Por Andrés Timoteo
EMPISTADOS O DESPISTADOS
Hoy se cumple una semana -ocho días si así lo quieren ver – de que el empresario Arturo Castagné desató un maremoto que engulle a la zacatecana Rocío Nahle y que amenaza con hundir su proyecto electoral.
Y sobre el escándalo de su casota en el fraccionamiento El Dorado se desprenden varias lecturas.
Una, tanto Nahle como su círculo cercano quedaron pasmados ante el mazazo.
No reaccionaron a tiempo y los pocos que lo hicieron recurrieron a argumentos tan fútiles que se cayeron a las horas.
No contrarrestaron nada y se confirmó que la candidata morenista no tiene asesores ni operadores mediáticos eficientes.
Siete días se tardó la propia Nahle en pronunciarse al respecto, en decir que renta la mansión, pero no exhibió el contrato de alquiler ni los comprobantes de pago.
Su palabra, dado el contexto de mentiras que la envuelve, no es suficiente.
Y solo reaccionó cuando su contrincante, el aliancista José Yunes, la acusó de corrupta en un noticiero radiofónico de la capital del país.
Así, la zacatecana rompió su propio empeño de que no se "enredaba en broncas". Pero sí se enredó porque siente la lumbre cerca.
Lo segundo es que tanto el equipo nahlista como sus propagandistas en algunos medios de comunicaciones se devanan los sesos tratando de dar con el origen de la información que encueró a la de Río Grande, Zacatecas.
Casi todos apuntan al exgobernador Miguel Ángel Yunes por obvias razones.
Pero, ojo, desde el inicio del escándalo hubo quienes dijeron que el golpazo vino desde las entrañas de Morena.
No andan muy errados.
Solo bastan unas preguntas para darles cierta credibilidad:
¿Quién controla el Registro Público de la Propiedad?, ¿Quién el catastro? ¿Y quien a los notarios?
Por esas tres oficinas pasó el trámite de la compra-venta de los terrenos en la Riviera Alvaradeña.
Y el común denominador de esas tres es la Secretaría General de Gobierno.
¿Y quién manda allí?
Le atinaron.
El bajacaliforniano Patrocino Cisneros.
Por delaciones desde adentro de la dependencia se sabe que el exfuncionario puso bajo el radar a la zacatecana y su parentela.
Cualquier registro, permiso, matrícula, licencia, derecho, actualización, etcétera que se realizara en esas oficinas y que hiciera sonar un timbre con el tono de "La Marcha de Zacatecas" se lo reportaban directamente.
El expediente de la casota de El Dorado lo tuvo Cisneros antes que todos.
¿Lo filtró él?
No se sabe, pero no se duda.
De ser cierto, vaya desquite que le está haciendo a su exmadrina.
Y vaya armamento de 'destrucción masiva' que le entregó a los opositores.
Y de ahí la otra especulación.
¿Cisneros le entregó ese obús a los Yunes rojos a los azules?, ¿A Yunes Zorrilla o a Yunes Linares?, ¿pactó con ellos?
Y, si lo hizo, ¿a cambio de qué? ¿Andan empistados o despistados los que buscan al 'responsable cero' -o sea el primigenio-, de esa información inmobiliaria que terminó en las filas enemigas?
Nada ha sido comprobado, pero la especie ahí está.
Lo único certero hasta el momento es el daño masivo que esa información está ocasionando a la zacatecana Nahle.
¿POR QUÉ AHORA?
La otra lectura es el momento en el que detonaron la bomba pues se rompió el 'timing' -como le llaman los gringos a la coincidencia temporal- ya que no lo hicieron en la campaña formal sino en el periodo de supuesta inactividad, la intercampaña.
Y fue un golpe de precisión con secuelas calculadas.
Con ese bombazo convirtieron la intercampaña en una campaña de facto, la cual va perdiendo Nahle.
Y las esquirlas envenenadas llegarán hasta después del 31 de marzo y con el riesgo de que alcancen el 2 de junio.
Nahle sale muy golpeada y desgastada mediáticamente de la intercampaña y ahora está obligada a comenzar el proselitismo formal explicando sus mansiones de lujo y su enriquecimiento súbito.
No podrá pedir el voto sino aclara antes toda la cascada de acusaciones y sospechas .
Los electores están viendo. Y los votantes están enojados.
Si no lo aclara por 'muto proprio' la sospecha de corrupción, lo tendrá que hacer cuando lleguen los dos debates con el peroteño Yunes Zorrilla y los abordajes que le haga la prensa en sus recorridos.
Y entonces su casota de El Dorado será pasto para esas llamas.
A la zacatecana le fue letal en la intercampaña y le podría ir peor en la campaña porque ya está etiquetada en la percepción ciudadana como nueva rica, siútica, avorazada, ostentosa, mentirosa y sin calidad moral ni ética.
TUNDA AL CARTERO
Como no pueden desmentirlo, ya que no tienen elementos para contrarrestar lo exhibido-documentos, cifras, nombres, fechas- ahora pasan a las amenazas contra el empresario Castagné. Corren libelos en su contra.
Que lo van a investigar, que "le va a pasar lo mismo que a Jorge Winckler", o sea que terminará en prisión, y que las pagará todas.
La más babieca en amenazar fue la comapeña Rosa Hernández, diputada federal, que acusó al empresario de malversación del recursos y acuso sexual en la Fundación Produce cuando él dejó de ser su titular hace 14 años, en el 2008.
¡Y la comapeña lo acusa por una investigación del 2020!
¿Ven cómo hasta para difamar son burros?
Risas.
*Envoyé depuis Paris, France.