Por Andrés Timoteo

LENGUA DE SARRACENO

Este señor tiene 'lengua de sarraceno' como decían en la Edad Media de los mentirosos y simuladores.

Los sarracenos eran una denominación a los árabes musulmanes del sureste de Arabia Saudita y cuyo nombre, según algunos etimologistas , "con las manos vacías" pues descienden de Ismael, el hijo despreciado y expulsado de Abraham.

Bueno, estos para evitar expulsiones y proscripciones mentían sobre su credo. Se declaraban cristianos y se bautizaban, pero en lo oculto seguían practicando el Islam. Incluso, algunos se llegaron a enrolar en Las Cruzadas para ir a reconquistar Jerusalén, es decir mentían completamente y hasta le hacían la guerra a los suyos.

Así se acuñó el señalamiento que luego se extendió a todas las personas falsarias y mustias La expresión en México más aproximada es que 'se muerden la lengua' o 'les sangra la lengua' -después de habérsela mordido- cuando se quejan, escandalizan o denuncian algo que ellos mismos practican.

Otra alusiva a este concepto es cuando el ladrón grita: ¡al ladrón, al ladrón! a fin de desviar la atención pública de sí mismo.

Y es precisamente una 'lengua de sarraceno' la exhibe el senador electo Manuel Huerta Ladrón de Guevara -vaya, ni mandado hacer su apellido con ese grito de ¡al ladrón!- cuando se queja de que las carreteras en Veracruz "son un desastre".

"Yo estoy sorprendido del deterioro en las carreteras. Ahí seguramente habrá actos de corrupción" dijo sin ningún pudor y hasta se aventuró a otorgar el primer lugar de ese desastre a una vía en la región de Los Tuxtlas.

"Es la peor carretera -Coyame a Tebanca-, ya no existe el asfalto y cada metro hay pozas, es un himno al abandono en las vías de comunicación" dijo que le dijeron. La declaración es un galimatías, por supuesto, pero a la vez la confesión de un delito que lo involucra a él mismo.

¿Cómo es que Huerta tiene responsabilidad en este 'himno al abandono' -y corrupción-que canturrea?

Porque decenas de proyecto de construcción y rehabilitación de carreteras estuvieron a cargo del Centro Estatal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que durante cinco años estuvo bajo su responsabilidad.

Manuel Huerta fue delegado de la Secretaría del Bienestar que absorbió el control y la operatividad de todas las demás delegaciones por eso le llamaban el "súper-delegado" y la SCT era una de esas dependencias que supervisó y gestionó tanto en recursos como en proyectos.

Entonces, él omitió obras de reparación de carreteras, permitió el robo del dinero para las mismas, fue cómplice -¿o titular?- de las tranzas, hizo negocios con los contratistas, traficó con materiales de baja calidad y todo ese largo etcétera de tropelías.

Todas las irregularidades debieron llegar a su escritorio y no hizo nada para enmendarlas.

De ahí que su señalamiento quejumbroso sobre las carreteras veracruzanas es una hipocresía.

Y llama la atención que ahora que ya pasaron las elecciones lo exprese cuando en campaña no dijo una sola palabra sobre el asunto.

Calló para no indignar y espantar a los votantes.

LA MUERTE Y EL DIABLO

Hay tres obras que son prueba sólida de su frescura y simulación. Una es la del puente que sirve de libramiento vial en la carretera Córdoba-Cuitláhuac en el tramo conocido como 'Curva de la Muerte'.

Este se comenzó en el 2013 cuando gobernaba Javier Duarte, tuvo financiamiento federal, pero no se terminó hasta el 2022.

Fueron nueve años que se robaron el presupuesto y no es una exageración sino un hurto en despoblado.

En cada ejercicio fiscal lo reprogramaban con nuevos fondos y cada año los embolsaban incluyendo los tres primeros de la "cuarta transformación" del 2019 al 2021.

Lo concluyeron en el 2022, pero la obra es un armatoste en planificación y estructura o sea mala por los cuatro costados.

Y Huerta mandaba en el Centro SCT.

La otra es el 'Puente del Diablo' en Coatepec. Veinte días antes de ser inaugurado, a mediados de julio pasado, las lluvias le descubrieron el chanchullo en su construcción pues deslavaron las bases y dejaron 'pelones' los pilotes que lo soportan.

A dicho puente le inyectaron 20 millones de pesos aportados por la federación a través Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) 2023.

Y Huerta mandaba en el Centro SCT.

Y el tercer caso es el Puente de Chocamán, en la zona centro, que sustituyó al anterior construido en 1947 y tuvo una inversión de 40 millones de pesos procedentes de la federación.

Lo inauguraron en julio del año pasado y ahora ya presenta hundimientos, fractura de pavimento y deslaves que amenazan los soportes.

Lo anterior es indicio de que se robaron del presupuesto al usar materiales de baja calidad y no observar las especificaciones de los arquitectos.

Y Huerta mandaba en el Centro SCT.

Entonces, que este morenista ahora denuncie el "desastre" de las carreteras es como escuchar a los sarracenos medievales jurar devoción al cristianismo.

Huerta quiere engañar a la opinión pública cuando él mismo debería ser investigado por corrupción tanto como los que denuncia: alcaldes, funcionarios estatales y empresarios constructores.

*Envoyé depuis Paris, France.