Por Andrés Timoteo
DE PRISIÓN A PRISIÓN
Del “Hoy Veracruz ya cambió” al “Cumplimos con orgullo” no hay mucha diferencia. Casi todo es igual: el mismo discurso, los mismos datos insustanciales, la misma presunción de lo inexistente y el mismo contexto de corrupción gubernamental, tragedia humanitaria y deficiencia en el servicio público.
La primera frase fue dicha por el priista Javier Duarte en su penúltimo informe de gobierno, en noviembre del 2015.
La segunda es una de las arengas del morenista Cuitláhuac García para su también penúltimo informe gubernamental.
Y hay mas similitud pues en los hechos el informe de Duarte de Ochoa del 2015 fue en realidad su último pues el del 2016 ya no lo pudo dar debido a que andaba fugado en Guatemala.
El del 2014 tampoco lo emitió con el pretexto de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Entonces su verdadero penúltimo informe fue el del 2013. ¿Y dónde lo dio? Exacto.
En un recinto que fue una cárcel famosa, el Fuerte de San Juan de Ulúa en el puerto de Veracruz, igual que mañana miércoles lo dará García Jiménez en la Fortaleza de San Carlos, en Perote, otro edificio colonial que funcionó como prisión durante el siglo pasado y hasta el 2007.
Lo de Duarte en la excárcel de San Juan de Ulúa fue premonitorio, ¿lo será para García Jiménez ahora en la Fortaleza de San Carlos? Muchos veracruzanos esperan que sí.
Claro que para que eso suceda hay que hacer posible el paquete entero, es decir que la zacatecana Rocío Nahle no sea gobernadora y que un opositor con vocación justiciera gane los comicios del 2024.
No es algo imposible, ya en el 2016 hizo tal hazaña el panista Miguel Ángel Yunes.
Ahora se requiere un personaje del mismo perfil, que no se venda con el poder en turno, que haga una campaña ganadora y que ponga a correr al gobernante saliente.
Ya se verá si la oposición lanza uno de este talante o se decanta por un pusilánime -como casi todos los que se mencionan hasta el momento como prospectos para esa candidatura, incluidos los hijos del citado-.
Pero volviendo al quinto informe de Cuitláhuac García, no tiene caso abundar ni vale la pena hacer un análisis del contenido pues es previsible: No informará nada en beneficio de los veracruzanos.
No hay obras públicas de gran calado ni programas sociales importantes ni pulcritud administrativa ni combate a la corrupción.
LA MISMA GATA
No se pacificó a Veracruz como prometió García Jiménez que lo haría en los dos primeros años de su gobierno ni se hizo justicia a las víctimas de desaparición forzada.
Esos fueron sus dos grandes compromisos al iniciar su sexenio y el saldo es negativo.
En cambio, la entidad bajo su gobierno se sumió más en el caos y en el reinado del crimen organizado y se colocó en los primeros lugares a nivel nacional en personas ausentes, fosas clandestinas, feminicidios y otras tragedias.
¿Qué informará Cuitláhuac García mañana? Nada, se repite. Ah, y como hizo en su momento Javier Duarte, todos sus allegados ya se preparan para dejar el gabinete en pos de diputaciones federales y locales para tener fueron y evadir cualquier investigación penal por su desempeño.
Solo reparen en los que el propio gobernante ha mencionado como prospectos para curules en el 2024: su hermana Dorotea García Cayetano, actual secretaria del Trabajo, su vocero Iván Luna, y los hermanos Waltraud e Iván Martínez Olvera, que ocupan la jefatura de la Oficina de Programa de Gobierno y la Secretaría de Turismo, respectivamente.
Ambos son ahijados y recomendados de la madre del mandatario, la maestra Julieta Jiménez. Asimismo el secretario de Finanzas, José Lima, y el subsecretario de Infraestructura y Obras Públicas, Fernando Elías Guevara.
Hoy se habla de una desbandada del gabinete cuitlahuista rumbo a San Lázaro y al edificio de la Calle Encanto, igual que en el pasado reciente se daba el desprendimiento en el gabinete duartista de aquellos también cercanos al gobernante en turno que necesitaban fuero postsexenal como Jorge Carvallo, Adolfo Mota, Alberto Silva, Tarek Abdalá y Erick Lagos.
Es ‘la misma gata nada más que revolcada’, como dice el refrán. Los granujas del sexenio agonizante están urgidos de fuero para evadir futuros procesos judiciales y el gobernante en turno los intenta acomodar en diputaciones federales y locales para tal fin. Nada nuevo.
SIN LAS DOS TORTAS
En los ecos del ‘dedazo’ en Morena que benefició a la zacatecana Rocío Nahle, hay que decir que el perdedor indiscutible fue el exsecretario de Educación, Zenyazen Escobar quien pese a ser favorito de palacio de gobierno y usar el presupuesto educativo en su promoción, quedó en el último lugar del supuesto sondeo.
Y no será candidato al Senado como se lo prometieron tanto Nahle como su jefe Cuitláhuac García.
Si acaso le darán una candidatura a una diputación local o federal, pero tendrá que ser plurinominal porque por voto directo no gana.
Al exbailarín se lo bailaron y ya por segunda ocasión. En el 2018 quiso ser candidato a diputado federal por el distrito de Córdoba y lo atajaron pues la postulación se la dieron al médico Juan Martínez Flores, quien en el 2021 también le quitó la candidatura a la alcaldía de Córdoba donde actualmente preside el ayuntamiento.
Claro, Escobar no quería ser alcalde, pero sí colocar a un incondicional, tal vez un familiar como lo hizo en Río Blanco.
Para que no peleara la candidatura del 2021, García Jiménez le prometió que sería su sucesor en el gubernatura.
Y Escobar se lo creyó. Risas.
Ahora se quedó como ‘el perro de las dos tortas” sin la gubernatura y sin ser senador.
El tipo hizo el ridículo pues hasta le ganó la desconocida Citlalli Navarro.
¿Y cómo reaccionó? Dando la peor excusa e incumpliendo la máxima de la política que es “tragar sapos sin hacer gestos” pues ¡¡culpó a la zacatecana Nahle de sus malos resultados!!
Sí, alega que debido a que “le levantó la mano” a destiempo a la de Río Grande, Zacatecas, y le transfirió su “capital político” lo malvieron los “encuestados” y lo mandaron al sótano de la fantasmal encuesta. Carcajadas.
*Envoyé depuis Paris, France.