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TEXTO IRREVERENTE | LA NOPALERA - Casi forzado tuvo que precisar lo que trastabillaba: Cuitláhuac García y Rocío Nahle son corruptos. O como aquella película que levantó ámpula en el 2008...

Casi forzado tuvo que precisar lo que trastabillaba: Cuitláhuac García y Rocío Nahle son corruptos. O como aquella película que levantó ámpula en el 2008 y que está basada en un hecho real: son ‘presuntos culpables’...

Por Andrés Timoteo

LA NOPALERA

Casi forzado tuvo que precisar lo que trastabillaba: Cuitláhuac García y Rocío Nahle son corruptos. O como aquella película que levantó ámpula en el 2008 y que está basada en un hecho real: son ‘presuntos culpables’ de corrupción.

Así lo dijo el peroteño José Yunes Zorrilla en el noticiero de Radio Fórmula conducido por el periodista Joaquín López Dóriga quien tuvo que echar mano de los ‘fórceps’ para sacarle una declaración precisa al priista que se negaba a decir las cosas por su nombre.

Yunes señaló que si bien en Veracruz han habido malos gobiernos -tanto priistas como panistas según acotó el entrevistador- “pero nunca uno tan malo como el que estamos lamentando en Veracruz estos cinco años”.

¿Está usted acusando de corrupción al gobernador Cuitláhuac García?, le preguntó al peroteño.

Este ‘cantinfleo’.

Y entonces el periodista reiteró.

“No me contestó, ¿está usted acusando al gobernador?”.

Más titubeos y comentarios tanjenciales.

Pero López Dóriga lo punzó más hasta que lo dijo abiertamente: “El titular del Poder Ejecutivo es responsable del gobierno, entonces tendrá que responder por lo que le corresponda a él y por lo que le corresponda a quien le delegó responsabilidades”.

Vaya, tanta verborrea para dar con el ‘quid’: Cuitláhuac es un corrupto.

De la misma forma lo tuvo que acorralar para que hablara abiertamente de la zacatecana Rocío Nahle por su escandalosa mansión en El Dorado que no pudo pagar con un ingreso legal y su ostentoso aparato de seguridad y vehícular que la rodea en eventos electorales.

¿Está señalando que Rocío Nahle está cometiendo actos de corrupción?, lo inquirió el conductor.

Y hubo más rodeos, aunque finalmente afinó el señalamiento: que esa casota de la zacatecana no corresponde a sus ingresos legales y que los actos de corrupción en la refinería de Dos Bocas, documentados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tendrían sus pistas confirmatorias en la zona residencial de Alvarado, palabras más, palabras menos.

O sea el otro ‘quid’: Nahle se robó el dinero de Dos Bocas y con parte del botín se construyó esa casota. Es, por lo tanto, una corrupta.

¿Por qué al candidato aliancista le cuesta tanto decir las cosas por sus nombres?

No es por una cuestión legal pues él mismo dice que están preparando las denuncias penales correspondientes.

Tal vez sea por una cuestión cultural.

Yunes no ha logrado sacudirse esa narrativa anclada en recovecos, lugares comunes y la retórica insulsa a pesar de que hay una necesidad de señalar con dedo flamígero.

‘Nombrar al pan, pan y al vino, vino’, como dice la sapiencia popular. Por ende, a los corruptos, corruptos.

Por cierto, las redes sociales rebozan con opiniones puntillosas y ‘memes’ hacia la zacatecana.

Uno es muy atinado, aunque no novedoso pues ya lo han dicho con otros políticos, pero en el caso de Nahle aplica al dedillo.

Empatan una penca de nopal y la fotografía la candidata. ¿En qué se parecen?, preguntan.

En que a la zacatecana como al nopal cada día le encuentran más propiedades. Ni cómo refutarlos. Risas.

Ah, y sabían que en Zacatecas hay un pueblo que se llama San Bernardo de la Nopalera que es primer productor mundial de nopal.

Entonces ¿por qué Nahle no levantó allá su casota?

Otro internauta adaptó el estribillo de la popular canción “Me he de comer esa tuna” a “He de habitar esa casa (la de El Dorado), aunque me espine la mano”.

Y vaya que está saliendo espinada la zacatecana junto a su cónyuge y a su proyecto electoral.

NEGANDO LA FIESTA

Y hablando del marido, José Luis Peña, quien aparece como comprador de los lotes en la Riviera Alvadareña, éste vuelve a ser el protagonista de otro escándalo que zarandea a la de Río Grande, Zacatecas.

Antes fue su alarde de que sería secretario de despacho y el decisor en el gobierno estatal si gana su esposa.

Ahora en el tema de los bienes adquiridos a través del caño de la corrupción.

El jubilado de lujo de Pemex y operador de facto de la campaña nahlista recurrió a la estrategia clásica de los descarados cada vez que los pescan en sus maromas: Tú niega la fiesta aunque te encuentren confeti en los ‘chones’.

Así lo hizo cuando el periodista Fidel Pérez lo cuestionó el fin de semana en Coatzacoalcos. Negó todo y quiso voltear la acusación contra el entrevistador y la prensa.

En derecho hay la llamada Teoría de la Culpabilidad muy ligada a cuestiones psicopatológicas de los infractores de la ley.

Es algo embrolloso, pero hay quienes lo explican de forma sencilla.

El culpable pasa por diferentes etapas, primero ignora y enmudece ante las acusaciones -tal como Nahle reaccionó el viernes en Jalapa-.

Luego, cuando le muestran evidencias, intenta voltear las cosas y acusa a sus acusadores -como lo hizo Peña con el reportero en el sur-.

Después es la lloradera y la victimización.

Alega que todos están contra él, lo difaman y lo quieren destruir. Y al final, el cúmulo de pruebas lo lleva a admitir la culpa.

Es cuando queda firme que delinquió por volición, o sea por un acto de voluntad propia, porque así lo quiso, porque así es.

Los Peña-Nahle están en las dos primeras etapas.

*Envoyé depuis Paris, France.