LE AGARRARON LA PATA
Por Andrés Timoteo
Desde hace un tiempo, diversos colectivos de buscadores de personas desaparecidas piden que Verónica Hernández Giadáns sea retirada de la Fiscalía estatal y se han congratulado con la iniciativa -ahora en la 'congeladora'- para reformar el artículo 33 de la constitución veracruzana a fin de tener un recurso para sacarla del cargo.
La propuesta fue presentada apenas quince días después de iniciar la 67 legislatura por el diputado morenista Diego Castañeda quien, se supone, lo hizo por encargo de la zacatecana Rocío Nahle, por lo que se tomó como el ariete de ella para desbaratar el último feudo que tiene en Veracruz el exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros.
Pero nada ha pasado. Incongruentemente, la gobernante acaba de enviar una carta a sus colaboradores en la que les dice que no quiere oír quejas de la ciudadanía porque eso significa que no la atienden y hacen mal las cosas.
¡Pero sostiene Hernández que hoy por hoy es la funcionaria más impopular y repudiada del estado!
Prueba de eso es la protesta que ayer las buscadoras hicieron en el congreso local durante la comparecencia de la tuxtleca a la que acusaron de mentirosa.
Bloquearon los accesos del edificio y protagonizaron un zipizape con los guardias del mismo. ¿Esas quejas ciudadanas no las oye la zacatecana? Al parecer no.
Las buscadoras acusan -ahora sí- a la tuxtleca de tolerar la impunidad en la desaparición forzada de sus familiares, desaseo en los procesos forenses y de investigación y, sobre todo, de indolencia y desatención que raya en la grosería para con ellas.
Una de las primeras en alzar la voz contra la fiscala fue la señora Lucía de los Ángeles Díaz Genao del Colectivo Solecito:
“Sigue la impunidad, de los casos no vemos ninguno que se haya resuelto, no vemos ninguno que tenga un perpetrador en la cárcel, no vemos ninguno que tenga uno de los sospechosos en la cárcel", acusa.
"La fiscal francamente está haciendo un trabajo pésimo y es una de las cosas que nosotros le pedimos a la gobernadora que ya es hora de cambiarla”, declaró a la prensa el 27 de diciembre pasado.
Todo lo que dice Díaz Genao es verdad. Mucho enojo que es entendible, pero hay una cosa que se debe decir: ellas están padeciendo el monstruo que ayudaron a crear.
No todas, claro, pero sí tanto la señora citada como otras activistas que en su momento cayeron en el garlito de aliarse con el gobierno cuitlahuista en la campaña de denuesto contra el anterior fiscal, el yunista Jorge Winckler.
El 12 de diciembre del 2018, catorce colectivos se plantaron frente a la sede estatal de la Fiscalía exigiendo la destitución de Winckler al que tacharon de indolente, desaseado en las pesquisas, indiferente, grosero y fomentador de la impunidad.
¡Lo mismo de lo que ahora acusan a Hernández Giadáns!
Y al frente de esa manifestación estaba Díaz Genao quien declaró:
"Nosotros queremos que cambien al fiscal, este fiscal que se vaya ya, tenemos dos años sufriéndolo, nosotros necesitamos que se vaya este fiscal, necesitamos poner orden en el tema de desaparecidos".
¡Lo mismo que ahora pide de la tuxtleca!
LOS BAÑOS DEL 'BOLA 8'
La historia ha enseñado que muchas veces las causas más justas se pervierten. Este es el caso de algunos colectivos veracruzanos que se aliaron con el oscuro y rupestre Cisneros Burgos cuando era secretario de Gobierno y le hicieron el juego contra el entonces fiscal yunista. Se prestaron a servirle de mazo para golpearlo.
Pareciera algo de risa si no fuera una señal tan grave: el símbolo de esa alianza del motejado "Bola 8" con el Colectivo Solecito y otros buscadores fueron unos baños móviles que el funcionario mandó a colocar fuera de la Fiscalía para que las manifestantes tuvieran donde hacer sus necesidades fisiológicas sin alejarse de la protesta contra Winckler, ¿se acuerdan?
Aquí no se pretende descalificar el trabajo de esos colectivos, el cual no puede ser más que noble y justificado, sino evidenciar las contradicciones y dobleces de algunos personajes que los dirigen.
Nadie se espante, eso siempre ha pasado, como ya se dijo líneas arriba, las causas justas llegan a pervertirse cuando los activistas se partidizan.
Quizás el ejemplo histórico más próximo a esta causa son las Madres de la Plaza de Mayo que lideraron la búsqueda de los desaparecidos por la dictadura militar en Argentina (1976-1983).
Fueron y son mujeres valientes, hoy ya abuelas, que con el tiempo algunas se volvieron militantes del peronismo y luego del kirchnerismo.
Escogieron un bando político-partidista y entonces se produjo un cisma en la organización que se partió en dos -las Madres de la Plaza de Mayo y las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo Línea Fundadora- y aunque no dejó de ser loable su labor, sus declaraciones y posturas se contaminaron en el tufo partidista.
Eso les pasó al Colectivo Solecito aliado en su momento del "Bola 8".
El dicho popular dice que "tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata" y estas señoras le 'agarraron la pata' al exfiscal para sacrificarlo y por unas cuantas colaboracionistas todas las madres buscadoras están pagando con la tuxtleca ese pecado 'bolaochista'.
