Por Andrés Timoteo

LADRONES DE ARTE

El arte siempre ha sido un botín para los políticos ladrones. Y hay una historia que sirve para contextualizar un caso en Veracruz.

En el siglo pasado, el matrimonio formado por el dictador español Francisco Franco y Carmen Polo usó el poder para hacerse de un patrimonio artístico multimillonario.

La señora Polo, de origen aristócrata, era amante de las joyas, los cuadros, las esculturas y los palacetes, y le enseñó al marido qué obras de arte robarse.

Polo sembraba el terror en las joyerías madrileñas con sus 'tours' por los aparadores para llevarse piezas muy costosas a crédito, pero que nunca pagaba.

Así llenó su alhajero que era de los más envidiados de Europa.

Los joyeros no se podían negar al robo de la esposa del dictador pues se arriesgaban a ser fusilados o terminar en una mazmorra.

La leyenda urbana cuenta que al menos dos veces al año se corría la voz: ¡Ahí viene la Polo!

Y los diamantistas corrían a esconder las prendas más caras.

No solo las joyas seducían a la mujer de El Generalísimo sino también las piezas de arte, especialmente las esculturas.

En Galicia, al norte de España, hay litigios que llevan décadas entre los herederos de los Franco Polo y los gobiernos autónomos por la posesión de obras medievales que se apropiaron.

Un botín peculiar, por su trascendencia artística, es el legado del llamado Maestro Mateo, escultor y arquitecto medieval que además de diseñar parte de la catedral de Santiago de Compostela hizo efigies magníficas como las de los patriarcas y reyes hebreos Isaac, Abraham, David y Salomón.

Impresiona, por ejemplo, la majestuosidad y realismo del rey David tocando el arpa ( https://2cm.es/MGOc ) o lo imponente del profeta Isaac con su enorme barba y sosteniendo el pergamino de sus augurios ( https://2cm.es/P4wo ).

Ambas esculturas se exhiben en el museo de la Catedral de Santiago de Compostela.

El Maestro Mateo es un enigma histórico pues se conoce su acervo escultórico, pero no su apellido preciso ni fechas de nacimiento y muerte.

Se sabe que era gallego, que tal vez su apellido fue Díaz y que con sus manos prodigiosas elaboraba exquisitas obras tres siglos antes de que surgiera otro genio de su tamaño, el italiano Miguel Ángel.

Mateo no trabajó el mármol, al que llaman la 'piedra de los dioses', como Miguel Ángel pero con el granito y la basáltica -materiales relativamente baratos- creó sublimidades.

Dos de estas, las esculturas de Isaac y Abraham que datan del año 1168, se las robó descaradamente Francisco Franco a petición de su esposa.

En 1954, ambas piezas estaban en el consistorio compostelano -léase ayuntamiento- y desaparecieron coincidentemente tras la visita de los Franco con motivo del ese Año de Jacobeo.

El dictador utilizó el ejército para llevarlas hasta Pazo de Meirás, un palacete en el municipio gallego de Sada que también se apropiaron en 1941 y usaban como residencia veraniega.

Allí permanecieron sesenta años y apenas en el 2015 se lograron retirar para llevarlas al museo catedralicio, aunque siguen bajo litigio porque Francis Franco, nieto del dictador, alega que fueron "regalos del pueblo gallego" a su abuelo.

En realidad fueron un pillaje.

GATO POR LIEBRE

Pues bien, como buen admirador de Franco el exgobernador Javier Duarte se hizo de una colección de arte que si no expoliada directamente de los museos sí pagada con el dinero robado al erario estatal.

Son 16 obras entre pinturas, esculturas, litografías y bocetos.

Bueno, al menos eso es lo que lograron descubrirle y decomisarle.

Se trata de creaciones de Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Leonora Carrington, Joan Miró, Fernando Botero, Pedro Friedeberg, William Turner, Joaquin Clausell, Javier Marín y Gustavo Aceves.

Esa colección fue llamada "Arte Recuperado" y exhibida en el edificio del IVEC en el 2018, a excepción de la escultura equina de Aceves que se donó a la Unión Ganadera de la Zona Centro y se exhibe en el recinto de la Feria Ylang-Ylang en Boca del Río.

Obvio, ese catálogo artístico se rescató en el bienio yunista.

Con el gobierno de Cuitláhuac García se le quitó el nombre a la colección y las piezas fueron desatendidas.

Por ahí andan, mal instaladas y mal exhibidas.

Las tiene a cargo la secretaria de Cultura, la duartista Silvia Alejandre. ¡Oh, la Iglesia en manos de Lutero!

¿Alguien las ha visto?

Corren dos rumores chocantes sobre esa colección.

Uno es que varias piezas, si es que no la totalidad, fueron replicadas y las auténticas retornadas a su "propietario" original.

Las que están en posesión del estado son las falsificadas.

Otro es que están embaladas y listas para regresárselas en unos meses cuando salga del Reclusorio Norte.

Todos está planeado para que Duarte y su exesposa Karime Macías -la Carmen Polo aldeana- repesquen ese botín artístico.

Pero que no se fíe el exgobernador porque los cuitlahuistas salieron igual o más ladrones y en una de esas le devuelven 'gato por liebre'.

A los veracruzanos ya les habrían dado ese 'gato' pues las obras genuinas ni siquiera estarían en el haber estatal sino colgando en la pared de alguna mansión de los nuevos millonarios guindas.

*Envoyé depuis Paris, France.