INTESTINALMENTE
Por Andrés Timoteo
Es una tendencia vieja. Ha sucedido tanto en los regímenes de derecha como los de izquierda.
Se madura con el tiempo y, por lo regular, estalla en las postrimerías.
Cuando el poder mengua y la revisión comienza, la porquería fluye desde adentro. La historia da cuenta de eso.
Con Javier Duarte, el ejemplo más reciente para el caso que nos ocupa, la información sobre sus corruptelas financieras -la famosa 'licuadora' de recursos y las empresas 'fantasmas' - así como la adquisición de propiedades lujosas se filtró del mismo gabinete y circulo próximo al exmandatario.
Ojo, no pierdan de vista el indicador porque los ranchos son bienes que han y siguen retratando el latrocinio.
A los políticos ladrones les gusta invertir el botín en este tipo de propiedades.
Dos íconos de lo anterior fueron los ranchos "El Faunito" en Fortín de las Flores y "Las Mesas" en el Estado de México.
Por cierto, dicen que Duarte quería rebautizar como "El Eterno" al rancho de noventa hectáreas en Valle de Bravo, pero no le dio tiempo, huyó antes y luego se lo decomisaron.
El hecho es que los regímenes corruptos revientan intestinalmente.
Y así está pasando con el cuitlahuismo.
Cada día se sabe algo más de la riqueza súbita de los funcionarios estatales.
Por ejemplo, ya son del dominio público el par de mansiones que llaman "Las Gemelas" en la reserva boscosa de La Martinica, en Banderilla.
Una es del exsubsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero y la otra del primo, el gobernante saliente, Cuitláhuac García.
También se ha ventilado un rancho ganadero con 300 cabezas de la raza Brahman americano propiedad del secretario de Gobierno, Alberto Juárez.
Tan solo en ese hato hay una fortuna.
De acuerdo al sitio México Ganadero, un ejemplar cebado se cotiza entre 50 y 60 mil pesos mientras que una vaca productora de leche en 45 mil pesos.
Allí, en el rancho "El Veinticinco", hay al menos 18 millones de pesos únicamente en bovinos.
LAS ENVIDIABA
A eso súmenle las instalaciones e infraestructura.
Ah y el caballo pura sangre que se valora en 100 mil dólares.
Dicen que el tabasqueño Juárez Gil se encaprichó con tener un ejemplar como "El Troyano" de la cantante Ángela Aguilar o la yegua "Alizze" que el boxeador Raúl "El Canelo" Álvarez le regaló a su hija cuando cumplió 15 años.
El precio de ambos cuadrúpedos es parecido, rondan entre 1.8 y 2 millones de pesos.
Pues Juárez Gil quiso uno igual, se lo auto-regaló y así le bajó la envidia que les tenía a la esposa de Christian Nodal y a la "Canelita".
Ya no las quiere arañar.
Y a su cuaco lo nombró "Tormenta".
Se calcula que en ese rancho el tipo tiene un haber de al menos 120 millones de pesos.
¿De dónde si hace menos de siete años malvivía, malcomía, malcalzaba y malvestía?
Fue la magia rateril del gabinete estatal.
Hay otras fortunas súbitas que deben ser investigadas: las de Elio Hernández de la SIOP, Sergio Rodríguez de la PMA, Iván Sisniega de Salud, José Lima y Eleazar García de Sefiplan, Juan Gómez exlíder de la legislatura y la del mismo García Jiménez.
Lo mismo la del tal Joseph Iván Luna de Comunicación Social de quien se dice -filtrado desde su misma oficina- que es dueño de un par de edificios de departamentos en zonas de alta plusvalía de Jalapa.
Otra vez: ¿de dónde si su sueldo es de 80 mil pesos al mes? Si lo ahorró todo, en seis años habría juntado 5.7 millones que apenas le alcanzaría para un solo departamento. Ahí se fue lo de los "convenios chiquitos".
Cuitláhuac García declaró en un programa de la oficialista RTV que únicamente tiene 2 millones de pesos en su cuenta bancaria de lo que logró ahorrar en los seis años como gobernante.
¿Alguien le cree?
El tipo es burdo hasta para tratar de esconder sus raterías.
Entonces, con el tiempo, la dedicatoria de los periodistas y las delaciones de los propios colaboradores del cuitlahuismo se irán deshilvanando las rutas por las que se fueron miles de millones de pesos al caño de la corrupción.
LEGITIMADA O CÓMPLICE
El caso del tabasqueño Juárez Gil pasó de los dichos al careo-espectáculo el pasado lunes porque lo exhibió el diputado priista Héctor Yunes quien le anticipó una denuncia penal por esa riqueza inexplicable -dato erróneo porque sí tiene explicación, el término correcto es súbita-.
No le crean mucho a Yunes Landa quien terminó siendo el Alfredo Adame de la política aldeana pues en la decadencia solo le queda el escándalo estridente.
Pero suponiendo que haya querella, ésta no prosperará con la tuxtleca Verónica Giadáns en la Fiscalía.
Entonces la decisión será de la zacatecana Rocío Nahle quien, aunque no lo quiera y aunque las reglas no escritas del morenismo se lo limiten, tiene que dar un 'manotazo' para que no la señalen de tolerar a los corruptos que la antecedieron.
Necesita desligarse de ellos y poner al menos un par tras las rejas para darles un mensaje de confianza a lo veracruzanos.
Aun con el triunfo electoral, Nahle requiere legitimación y qué mejor oportunidad que castigar a los más corruptos.
Si lo hace tendrá comiendo de su mano a la opinión pública. No tiene opción, deberá escoger entre la complicidad o la legitimación.
*Envoyé depuis Paris, France.