Por Andrés Timoteo
IGUAL A LA IXHUATECA
Varios incendios se han suscitado en predios por donde pasará el acueducto del Grupo MAS para traer agua del río Cotaxtla y así avituallar a la planta potabilizadora de El Tejar, en Medellín de Bravo.
La última conflagración se registró la noche del viernes pasado a un costado de la carretera Veracruz-Coatzacoalcos donde manos aviesas prendieron fuego a los pastizales.
A la par, pobladores de algunas comunidades rurales de Medellín de Bravo se han manifestado y paralizado los trabajos para la construcción de ese acueducto que avituallará la planta tratadora en El Tejar.
La manifestación más recientes se dio el lunes pasado.
No es un secreto que los lugareños están azuzados por el ayuntamiento que encabeza el verde-morenista Marcos Isleño a fin de boicotear los planes del Grupo MAS luego de que no ha podido lograr que le hagan caso en sus intentos de revocar la concesión para operar el sistema de agua potable que le otorgaron desde el 2015.
El punto de quiebre en este asunto son los incendios que no son cosa menor pues si bien no han provocado víctimas mortales ni heridos ni maquinaria dañada, sí pudo suceder.
El mero intento es un delito y encuadra en el sabotaje que es castigado en el Código Penal vigente para la federación.
En su artículo 140 se establece que el delito de sabotaje se castiga con una pena de 2 a 20 años de prisión para quien o quienes lo perpetren y de 6 meses a cinco años de prisión para quien o quienes estén enterados de la identidad del saboteador o los saboteadores y no los denuncien.
A la par se configurarían otros ilícitos como daño ambiental y provocar un incendio foresta en áreas que son derecho de vía federal.
Si los abogados del Grupo MAS son eficientes podrían llevar a la cárcel al edil Isleño, a los cabecillas que organizaron los incendios y a la gente que participó directa o indirectamente en los mismos.
Este caso se parece mucho al de Ixhuatlán del Café donde la exalcaldesa Viridina Bretón azuzó a un grupo de cafetaleros que en enero del 2022 incendiaron una bodega de la empresa Agroindustrias Unidas de México (AMSA) cuando protestaban por los precios bajos que pagaba a los productores del grano.
En mayo del 2023 fue detenida Bretón Feito junto a varios líderes cafetaleros y permanecieron encarcelados hasta principios de octubre cuando obtuvieron libertad condicionada, pero el proceso judicial no está concluido y siguen bajo el mismo.
Hay paralelismo, aunque lo hecho por Marcos Isleño tiene el agravante de que hay indicios serios de que es el instigador directo e esos incendios.
Además, el incendio no afectó a una empresa privada sino al operador de un bien público que es el agua.
El delito de sabotaje es federal y afecta una obra que fue autorizada por la federación a través de la Conagua.
Entonces, hay suficiente tela jurídica para darle un escarmiento al alcalde medellinense y a los que le metieron candela a los pastizales a fin de detener la obra citada.
Solo es cuestión de que los abogados de los afectados sean eficientes y presenten los expedientes imbatibles.
Y que se apuren porque Isleño pretende poner tierra de por medio, ya pidió licencia para brincar a otro cargo.
Prendió la lumbre y sale corriendo. Y dejará embarcados a los medellinenses con el sainete contra el Grupo MAS.
OTROS SEMEJANTES
Hablando de semejanzas, le está cayendo lluvia ácida al setentero rector de la Universidad Veracruzana por su lambisconería extrema al galardonar al gobernante Cuitláhuac García como inventor de un artefacto usado en ingeniería sin merecerlo.
El lunes de la semana pasada le entregó un diploma y pidió que lo reconocieran como un científico e inventor. Risas.
Pero con el paso de los días se ha sabido que todo es falso, que efectivamente un grupo de estudiantes inventaron el aparato pero García Jiménez no contribuyó en nada.
Dicen que lo metieron al proyecto para cubrir el requisito de que estuviera profesor y luego lo sacaron porque era un holgazán.
Ni siquiera se presentaba al laboratorio.
Aún sabiendo eso, el rector Aguilar que es un 'chairo' irredento forzó las cosas para premiar falsamente al gobernante.
Ahora los verdaderos inventores y algunos académicos han expresado su inconformidad ante tal abuso.
Exigen que le retiren el diploma a García Jiménez y que tanto éste como Aguilar Sánchez ofrezcan una disculpa a la comunidad universitaria y a la opinión pública.
Ese par, Aguilar y García, son unos abusivos y mendaces tan chafas que ni el trapicheo les sale bien.
Los investigadores universitarios sostienen que una sola pregunta de conocimiento demostraría que el gobernante es un farsante.
Retan a que alguien lo cuestione cómo se construyó y cómo funciona el tribómetro electrohidráulico, y verán que hasta "se le lengua la traba".
Más risas.
Ah y sobre la semejanza, este falso galardón rememora lo que hace años hizo un editor que les robó el Premio Nacional de Periodismo a unos reporteros de la sección cultural y él fue a recibirlo.
Si los periodistas protestaban los corría, amenazó.
Hoy sus aduladores lo porfían como premiado en periodismo, aunque todo se trató de un atraco en despoblado.
*Envoyé depuis Paris, France.
