nahlistas. Mota ha sido ligado a asuntos delictivos, pero siempre lo protegió Escobar y ahora está en calidad de desaparecido presuntamente como resultado de sus andanzas nebulosas.

A Verónica Vidal, quien era directora de Desarrollo Urbano en el ayuntamiento de Acayucan la conocen en el argot delictivo como “La Precisa” y acaba de ser detenida por liderar una banda de secuestradores. Vidal y la alcaldesa morenista Rosalba Rodríguez, motejada “La Paloma”, hacían equipo como operadoras de la zacatecana en el sur del estado. Dicen que están por salir fotografías de Nahle junto a “La Precisa”.

*Envoyé depuis Paris, France.