Por Andrés Timoteo
FALSO POSITIVO
Una de dos: Los hermanos Norma y Crispín Hernández Sánchez son las personas más desafortunadas de Veracruz o todo se trata de un embeleco.
Ahora resulta que el tal Crispín sufrió un atentado pues balearon una de sus camionetas -tiene varias y de alta gama-, la quemaron y además -dice- le dejaron una amenaza para que se retirara de la contienda por la alcaldía de Mixtla de Altamirano.
De hecho lo hizo. Renunció a la candidatura que consiguió en el Partido del Trabajo (PT) para evadir la restricción en Morena sobre el nepotismo electoral. No pudo postularse por el guinda porque es hermano de la alcaldesa en funciones Norma Estela Hernández.
Sin embargo, dicho ataque en su contra no ocurrió. Es un montaje, un falso positivo como hace décadas la prensa le llamó a los reportes ficticios que hicieron las fuerzas armadas de Colombia cuando mataban a civiles inocentes y los hacían pasar como miembros de los cárteles de la droga, la guerrilla o la paramilicia.
Ahora los Hernández Sánchez están reportando un falso positivo para tener un pretexto de abandonar su pretensión para conservar el poder municipal ya que la oposición les pisa los talones y hay el riesgo cantado de que el candidato o la candidata -todavía no definen- de Morena pierda los comicios por dividir el voto con esa nominación petista.
En su anuncio de renuncia, el tal Crispín hizo un drama digno del culebrón "La Rosa de Guadalupe".
Habló de muertes, de huérfanos y de su conciencia limpia. Ajá y risas.
Pero dio una pista: aclaró que no se trató de un "autoatentado" como ya dicen de boca-a-ojera en Mixtla. Lo dice la gente, no solo los políticos de oposición.
¿Por que desmentir la versión con tanta prisa? Dedúzcanlo.
Y atribuyó el supuesto atentado al PRI y, aunque no la mencionó por su nombre, también a su candidata Celia García Rodríguez.
Es más, tan sobrado se sentía que afirma que ella "ya es presidenta municipal desde este momento" porque él se retira.
Es decir, el tipo ya se sentía el edil electo aun cuando faltan tres meses para la votación. No les digo.
CON ODIO JAROCHO
Hernández recuerda a su tocayo el Ratón Crispín que interpretaba el cómico Luis de Alba.
No por el físico sino porque resultó una rata coluda cuando presidió la administración municipal y porque "odia con odio jarocho" a Celia García. Y también le teme.
Pero, ¿por qué el miedo si Morena y su hermana ostentan el poder local con la tesorería para ganar o robarse la elección?
Además Crispín tendría el 'mapacheo' de los Siervos de la Nación que comanda su padrino político, Juan Gómez, delegado del Bienestar y quien lo ha prohijado desde que lo impuso al frente del Concejo Municipal cuando presidía la legislatura del estado.
Hay dos motivos para ese pavor y no tienen que ver con el crimen organizado. García Rodríguez es fundadora de Morena e impulsó el proyecto de Andrés Manuel López Obrador por toda la Sierra de Zongolica.
Pero ante la corrupción de Crispín Hernández como concejal y porque pisoteó los ideales partidistas de "no robar, no mentir y no traicionar al pueblo", ella lo denunció públicamente y se convirtió en su crítica más dura.
Después, junto con un grupo de militantes fundadores, renunció Morena y hoy es la política más respetada por los mixteños y la más aventajada que podría arrebatarle la alcaldía al partido oficial.
Además porque la actual munícipe Norma Hernández también se ganó el repudio de la gente pues resultó igual de corrupta que su hermano.
Es más, el llorón Crispín es quien gobierna de facto.
En Mixtla de Altamirano no quieren a los Hernández Sánchez y el petista se retiró a fin de evadir el voto de castigo. Se repite: el "atentado" es una artimaña para huir hacía adelante.
EL MISMO LIBRITO
Y no es el primer tinglado de los Hernández.
En mayo del 2021, Norma siendo candidata guinda a la alcaldía usó una chapuza similar con eso de las amenazas de muerte.
"Dicen que me van a descuartizar", lagrimeó ante la prensa, "pero no me retiro porque encabezo un proyecto de cambio y honestidad".
La artimaña fue para despertar simpatía y calmar el enojo popular por el desastroso saldo del Concejo Municipal que presidía el hermano. Le funcionó.
Vaya, tan le resultó que en marzo del año pasado recurrió a otra farsa.
Fabricó un asalto contra ella y algunos colaboradores en el poblado Comalapa donde un supuesto grupo armado los interceptó y despojó de una camioneta, teléfonos celulares y dinero.
No quiso decir el monto, pero fue un cuantioso botín de la tesorería.
Obvio, jamás localizaron a los asaltantes porque nunca existieron.
Fue otro 'falso positivo' para adueñarse de un vehículo oficial -otra vez el truco de la camionetas- y el dinero municipal.
Ahora el carnal Crispín vuelve a sacar el librito con el mismo guion de un atentado fingido.
La opinión pública ni las autoridades deben caer en el garlito y creer que lo sucedido en Mixtla de Altamirano fue un acto del crimen organizado o de terceros políticos. No lo es.
Se trata de un montaje chabacano aprovechando el clima de inseguridad para esconder una conveniencia partidista-familiar y de paso difamar a los rivales electorales.
*Envoyé depuis Paris, France.