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TEXTO IRREVERENTE | LA LEY Y LA NORMA - El rectoringo - el título de rector le queda ancho- de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar Sánchez, tiene dos entuertos acumulados: la ley y la Norma que han desnudado su ambición...

El rectoringo - el título de rector le queda ancho- de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar Sánchez, tiene dos entuertos acumulados: la ley y la Norma que han desnudado su ambición y abuso de poder. Uno tiene que ver con su obsesión...

Por Andrés Timoteo

LA LEY Y LA NORMA

El rectoringo - el título de rector le queda ancho- de la Universidad Veracruzana (UV), Martín Aguilar Sánchez, tiene dos entuertos acumulados: la ley y la Norma que han desnudado su ambición y abuso de poder.
Uno tiene que ver con su obsesión reeleccionista y el segundo es Julia Norma Trujillo Báez, su vocera, a quien le hizo el favor indebido de enderezarle los papeles profesionales para que pudiera ocupar dicho cargo.
Ambos, la Ley y la Norma, son escándalo suficiente para al menos corregir su proceder y ofrecer una disculpa pública.

Pero no lo hace ya que a Aguilar Sánchez, como buen 'chairo', se le resbala el descrédito y entre más ignominia lo envuelva más se crece.

Empecemos por la Norma, que no es lo mismo que la ley.

La vocera universitaria Norma Trujillo sufre la llamada 'maldición de Nietzsche" porque se convirtió en el monstruo que combatía o que por lo menos decía combatir.

Antes de convertirse en funcionaria ofrecía una imagen de reportera crítica del oficialismo y fustigadora de los corruptos, ¡pero terminó envuelta en un escándalo de corrupción!

No tenía un título profesional cuando arribó a Comunicación Universitaria y por ende tampoco cumplía con el requisito para dicha jefatura.

Pero se hizo del documento a la mala.

No la agobió el conflicto moral de permitir que Aguilar Sánchez le maquilara y firmara un título exprés que además tiene el agravante de carecer del respaldo de una tesis profesional.

El título de "licenciada en Letras Españolas" -ojo, no es comunicadora- lo elaboraron en un 'horno de microondas' violando normas y protocolos que el resto de los alumnos universitarios está obligados a cumplir. Vaya cacofonía tan descocada: Norma violó la norma.

¿Dónde quedó la reportera que se decía impoluta y defensora de las mejores causas?

Si en verdad la vocera fuera una persona con ética, de entrada no debió aceptar el enjuague ni el cargo, y lo más ominoso es que una descubierto el cochupo se ha negado a renunciar.

Sufre la "maldición de Nietzsche", se repite porque la señora Trujillo terminó siendo tan corrupta como los que antes decía combatir.

El otro entuerto es el proyecto para reformar la Ley Orgánica de la UV que ya fue ingresado al congreso local y se pretende que los diputados lo aprueben esta misma semana que es la última de la 66 legislatura.

Buscan una votación 'fast-track' porque es el pago que el gobernante saliente, Cuitláhuac García, le dará al rectoringo quien abril pasado lo invistió como "inventor" 'de tecnologías parasitando a los verdaderos inventores. ¿Un diploma mentiroso a cambio de otros cuatro años al frente de la UV? Umm, suena a poco.

EL ANTÍDOTO

Sin embargo, eso apenas es la fachada porque el acuerdo entre ambos, García y Aguilar, es amplio. Tiene que ver con plazas, sueldos, cotos y botines en la casa de estudios.

Y para que eso sea posible tiene que haber reelección.

El impedimento es el artículo 37 de dicha ley que establece la edad límite para ser rector en menos de 65 años y Aguilar desde el año pasado recibe su Pensión del Bienestar.

Ya tiene 66 años y para el 2025 tendrá 67 lo que le impide reelegirse.

Por eso desde marzo y con la complicidad del Consejo Universitario cambió la ley para eliminar la limitante de edad.

Ahora ese texto deberá ser validado por el Legislativo.

El futuro de Aguilar Sánchez depende de tres cosas. Una, la aprobación de la reforma en este parlamento.

Si no lo logra vía 'fast-track' en esta semana, lo segundo es que lo valide la 67 legislatura con el visto bueno de la gobernadora entrante.

Claro, vetarla le conviene más a la zacatecana Rocío Nahle si quiere quitarle a Cuitláhuac García ese coto de poder y no lidiar cuatro años con un rector que responderá a los intereses de su antecesor y no a ella.

Y hay un tercer escollo: la controversia constitucional apelando a la no retroactividad de las leyes.

Aguilar fue electo bajo un esquema legal anterior y la nueva ley no le aplicaría a él sino al siguiente rector.

Entonces, el antídoto para su ambición reeleccionista es la controversia constitucional.

Hay tela jurídica para cortar y los que se digan agraviados por la intención del tipo para aferrarse a la silla rectoral deberán asesorarse con los constitucionalistas a fin de interponer los juicios de amparo correspondientes.

Y tienen que darse prisa antes de que Morena -el paraguas del 'chairo' Aguilar- imponga a militantes como s jueces, magistrados y ministros y se contamine partidistamente la calificación de una controversia constitucional.

AMORPHOPHALLUS

En estos días, los incondicionales de Aguilar mueven una campaña difusiva diciendo que la reforma a la Ley Orgánica de la UV es benéfica, necesaria luego de tres décadas sin actualización y bla, bla, bla, pero son piropos de maquillaje.

Los maestros de la Facultad de Biología la comparan con la "Amorphophallus" o "Falo amorfo", la flor alabada por espectacular pero que huele a excremento.

La ley de Aguilar apesta y los adornos que le cuelgan son para ocultar el trasfondo: la vulgar ambición del tipo que quiere reelegirse a fin de seguir metiendo la mano a los dineros universitarios.

*Envoyé depuis Paris, France.