Por Andrés Timoteo

EL MODELO DE EVO

Ayer lunes comenzó el paro de labores indefinido de trabajadores del Poder Judicial de la Federación.

Los empleados suspendieron su actividad para repudiar la reforma al Poder Judicial, llamado "Plan C" por el gobierno obradorista, que impactará sus derechos y destruirá al único contrapeso que queda frente al presidencialismo autocrático.

No se equivocan.

La intención del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador es controlar al Poder Judicial a través del proyecto para que los ministros sean electos por voto popular.

Y como Morena controla hoy en día las trampas y los recursos para hacer campaña tendrá todo para imponer a los candidatos y hacerlos ganar 'haiga sido como haiga sido'.

En México se busca reproducir el modelo que aplicó Evo Morales en Bolivia quien en el 2009 impulsó la reforma para que los 28 titulares y sus suplentes del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) fueran electos por voto popular.

El discurso fue el mismo que hoy usan López Obrador y sus corifeos: que los que estaban eran corruptos y al servicio de las élites, y que el pueblo debía "poner y quitar" a los juzgadores.

Tres años después, en el 2011, se realizó la primera elección judicial y el resultado fue el desastre.

Los jueces-candidatos fueron seleccionados por la Asamblea Legislativa Plurinominal - el equivalente a la Cámara de Diputados en México- que bloqueó a los aspirantes identificados con la oposición o críticos del gobierno, y habilitó a los que militaban en el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales -lo que en México sería Morena-.

El jurisconsulto boliviano José Antonio Rivera lo resume así:

"La selección de los candidatos tuvo su base en la afinidad política y la imposición de la mayoría que ostenta el movimiento político en función de gobierno, no en la demostración pública y objetiva de la idoneidad y probidad de los postulantes".

Y lo peor:

"varios funcionarios de gobierno de niveles de confianza fueron habilitados como candidatos a magistrados".

Es decir, el TSJ se convirtió en un sitio para acomodar a los afines al régimen, aun cuando no tuvieran las habilidades, la experiencia ni el perfil.

¿Se imaginan eso en México a corto plazo?

Y espántense más: solo recreen la posibilidad de que un personaje como Cuitláhuac García siendo ingeniero mecánico-eléctrico y que de leyes sabe nada en el 2025 sea habilitado como candidato a ministro de la SCJN solo por militar en Morena.

Sería el error y el horror.

Pues eso pasó en Bolivia.

En el 2015 la corrupción y la mala praxis del poder judicial eran tales que el propio Evo Morales sugirió una contrarreforma para eliminar el voto popular como método de selección de jueces, pero no la concretó porque el TSJ avaló su segunda reelección y se contentó con los magistrados.

Así, en apenas cuatro años todo se había podrido en el poder judicial de Bolivia.

JUSTICIA A LA CARTA

La corrupción es tan grave en el sistema judicial boliviano que basta juramentar militancia o simpatía en el MAS para evadir o rebajar una pena o para que la dicten si eres opositor.

Los jueces resuelven conforme a la ideología política y la adhesión partidista.

Actualmente el repudio popular hacia el TSJ es del 98 por ciento.

¿Cómo si se supone que los magistrados fueron electos directamente por el 'pueblo bueno'?

Es por la 'justicia a la carta" como se titula el reportaje que en el 2022 publicaron los periodistas Nelfi Fernández e Iván Paredes con el recuento de criminales liberados tras pagar sobornos a jueces o tener afinidad con el partido en el poder.

Uno es ilustrativo, el del feminicida Richard Choque Flores detenido en el 2013 y sentenciado a 30 años de cárcel por asesinar a un mujer, pero que fue liberado en el 2019 con un indulto, "como si de un regalo de navidad se tratara", pues un juez le cambió 'cárcel por casa'.

Ya libre mató a otras dos mujeres y violó a setenta. Choque acreditó ser simpatizante del partido MAS y eso fue suficiente para salir de prisión.

"¿Eres un homicida, feminicida, violador o narcotraficante y no quieres ir a prisión, o quieres salir de ella? 'Dont' worry, be happy' (tranquilo, sé feliz).
Bienvenido a Bolivia, el país donde encontrarás operadores de justicia con 'un menú de figuras legales' que te ayudarán a burlar el castigo que la ley. Claro, siempre que tengas los medios para pagar por este servicio -o la simpatía política-", dice el reportaje.

Otra cosa que le espera a México con el modelo boliviano es la paralización judicial.

En el 2019 Morales dejó el poder -lo echaron- y luego se peleó con su sucesor, Luis Arce, dividiendo al MAS, al congreso y al Tribunal Supremo.

El año pasado debió haber elecciones judiciales, pero no se hicieron por el pleito entre Morales y Arce quienes bloquearon el proceso.

Ahora se ha dado fecha en diciembre de este 2024 para esos comicios luego de que la ONU lo exigió, pero nada es seguro.

Unos magistrados están con Evo Morales y otros con Luis Arce mientras el TSJ está paralizado y la gente no tiene acceso a la justicia.

A eso lleva la elección en base a la afinidad partidista de los juzgadores.

Y eso le aguarda a México.

Envoyé depuis Paris, France.