Por Andrés Timoteo
LA CHANECADA
Función teatral del ‘Jalogüin’ guinda en Veracruz.
Los de Morena están dando un espectáculo de ficción con catrinas andantes, muertos hediondos, tumbas cavadas y espectros marrulleros que se pican entre ellos.
Los más teatreros son Manuel Huerta y Patrocinio Cisneros que ‘espantan con el petate del muerto’ a sus propios colegas.
Quieren ser los candidatos en el 2024, o al menos hacen la finta, y llevan días fustigando el evidente ‘dedazo’ a favor de la exsecretaria de Energía, Rocío Nahle.
A fin de jorobarla mandan a duendes y gnomos para colgarle mantas y difundir mensajes en las redes sociales en los que llaman a repudiar su imposición por no ser jarocha sino nativa de Río Grande, Zacatecas.
Pero el que se lleva las fanfarrias por su vodevil es el bajacaliforniano Cisneros que desde el fin de semana se proclamó ganador de la encuesta de opinión que mandó a realizar su partido.
Se dice el candidato indiscutible y convocó a sus simpatizantes -voluntarios u obligados- a emprender la “defensa de su victoria”.
Lo que hace es porque las condiciones del proceso interno se lo permiten: una comedia pare a otra.
La dichosa encuesta no existe, no se aplicó ni una sola entrevista a los veracruzanos, nadie conoce la casa encuestadora ni la muestra demoscópica.
De ahí que ese embuste autoriza a los interesados en lanzar otros embustes y Patrocino Cisneros se da vuelo.
A través de gacetillas en espacios mediáticos que lubrica con dinero público difunde la versión de que es el ganador y hay una maniobra pérfida para despojarlo de la candidatura.
Claro, esos espacios y plumas que derrochan tinta a su favor no tienen el alcance y mucho menos la credibilidad para que el teatro impacte con seriedad en la opinión pública, pero hacen ruido y divierten a todos.
Y vaya tundas que le ponen a la zacatecana Nahle. Le pegan un día sí y al otro también.
Esta ristra mediática busca de generar la percepción de que a Nahle le darán la candidatura a la mala haciéndole fraude a Cisneros.
Con eso, el bajacaliforniano podrá acusar que Nahle no solo es ‘cachirula’ sino también espuria. Tal es la travesura que hace ese chaneque malcriado, hubiese dicho don Fausto Fernández Ponte.
COMO EL CUENTO
El asunto se vuelve más hilarante si este sainete del exsecretario de Gobierno se mira a la luz de aquel chiste clásico e irreverente que se cuenta en cada temporada comicial.
Para que los lectores lo recuerden y tengan el contexto, aquí se presenta la versión más socorrida.
Se relata con las palabras originales y “con todo el respeto”, como ataja Doña Margara Francisca cada vez que les va a restregar una picardía a los aludidos .
Que el lector sustituya a esos aludidos por los personajes del cuento y el entrelineado es para acomodar el relato con el tema tratado:
Erase una vez que el cuerpo humano estaba sin presidente -o gobernador o alcalde o candidato- y se decidió convocar a una elección para determinar cuál órgano ocuparía dicho cargo.
El corazón saltó de inmediato: yo debo ser el presidente porque soy el que bombea la sangre y mantiene vivo al cuerpo.
El cerebro reparó: debo ser yo porque sin mí no funcionaría ningún órgano ni sería posible el pensamiento y hombre sería un animal más.
Los ojos también se postularon: somos el contacto con el exterior, lo guiamos. Los pies lanzaron también su candidatura: nosotros sostenemos todo el cuerpo y sin nosotros estaría en el suelo siempre.
Lo corrigió el esqueleto que también se candidateó: soy yo quien lo sostiene y le impide quedarse como masa amorfa, por lo que debo ser el mandatario.
Y así los otros órganos presentaron sus candidaturas, los riñones, el estómago, el hígado, etcétera, hasta que al final se oyó una voz desde la puerta de salida -el intestino grueso -: ¡Yo quiero ser presidente! Me lo merezco, soy vital para el cuerpo, lo mantengo sano y me encargo de las cosas sucias.
Todos soltaron la carcajada. ¡La caca quiere ser presidente, jajaja!, ¡Está loca! ¡Es un chiste!, ¡Buuuu, que se saque! Enojada por las burlas a sus aspiraciones, la caca encaró a sus detractores con un ultimátum: ahora no me salgo de la asamblea -del cuerpo- y me quedó aquí hasta que se respeten mis derechos políticos.
Y ahí se quedó. Pasó un día y los órganos se seguían burlando.
Al siguiente comenzaron los dolores por la constipación.
Al tercero estaban amarillos pues comenzó a invadirlos la infección por el excremento retenido.
Al cuarto día, el colapso por la septicemia era inminente. Y la caca no se salía de la asamblea ni retiraba su postulación.
En el quinto día todos cedieron en tropel. ¡Aceptada su candidatura!, gritaron a mano alzada los atribulados órganos.
Pero que ya se salga, suplicaron.
Y así la caca fue candidata y luego presidenta. Moraleja: cualquier mierda puede ser presidente -o candidato-.
Hasta ahí el cuento.
¿Acaso no aplica a lo que se está viendo en el partido guinda de la aldea?
También confirma que la filosofía cuentística da tiros asombrosamente precisos sobre la realidad. Risas y más risas.
CORRO, DE CORRIENTE
El fragmento de video que circuló con la presidenta del congreso local, Margarita Corro, manoteando y exigiendo a gritos que las indígenas chinantecas le hablaran con respeto y en español no fue un exabrupto sino una actitud constante de la morenista para con esos ciudadanos.
Se enojó porque las mujeres chinantecas le dijeron que no votaría más por Morena debido a que ella no ha cumplido sus compromisos con las comunidades étnicas.
De ahí la amenaza de Corro sobre que la zacatecana Rocío Nahle será la próxima gobernadora y los castigará negándoles obras y programas sociales.
Esa reunión no fue para discutir proyectos sino para chantajear a los electores indígenas, pero éstos no se dejaron.
El colmo es que ahora Corro -por su apellido y por corriente – alega que ella fue la vejada, se niega a disculparse y amenaza a las chinantecas con ¡denunciarlas por violencia de género! Ah, ¿y que el candidato y compadre de la terrablanquense no era Patrocinio Cisneros?
*Envoyé depuis Paris, France.