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TEXTO IRREVERENTE | DOS GOTAS DE AGUA - Por allá de febrero del 2015, hace ya casi una década, se canceló el 'Hay Festival' que se realizaba en Jalapa como una forma de protesta por la matanza de periodistas. En aquel inicio de año ya sumaban doce...

Por allá de febrero del 2015, hace ya casi una década, se canceló el 'Hay Festival' que se realizaba en Jalapa como una forma de protesta por la matanza de periodistas. En aquel inicio de año ya sumaban doce de los 19 reporteros asesinados en el sexenio...

Por Andrés Timoteo

DOS GOTAS DE AGUA

Por allá de febrero del 2015, hace ya casi una década, se canceló el 'Hay Festival' que se realizaba en Jalapa como una forma de protesta por la matanza de periodistas.

En aquel inicio de año ya sumaban doce de los 19 reporteros asesinados en el sexenio duartista.
El último de ellos había sido Moisés Sánchez Cerezo quien desapareció el 2 de enero y su cadáver fue localizado el 26, apenas unos días antes de que el 'Hay Festival' fuera sacado de la entidad.

La cancelación del evento músico-cultural fue un reproche directo al gobierno de Javier Duarte.

La comunidad artística e intelectual del país lo acusaba de ser permisivo e indolente ante los ataques mortíferos contra los comunicadores y aunque Duarte no declaró directamente en contra de los organizadores y los intelectuales por esa decisión sí movilizó a sus propagandistas en la prensa oficialista para despotricar en su contra.

Los acusó de ser una cofradía que perseguía intereses políticos, de atentar contra la actividad cultural de Veracruz y hasta responsabilizó al entonces panista Miguel Ángel Yunes de estar detrás de lo que llamó una maniobra para desprestigiar a su administración.

Eso, obviamente, se concatenaba con la frase con la cual respondía cada vez que lo inquirían sobre la inseguridad y la ola de violencia en Veracruz: "¡Aquí no pasa nadaaaa..!", decía con ese tono chillón que elevaba la molestia de quienes lo escuchaban.

Ahora se está dando un 'déjà vu' con el morenista Cuitláhuac García quien ante las balaceras, bloqueos de ciudades, masacres -con descuartizados, embolsados y previamente torturados-, y la gente en pánico por el imperio del hampa responde: "¿cuál inseguridad?", la versión guinda del "aquí no pasa nada".

Claro, García Jiménez lo dijo respecto al sevicioso homicidio del iluminista cinematográfico Víctor Muro cuyo cuerpo despedazado fue localizado en pleno centro histórico de Jalapa, pero esa frase, tan indolente como descarada, por supuesto que lleva la intención y la connotación hacia todo lo que pasa en la entidad por la crisis de inseguridad y el reguero de sangre.

Para agregarle otro elemento que hace recordar al duartismo del 2015, tras el asesinato del cineasta Muro los organizadores del Festival de Cortometraje Veracruzano anunciaron su suspensión temporal -lo reprogramarán en otras fechas, seguramente cuando García Jiménez se haya ido del gobierno estatal- a guisa de protesta por el crimen.

"DROGADICTO" Y "LOCO"

El paralelismo del 2015 y de este 2024 es asombroso: dos gobernantes corresponsables e indolentes de la descomposición social y el desastre humanitario con sus respuestas burlonas e insolentes.

Los asesinatos atroces de creadores, unos periodistas y otro cineasta, y dos eventos culturales suspendidos para repudiar las masacres.

Y hay mas similitudes.

Revisando la prensa local se pueden leer gacetillas insertadas en espacios opinativos en las que el cuitlahuismo se lanza contra los periodistas que dieron cobertura al caso y los intelectuales que se indignaron por el mismo, entre ellos los del Festival de Cortometraje.

Les dicen "azotados", "críticos opositores perdedores de siempre" y que sacan "lo más grotesco de sus corazones e insinúan disparates" mientras que al cineasta asesinado lo tildan de "enfermo mental", "insano de juicio", "adicto a las drogas", con "conductas violentas" y "problemas de ira".

O sea, Muro es culpable de su propia tragedia. Así trata el gobierno cuitlahuista a la víctima, la cual el propio García Jiménez, en voz propia, negó que fuera creador cinematográfico alegando que era un simple electricista.

¿No les recuerda cuando Duarte negaba que Moisés Sánchez fuera periodista diciendo que era un taxista? Entonces, lo que se ve son dos gotas de agua, un mimetismo grosero entre dos gobernantes. Ayer habló Duarte, hoy habla Duartláhuac.

LE GANÓ MARQUESINA

Hay otro punto malicioso en el caso del cineasta exterminado pues su presunto asesino, que también trabajaba en la industria del cine, está ligado a Tonatiuh García, hermano del gobernante estatal, quien sin ser un realizador genuino hace películas. Risas

El homicida laboró al lado de Tonatiuh García en uno de esos proyectos y eso parió la especulación sobre el interés del gobernante por negar la condición de cineasta a la víctima y minimizar su crimen.

¿Buscaba la distracción para que no se descubriera el nexo del asesino con su hermano?

Por lo pronto, ese atroz caso le ganó las 'ocho columnas' y las marquesinas al bodrio llamado "Luna Negra" del carnal García.

Hasta Alfonso Cuarón, uno de los cineastas mexicanos consagrados a nivel internacional, se pronunció sobre el mismo.

Cuarón conocía a Muro pues trabajó en varios de sus filmes y se dijo consternado por su muerte.

Y se angustiará más cuando se entere del trato que le dio el gobierno estatal.

Tal exposición mediática ya la hubiera querido Tonatiuh García para su peliculilla, aunque tampoco se puede quejar porque su nombre apareció en esta trama escandalosa mediáticamente por sus nexos amicales con el asesino.

Vaya, hasta le da para inspirarse en el título de su próximo comistrajo fílmico: "Mi cuate el descuartizador".

*Envoyé depuis Paris, France.