Por Andrés Timoteo
LAS PRIMAVERAS
Llegó la primavera, la estación en la que se puede hacer todo sin que haya remordimiento en el cuerpo ni el alma.
Al menos eso decía el poeta Pablo Neruda quien se quejaba de haber sido castigado por el destino pues amaba la primavera, pero nació en verano y murió en invierno.
Mal fario para quien le dedico una oda a esa temporada.
"Primavera, muchacha, ¡te esperaba!/ Toma está escoba y barre el mundo,/ limpia con este trapo las fronteras./ Sopla los techos de los hombres,/ Te veo venir por el camino: esta es mi casa, entra./ Tardabas, ya era hora" -es un fragmento-.
El poeta checo František Halas, hijo de un artesano y que nunca fue a la universidad porque no pudo pagarla pero que aún así sus verso y prosa fueron exquisitos, contaba que la primavera es "el lujo de los pobres" porque se goza del esplendor en el universo sin gastar una sola moneda.
Las cuatro estaciones del año son para el amor pero cada una es para un amor diferente, opinaba la danesa Inger Christensen.
La primavera es para los novios, el amor de alborada y los arrumacos inocentes.
El verano para los amantes, los apasionados, el deseo desbordado y el idilio turbulento.
El otoño es el tiempo "de vivir y poner la mesa y compartir", como lo dice en su poemario "El Valle de las Mariposas", la estación de los amores duraderos.
Y el invierno es para el amor familiar, el reencuentro hogareño, ese "que se alimenta con castañas asadas y vino tibio".
Pues llegó la primavera en este 2025 con el mundo y el país 'patas arriba', aunque lo mismo se dice cada año.
Claro, han habido primaveras más belicosas que amorosas y que han provocado cambios históricos.
Ahí está la Primavera de Praga que ya es una lección en la historia, cuando miles de jóvenes en la entonces Checoslovaquia -desaparecida como país desde 1993 porque ahora es la República Checa- tomaron las calles para repudiar al Estado Soviético -el país estaba subordinado a la también extinta URSS- y exigir reformas liberales y democráticas.
Eso ya no lo vio el poeta Halas, fallecido en 1949.
EL 68 PRIMAVERAL
La sublevación checa se enmarcó en el movimiento juvenil de 1968 tanto en Europa como en otras parte del orbe, incluyendo México con su agitación estudiantil que si bien tuvo su apogeo entre julio y noviembre -la fecha emblemática es el 2 de octubre por la masacre en Tlaltelolco- comenzó a crecer precisamente en la primavera de ese año
Igual la Primavera Árabe que fueron las rebeliones ciudadanas entre el 2010 y 2012 en Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin, Libia, Siria, Jordania, Irak y Argelia para exigir reformas libertarias y rechazar las dictaduras del momento.
Cuarenta y cuatro años después del 68, México tuvo una segunda primavera histórica, según algunos cronistas, aunque no por una masacre sino por el mensaje político y el protagonismo de estudiantes.
Fue llamada la Primavera Mexicana y se registró en el 2012 con el movimiento estudiantil "#YoSoy132".
Inició en mayo con el repudio de los alumnos de la Universidad Iberoamericana al entonces candidato presencial del PRI, Enrique Peña Nieto.
La exigencia era tanto por el cambio político-democrático en el país como por una cobertura equilibrada y apartidista de la prensa.
Desde entonces no han habido más primaveras de ese calado. Algunos sociólogos consideran que la movilización de mujeres del 8 y 9 de marzo del 2020 con la convocatoria a la jornada "Un día sin nosotras" hecha por el colectivo veracruzano Brujas del Mar encuadra en ese concepto.
Sin embargo, el movimiento feminista no fue ni ha sido lo suficientemente apoteósico para provocar reformas y acorralar a los misóginos en el poder. Gobernaba el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador declarado enemigo de las feministas y al que no pudieron obligar a que atendiera sus demandas ni en ese 2020 ni en todo el sexenio.
MAGIA SUBVERSIVA
Ahora mismo la movilización en el país es por los desaparecidos, la detonó el hallazgo de un campo de exterminio en Jalisco, bueno más bien su difusión masiva porque ya había sido incautado por las autoridades desde el 2024 aunque ocultaron la información.
La noticia sobre el rancho en Teuchitlán fue iniciando marzo, en vísperas de primavera.
Miles están protestando para exigir justicia, lo malo es el precedente del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa: la agitación actual -de miles, pero no de todos- se diluiría con el paso del tiempo.
Que eso no se repita depende de la cantidad de ira colectiva.
Apremia, pues, una Primavera Revolucionaria o, mejor aún, una Primavera de los Pueblos, como llamaron a la oleada de movilizaciones de 1848 en contra de los regímenes absolutistas iniciada en Francia y propagada por Inglaterra, Austro-hungría, Italia, Polonia y España.
Entonces, las sublevaciones primaverales no son algo nuevo y hoy nos urge una.
Apura porque según deduce el historiador austriaco Christopher Clark en su último libro "Primavera Revolucionaria" (2023): "las revoluciones se hacen en primavera, ¿cuándo más es posible la magia subversiva?"
Ojo, nuestras revoluciones más grandes, la de 1810 y 1910, fueron en otoño y su "magia" más que efectiva. Punto menos para Clark.
*Envoyé depuis Paris, France.
