Por Andrés Timoteo

EL METEORO NARANJA

Hace ocho años, cuando el anaranjado Donald Trump asumió su primer presidencia de los Estados Unidos, el semanario alemán Der Spiegel publicó la caricatura más acertada del momento: un enorme meteoro con forma de la cabeza del republicano aproximándose a la tierra para impactarla.

Trae la boca abierta en señal de que la va a devorar y su cabellera es una estela de fuego.

El título de la viñeta fue: "El fin del mundo".

Ahora se repite la historia y esa caricatura es igualmente válida.

Hoy lunes, Trump de nueva cuenta se apoltrona en la Casa Blanca para gobernar al mundo, no solo a los Estados Unidos, y al igual que hace un octenio México está entre su menú principal a devorar.

Los migrantes, la frontera, el muro, los aranceles, el tratado de libre comercio siguen en su lista.

A esos le agregó la guerra contra los cárteles mexicanos del narcotráfico a los que va a declarar como organizaciones terroristas internacionales.

Vaya paradoja, es quizás la única acción positiva para el país azteca porque en México no se hace nada para acabar con su imperio de violencia y muerte.

El gobierno mexicano está coludido con el crimen organizado, así que ahora por lo menos los combatirán desde el extranjero.

El mismo Trump prometió ayer que hoy, apenas termine de jurar como mandatario, firmará las órdenes presidenciales más agresivas de la historia de su país -son alrededor de 200-.

La migración está en primera línea. Y lo dijo en un tono mesiánico: “Para cuando el sol se ponga mañana, la invasión de nuestras fronteras se habrá detenido..."

Léase, habrá frontera cerrada y militarizada pues va a decretar emergencia fronteriza equiparable a una invasión extranjera.

De ahí vendrán redadas, centros de detención, vuelos y camiones con miles de expulsados, y posiblemente regresen las jaulas para separar padres e hijos.

Y lo hará velozmente, el golpe será de ráfaga.

Él mismo lo prometió: "actuaré con una velocidad y una fuerza históricas".

Vaya, como el meteoro del Der Spiegel, ¿o no?

Cierto, los mexicanos ya se la saben.

Ya lo sufrieron cuatro años, pero ahora el anaranjado regresa con más ira, deseo de venganza, afán de dominación y con más martillos en la carcasa.

Nadie debe tomarse a la ligera sus amagos pues México resentirá todo lo que ha prometido.

CHISTES Y PATRIOTERISMO

¿Qué ha hecho la presidenta Claudia Sheinbaum para prevenir al país ante tales acciones? Nada, solo responder con frases patrioteras y chistoretes insulsos a las amenazas del republicano.

En lo migratorio se recibirá una oleada de indocumentados de ambas partes, los que deporten y los que no logren cruzar la frontera, esos que vienen de países del sur.

Dicen ingenuamente en el gobierno morenista que ya todos los consulados en Estados Unidos están listos para defender legalmente a los migrantes mexicanos ¿A poco creen que eso detendrá la redadas y deportaciones?

Sobre el impacto económico, el oficialismo de la "4T" pregona reuniones con empresarios mexicanos y norteamericanos para obligar a Trump a desistir de los aranceles, la extinción del T-MEC y el retiro de empresas de territorio mexicano.

Y cabe la misma pregunta: ¿creen que eso detendrá las órdenes ejecutivas? Para nada.

El discurso del gobierno claudista es solo para el público patriotero y "cuatroteísta" del país, no para responderle a Donald Trump ni para colocarse a su nivel a fin de negociar.

Respecto al combate de los capos de la droga, Sheinbaum y sus gobernadores lo han tomado como una afrenta pues les fastidiarán a sus socios.

Por eso arengan a una falsa defensa de soberanía en el afán de que la gente confunda a la patria con los narcos.

Si los atacan a ellos, atacan a la nación.

A ese grado están llegando.

Pero el resumen de todo es que no tienen nada preparado y hoy les caerá el meteoro anaranjado.

DE ARRIBA Y DE ABAJO

Los analistas estiman que en las primeras semanas del gobierno trumpista se deportarían hasta 5 millones de migrantes y la mayor parte se dejaría en México, sean o no mexicanos.

¿Qué hará el gobierno mexicano ante esa oleada?, ¿dónde los colocará? No se sabe, los que lleguen estarán a la voluntad de Dios.

En Estados Unidos radica un millón de veracruzanos. Es decir, la quinta parte de todos los originarios de Veracruz.

¿Cuántos serán deportados?, ¿a dónde llegarán?, ¿qué les espera aquí?, ¿qué opciones, programas y apoyos recibirán? Tampoco nada se sabe y nada se tiene.

La zacatecana Rocío Nahle está más ocupada haciendo maletas para irse de viaje a España con el pretexto del turismo antes que avituallar su administración ante la oleada de migrantes que llegará de arriba -la frontera norte- y de abajo -la frontera sur-.

Ahora que cierren la frontera norte, los migrantes latinoamericanos y hasta los africanos y asiáticos que transitan por suelo jarocho se quedarían en los sitios de tránsito.

Nuestros migrantes que regresen deportados inicialmente tendrán como destino sus lugares de origen: Playa Vicente, Córdoba, Jalapa, San Andrés Tuxtla, Martínez de la Torre, Minatitlán, Las Choapas, Tierra Blanca, Misantla y Veracruz según el último censo del INEGI del 2020. Y allí no hay nada para ellos.