Por Andrés Timoteo

JARABE DE PICO

¿Algún veracruzano ya recibió la visita de los encuestadores para solicitar su opinión sobre los aspirantes de Morena a la gubernatura?, ¿ya tocaron a su puerta con los sobres sellados para que marquen la boleta anónima?, ¿o ya los llamaron por teléfono para preguntarles lo mismo?

¿Alguien ha visto a esos encuestadores en la calle?, ¿saben el nombre de la casa de sondeos que aplica la encuesta?, ¿cuántas son?, ¿se levanta también una 'encuesta espejo' para confrontar la medición demoscópica?

Se apuesta mil a cero de que nadie puede responder las preguntas anteriores.

En esta semana los enviados de las empresas encuestadoras deberían estar peinando el territorio estatal para levantar los cuestionarios correspondientes, pero nadie sabe de ellos. Ni se ven ni se oyen.

En cinco días, el lunes 30, se harán públicos los "resultados" que designarán a al candidato en el 2024, pero todo es un 'dedazo' descarado, más descocado que el aplicado para la candidatura por la presidencia pues a nivel estatal ni siquiera se sabe cuáles ni cuántas casas de sondeo están contratadas ni la metodología ni el tamaño de la muestra ni nada.

Todo es simulación. No hay encuesta sino decisión ya tomada por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

A los ciudadanos y en especial a los militantes morenistas les dan 'jarabe de pico', como dicen en el pueblo.

La decisión ya estaría tomada para imponer a la zacatecana Rocío Nahle y todo el proceso interno que se armó alrededor de esa imposición es una tomadura de pelo.

Nada de democracia ni equidad ni equilibrios. No hay encuesta ni encuestadores, tampoco espacios para que la ciudadanía o la militancia opine.

Los defraudados, si se asumen como tales, son únicamente los ilusos o convenencieros que creyeron que se aplicaría el método de la medición de popularidad para otorgar la candidatura.

No así los participantes de la faramalla. Los siete que participan en el proceso interno ya sabían que es un teatro para tratar de legitimar la imposición.

Por eso las declaraciones aparentemente estridentes y críticas de personajes como Manuel Huerta, el exdelegado de la Secretaría del Bienestar y del diputado minanteco Sergio Gutiérrez son parte de la puesta en escena.

Lo mismo la posición asumida por el exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, aunque siga haciéndole travesuras a su exmadrina política, la zacatecana Nahle, a quien le cuelga mantas cuestionando su lugar de origen y pidiendo a los veracruzanos rechazarla por 'cachirula'.

Pero no hará más que eso pues carece de los tamaños y seguidores para provocar un cisma al interior del partido guinda.

GALLO, GALLINA...

El mejor ejemplo para confirmar que la encuesta de Morena es una engañifa lo dio el extitular de la SEV, Zenyazen Escobar quien resultó mal actor en esa puesta en escena ya que desde el principio dejo ver que todo estaba arreglado para 'dedear' a la zacatecana Rocío Nahle.

En tres actos desnudó el chanchullo. Primer acto: antes de iniciar su proselitismo, el rioblanquense anunció que declinaría por la zacatecana para honrar la equidad de género.

Segundo acto: su promoción la comenzó repartiendo panfletos a favor de la zacatecana y recorriendo colonias jalapeñas pidiendo el voto para ella, no para él.

Y tercer acto: el lunes cuando -se supone- había iniciado el levantamiento de la encuesta, Escobar de plano declinó a favor de la exsecretaria de Energía.

En Orizaba, su región pues es originario de Río Blanco, le alzó el brazo a Nahle y la coreó como "gobernadora".

En pocas palabras, se le hincó antes de tiempo. Tal vez por darle la impresión de que fue el primer genuflexo, el que se inclinó antes que todos, incluso antes de que se conociera el resultado de la dichosa encuesta.

Claro que se esperaba su arrodillamiento, pero no tan pronto.

Todo un caso hilarante. Sus seguidores, principalmente maestros enganchados con las prebendas de la SEV y sindicalistas charros, seguramente están sorprendidos por la rapidez para terminar con sus aspiraciones rumbo a la gubernatura.

En pocas palabras, aquel que creían su gallo con espolones se echó a empollar huevos. Risas.

El exestríper mostró su verdadero talante ideológico en este proceso interno ya que hace unos pocos años -antes del 2016- andaba en las calles encabezando protestas y paros magisteriales con una camiseta que tenía la imagen del guerrillero argentino, Ernesto "Che" Guevara y gritaba las consignas que popularizó en la Revolución Cubana: ¡Compañeros, hasta la victoria siempre!, ¡Triunfo o muerte!, ¡Patria o muerte!

El lunes, el rioblanquense se olvidó de esas arengas y desdeñó pelear por la victoria como lo recomendaba su ídolo Guevara.

El grito de ¡hasta la victoria siempre!, lo sustituyó por el de "¡gobernadora, gobernadora!" para la zacatecana Rocío Nahle. Vaya forma de mostrar que su ideología revolucionaria era de merengue y azúcar glass. Todo con tal de no quedar fuera de la nómina pública.

SU ZACATENEIDAD

Lo que también se ha visto y confirmado en estos días de campaña interna en el morenismo aldeano es la fobia autoimpuesta de la zacatecana Rocío Nahle.

Ella aborrece la cruz de su parroquia o sea su origen zacatecano. Le purga que la llamen por su gentilicio, que le recuerden que nació en Río Grande, Zacatecas, y que en Veracruz es una advenediza.

Ya mandó a elaborarse una propaganda en la que su vestido es el mapa de Veracruz, ya se vistió de jarocha y recientemente lanzó la frase temeraria de que es "más veracruzana que la bamba", pero ni así logra sacudirse su zacateneidad ni quitarle a los veracruzanos la percepción de que les quieren imponer una arribista.

A Nahle le enoja que la llamen zacatecana, le cuelga el teléfono a los periodistas en medio de noticieros al aire cuando le hacen la pregunta de su origen y hace muecas cuando la obligan a responder.

Odia su zacateneidad porque es un riesgo para sus ambiciones. Empero, por más pataletas que haga, en ella se cumple eso de que "aunque la zacatecana se vista de jarocha, zacatecana se queda".

*Envoyé depuis Paris, France.