Por Andrés Timoteo
EMBAUCAN A TONTOS
Los priistas Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla maniobran para apoderarse de la narrativa aliancista en Veracruz a fin de generar la percepción que son ellos, y no la comisión de candidaturas de la futura coalición ni las dirigencias partidistas, los que decidirán el competidor para el 2024.
Se reúne, difunden fotografías y hablan de pactos políticos. Solos se treparon a un carro electoral que todavía no existe y andan desbocados.
Para nada serán ellos los decididores, solo hacen alharaca. La candidatura opositora en Veracruz se decidirá en el altiplano y en base a lo que ponga sobre la mesa el panismo que en números y peso político rebasa por mucho al tricolor.
Falta lo que digan los Yunes azules, es decir el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Dos de sus hijos, los exalcaldes Fernando y Miguel Yunes Márquez están relegados, pero no excluidos. Mucho menos la nuera, Patricia Lobeira, actual alcaldesa del puerto quien en un viraje paritario estaría mejor posicionada.
También falta la postura del senador Julen Rementería que tiene la exposición mediática y política suficiente así como su grupo al interior de Acción Nacional para pedir la postulación.
Solo los ingenuos creerán que el exgobernador y el senador dejarán que ese par de priistas se apoderen de las decisiones de una alianza, si se da.
Sin el panismo y sobre todo sin el apoyo y la operación de los yunistas y los rementeristas ni Héctor Yunes ni José Yunes ganarán un solo distrito y ni un solo municipio, eso ya se demostró en el 2016 y el 2018 cuando ambos terminaron en segundo y tercer lugar de la votación.
Esos Yunes llevaron al PRI a las peores cifras de su historia.
Ergo, ambos son perdedores comprobados y no llegarán ni a la esquina sin la ayuda de los panistas.
Nadie caiga en la finta, no serán ellos quienes definan el 2024 en la oposición estatal pues falta mucha negociación.
Por el momento, lo que ese dúo hace es tratar de embaucar a los bobos.
El caso más atrevido es el del soledeño Yunes Landa quien se encarta a la par del peroteño Yunes Zorrilla cuando está muy por debajo de él en popularidad y aceptación ciudadana.
Ya es sabido que en el 2018 traicionó al mismo Yunes Zorrilla operando en su contra.
Él quería repetir como candidato y al no lograrlo le puso zancadillas al peroteño. Y en el 2021 buscó crear su propio partido, Todos por Veracruz, para competirle al mismo PRI y desbancarlo en negociaciones con el poder en turno.
Tampoco se debe olvidar que apenas el morenista Cuitláhuac García llegó a palacio de gobierno en el 2018, Yunes Landa fue uno de los primeros en acudir al besamanos prometiéndole apoyo político a su gobierno.
Y posó sonriente junto a él en aquella fotografía de la genuflexión.
Por si fuera poco, una hija suya que fue diputada local en la primera legislatura bajo el sexenio cuitlahuista se convirtió en aliada incondicional del morenismo.
Votó a favor todo lo que propusieron los guindas aunque perjudicara a los veracruzanos y el que le dictaba su comportamiento legislativo era el progenitor.
¿A poco ya se reivindicó para que lo consideren un prospecto decente en la oposición?
Ni en sus sueños de opio, es el mismo de siempre. El mismo que pactó en el 2010 dejar pasar a Javier Duarte rumbo a la gubernatura y le llamaba “mi jefe político”.
Cabe agregar que nunca ha sido opositor. En el 2016 fue candidato del priismo-duartismo gobernante.
En cambio, y eso juega a su favor, José Yunes sí fue opositor en el 2018 pues el panismo tenía el poder estatal y además apechugó las traiciones de sus colegas, incluidas las de Yunes Landa. La memoria aplasta al soledeño.
¡VÁMONOS CON LA BOLA…!
Circula el audio de una conversación telefónica del duartista-fidelista José Ruiz, motejado como “El Pepín” en el mundillo de los suyos, en el que se queja de haber invertido mucho dinero en la promoción de la zacatecana Rocío Nahle y ésta perdió la encuesta interna de Morena. O sea, no podrá recuperar la inversión monetaria.
Claro, lo invertido por Ruiz Carmona seguramente no es de su peculio sino de lo que se transó del desaparecido Sistema de Agua y Saneamiento (SAS)-.
Este individuo se sumó desde hace meses a la operación electoral de Nahle en la conurbación Veracruz-Boca del Río a través de la diputada jalapeña Claudia Tello.
Y de su propia boca ha salido que le “invierte mucha lana” a la zacatecana pero hay incertidumbre porque no ganó la fantasmal encuesta y hasta la percibe como mala-paga. Ni le contesta el teléfono, se queja con su interlocutor -se entiende que es uno de sus ‘achichintles- al que le pide acercarlo al “Bola 8” -Patrocinio Cisneros –.
Además menciona a una tal “Norma” de ese equipo -¿alguien sabe quién es?- que solo le está “saque y saque dinero”. Vaya retrato, la fortuna mal-habida de “El Pepín” lubrica la promoción de la riograndeña.
Ese es el ‘quid’ del audio filtrado, no que se va a ir tras Patrocinio Cisneros. Pero el caso además de divertido tiene pedagogía histórica ya que recuerda el grito que lanzaban los que se unían a la Revolución Mexicana: ¡Vámonos con la bola! Risas villistas, zapatistas...y bolaochistas.
TARZÁN II
Ruiz tampoco le ve futuro a Manuel Huerta, exdelegado de la Secretaría del Bienestar, porque considera que “a ese cabrón aunque la gane, no se la van a dar”, pero en su descargo éste bien le podría contestar con aquel corrido de Oscar Chávez:
“Ni creas que me das la llave/ de un conocimiento inmenso,/ no sé pa’que te haces menso/ si todo el mundo lo sabe”.
Huerta siempre supo que no sería el candidato a la gubernatura y que su participación en el proceso interno de Morena fue de pantomima.
Tan lo fue que acaba de declarar que aunque ganó la encuesta interna -ajá- la postulada será la zacatecana Nahle y se sumará a ella.
El tipo acabó como Tarzán II, en una calca del exsecretario de Educación, Zenyazen Escobar, quien hizo lo mismo desde el inicio de la precampaña.
Son dos bufones que antes de tiempo se quitaron el gorro de cascabeles para exhibir la testa y la farsa.
*Envoyé depuis Paris, France.