Por Andrés Timoteo
EL 'PORKY' REGRESA
Su clan ha pasado por todos los partidos políticos. Nacieron y crecieron en el PRI, luego brincaron al PAN, después al PVEM y terminaron sirviendo a los intereses de Morena.
Hoy nuevamente uno de ellos, Ricardo García Escalante, es candidato de la alianza PAN-PRI-PRD a una diputación local en el distrito de Pánuco, la tierra donde sentaron un cacicazgo político.
Otra vez el panismo les dará un 'porcazo' a los habitantes del norte veracruzano y a los veracruzanos en general por postular para una curul a este personaje que tiene en su haber el crimen de un adolescente que no ha pagado.
Sus dos parientes más cercanos reafirman su impresentabilidad. Su padre es Ricardo García Guzmán, apodado "El Ñoño", fue contralor con una fama de corrupto irredento en el sexenio de Miguel Alemán Velasco y luego el innombrable lo hizo alcalde de Pánuco.
Siempre obedeció a ambos. Después se fue al PAN donde le extendieron soporte para mantener acaparadas la alcaldía panunquense y las diputaciones locales y federales.
Su hermano Rodrigo García Escalante ha sido diputado local, postulado dos veces consecutivas por el PAN, pero al que abandonó en la pasada legislatura cuando apoyó todas las iniciativas del gobernante en funciones Cuitláhuac García.
A cambio, el morenismo permitió la subsistencia política de familia en el norte de la entidad donde se volvió operadora de la 'cuarta transformación'.
Este señor viene de cepa duartista pues fue funcionario estatal durante ese sexenio.
El último cargo era al frente de la Dirección de Inversión Pública de la Secretaría de Finanzas de donde salió librado de todas las triquiñuelas por laz gracia del panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien llegó al poder en el 2016. Es más, lo hizo legislador.
Ricardo junior, el ahora candidato a una diputación local, se 'cuece' él mismo en el caldo de la impresentabilidad.
Ha sido legislador local y federal, fue alcalde de Pánuco y marcó un hito de saqueo en las arcas municipales.
Pero la fama que lo persigue es porque tiene en su haber. Perteneció la pandilla juvenil conocida como "Los Porkys" - casi todos hijos de políticos- que en agosto del 2001 mató a golpes al adolescente Manlio Humberto Palomeque Ruiz afuera de un salón de fiestas cerca de la torre Hakim en Jalapa.
Nunca hubo justicia para el chico asesinado.
A García Escalante lo protegió la entonces Procuraduría de Justicia alemanista y ni siquiera figuró en el expediente judicial.
Hay la versión de que no fue Ricardo junior sino Rodrigo, su hermano, quien participó en el homicidio de Palomeque Ruiz.
Y para que no fuera ubicado por la autoridad, a Rodrigo lo sacaron del país rumbo a Toronto, Canadá, donde hizo un cursillo de inglés que incluso hasta hoy presume en su currículum como logro académico pero que tiene un trasfondo macabro.
Haya sido uno o el otro, ambos son "Los Porkys" de aquella primera generación, los asesinos.
Y no se confunda el lector con "Los Porkys" de la segunda generación, los violadores, que eran juniors que vivían en el fraccionamiento Costa de Oro de Boca del Río y que en el 2015 en un ataque grupal abusaron sexualmente a una adolescente.
Los miembros de ambas pandillas son puercos y en su tiempo cada manada fue protegida por los gobernantes en turno, Miguel Alemán y Javier Duarte.
Y de todos esos delincuentes juveniles, los hermanos Rodrigo y Ricardo siguen vigentes en el quehacer político.
QUE SON VECINOS
Hay un dato que corona la lista de monerías de los García Escalante.
¿Se acuerdan de la boda majestuosa que Rodrigo García realizó en la Riviera Maya en el 2017 y que según algunos reportajes se habría gastado 13 millones de pesos en la misma que se desarrolló en el exclusivo Mayakoba Resort a donde acudieron todos los legisladores panistas de ese momento?
Pues la especie que se mastica en los merenderos políticos es que los hermanos García Escalante son vecinos de la zacatecana Rocío Nahle, pero no en Coatzacoalcos ni en Villahermosa ni en El Dorado de Alvarado ni mucho menos en Río Grande, Zacatecas, sino precisamente en la Riviera Maya.
Ellos, al igual que la candidata morenista a la gubernatura, habrían adquirido una mansión de lujo frente a las playas caribeñas de muchos millones de pesos y de la misma forma que su vecina tampoco pueden explicar el origen legal de los recursos para adquirirla.
Claro, no podrían explicarlo ante un tribunal porque la opinión pública ya sabe de dónde salió el dinero: la Contraloría General del Estado, Sefiplan y el ayuntamiento de Pánuco.
Es una copia-calca del caso de la zacatecana Nahle que tampoco lo dice, pero la sospecha generalizada es que sus casotas fueron adquiridas con fondos saqueados de la Secretaría de Energía y concretamente de la refinería de Dos Bocas.
Y con miras a lo inmediato, dado el talante de los García Escalante, es muy posible que si Ricardo junior obtiene la diputación local por Pánuco enseguida pegue otro 'chapulinazo' y se pase a las filas guindas si es que la zacatecana Rocío Nahle se convierte en gobernadora.
Total, la misma sabiduría popular lo advierte: el vecino a la vecina se le arrima -en este caso políticamente hablando-.
*Envoyé depuis Paris, France.
