Por Andrés Timoteo
DAMAS EN JALONEO
Si no fuera indignante sería algo divertido: dos damas impresentables liadas en pleito por unos papeles.
Por un lado la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Namiko Matzumoto acusando que la Fiscalía se niega a aceptar las recomendaciones emitidas y con ello también comete abuso contra las víctimas.
Y por el otro, la fiscala Verónica Hernández quejándose de que le endilgan recomendaciones que correspondían a su antecesor, el oaxaqueño Jorge Winckler y acusando a Matzumoto que tiene una campaña en su contra.
La fiscala cuitlahuista recurre a la misma estrategia insulsa del gobernante en turno, Cuitláhuac García, culpar al pasado.
Pero al igual que los de su patrón, sus argumentos no tienen asidero jurídico ni lógico.
Las recomendaciones del ombudsman no son para las personas sino para las instituciones.
Ella está obligada a acatarlas y actuar en consecuencia para reparar el atropello a las víctimas.
Además que tiene en contra las estadísticas negativas de su gestión al frente de la Fiscalía pues la empeoró desde que llegó a ella por asalto en septiembre del 2019.
De acuerdo a las evaluaciones de consultoras y organismos de derechos humanos, la violación de garantías, abuso de autoridad y la impunidad se elevaron estrepitosamente bajo su gestión.
El encarcelamiento de inocentes a base de fabricarles de delitos, la falsificación de pruebas, los presos políticos, el uso maniqueo del derogado delito de “ultrajes a la autoridad” que ahora fue sustituido con el delito “contra las Instituciones de Seguridad Pública”, el no investigar los feminicidios ni la desaparición forzada de personas y la liberación de decenas de delincuentes porque los expedientes judiciales se caen en los juzgados federales, es el sello de Hernández Giadáns.
Vaya, un solo dato revelado por la organización Impunidad Cero es demoledor: la Fiscalía veracruzana empeoró su nivel de efectividad en los últimos cuatro años.
Ahora solo tiene un 5 por ciento de la misma y, del mismo, solo 3 por ciento corresponde a acciones penales -o sea que se llega a las órdenes de aprehensión para presentar a los delincuentes ante un tribunal- y 2 por ciento se queda sin acción.
Lo anterior significa que hay un 98 por ciento de impunidad en el estado fomentado por la misma Fiscalía que encabeza Hernández.
Ejemplificándolo con más simpleza se podría decir que bajo la gestión de la fiscala cuitlahuista solo 2 de cada 100 criminales terminan en la cárcel o al menos con una orden de arresto.
Los otros 98 infractores de la ley gozan de una tierra paradisíaca porque no se les persigue ni molesta.
Entonces, que la fiscala Hernández todavía se queje porque la CEDH le mande recomendaciones es tener la cara muy dura.
SIN LA CARA LIMPIA
En la parte de enfrente tampoco hay probidad. La presidenta de la CEDH se ha prestado a todo tipo de chanchullos para retorcer la justicia.
Nadie olvide que ella validó la famosa “tortura” con canciones de Maluma y Bad Bunny que supuestamente padeció el exdirector de Servicios Periciales de la Fiscalía del duartismo, Gilberto Aguirre Garza.
Matzumoto emitió la recomendación 25/2019 misma que le sirvió a la fiscala Hernández para declarar a Aguirre Salas como “víctima directa del sistema” y procesar su liberación.
Suena a tomadura de pelo pero así fue. Disfrazaron al tipo como víctima y operaron haciendo el uno-dos para excarcelarlo.
A las dos damas no les importaron las 19 personas desaparecidas y asesinadas, y cuyos cadáveres fueron arrojados en la Barranca de la Aurora o sepultados en fosas clandestinas, ni el dolor de sus familiares.
No, ellas trabajaron en comunión, falseando la recomendación y aceptándola para liberar al asesino y desaparecedor de gente.
Lo mismo hicieron con otros duartistas que estaban presos, entre ellos el exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, a los que también disfrazaron de víctimas de los abusos del sistema y violación de sus derechos humanos a fin de sacarlos de las mazmorras.
Las dos señoras pendencieras que se reprochan mutuamente los papeles de las recomendaciones son iguales y son cómplices.
Ninguna tiene la cara limpia. Y mientras ellas se pelean, las verdaderas víctimas del crimen y de los abusos del sistema están en el desamparo, el olvido y padeciendo la impunidad de sus agresores.
QUE SAQUE PROVECHO
Hablando de víctimas, hay voces de familiares de las víctimas de feminicidio que piden a la expriista Ana Guadalupe Ingram que pida el favor a los líderes de su nuevo partido, Morena, de descongelar la Ley Montse que lleva ya casi dos años atorada en el congreso local.
Los legisladores guindas no la querían avalar porque quien la presentó, Ingram Vallines, era de la oposición, pero ahora ya es ‘chaira’ y promotora de la zacatecana Rocío Nahle, puede hacer algo noble y retirar del archivo muerto dicha iniciativa.
En poca palabras, que la diputada le saque provecho al ‘chapulineo’ partidista y ayude a las víctimas, que no solo se beneficie ella misma.
Que su brincoteo por lo menos aporte algo positivo a la sociedad.
*Envoyé depuis Paris, France.