Por Andrés Timoteo

LOS APESTADOS
¿Se acuerdan cuando todos le huían a Javier Duarte, hasta los propios priistas?, ¿cuando el entonces presidente Enrique Peña le negó el saludo de mano en el 2016, el último año de su gobierno estatal?

Nadie lo quería tener cerca y el repudio de sus propios compañeros fue el signo del desamparo político que se le avecinaba.


Tal cual le está pasando al actual gobernante Cuitláhuac García sobre el que han puesto distancia tanto la precandidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, como la local, Rocío Nahle. A regañadientes la zacatecana tendrá que distanciarse de García Jiménez.

Y si alguien pone en duda lo anterior solo hay que reparar en la ausencia de Cuitláhuac García en el cierre regional de precampaña que Sheinbaum hizo en Poza Rica.

No lo convocaron, pero además desde el altiplano le ordenaron que no se parara por ahí.

Los coordinadores de la campaña de Sheinbaum no quisieron arriesgarse a repetir el error del fin de semana en Morelos donde el gobernador, también morenista, Cuauhtémoc Blanco acompañó a la candidata al cierre regional de su proselitismo y fue abucheado por los asistentes, todos militantes de Morena y partidos aliados.

Por eso a García le impidieron estar en el cierre de Poza Rica y más aún porque días antes ya había sido abucheado en Río Blanco frente al presidente Andrés Manuel López Obrador.

La deducción fue obvia: si lo abuchearon delante de López Obrador, ¿qué no le harán frente a la exregenta capitalina que no infunde respeto?

Eso iba a terminar en una befa monumental. Claro, tampoco se salvaron de la silbatina que le propinaron al alcalde Fernando Remes, a quien no le importó asistir a un evento partidista en día habil.

Para encubrir su exclusión del evento electoral, el gobernante se inventó la asistencia a una conferencia "hemisférica" de puertos y la supervisión las obras de remodelación del estadio Luis "El Pirata" Fuente.

Algunos dirán que no fue por ser día hábil en el desempeño gubernamental, eso no alcanza para explicar el brete dada la tendencia de García para violar la ley sin ningún pudor.

Y no solo García Jiménez fue marginado de Poza Rica sino también sus cercanos a los que pretendía poner como encargados de la campaña de Sheinbaum en la entidad al igual que de la zacatecana Rocío Nahle.

No pudieron acercarse a las dos en el templete.

No figuraron Zenyazen Escobar ni Juan Gómez ni Eleazar Guerrero que eran los que durante meses se pregonaban como los estrategas electorales del cuitlahuismo.

Ninguno subió al estrado. Cierto, a algunos sí se les vio por ahí, pero en la gradería, con el montón. No tuvieron lugar privilegiado al lado de las precandidatas.

Ya ciertos analistas han señalado que esos "operadores electorales" del cuitlahuismo fueron sustituidos por 'mapaches' de vieja ralea provenientes de la fidelidad y estos son los que ahora organizan la campaña de Nahle mientras que Guerrero, Gómez y Escobar son una suerte de apestados igual que el gobernante García Jiménez. ¿Tanto así? Pues es lo que se vio en Poza Rica.

CUARTETO PINTAMONAS

Y si se profundiza, estos tres personajes no tienen nada en las manos para conservar su poder tras el cambio de sexenio.

Se desinflaron.

Escobar no logró la candidatura al gobierno estatal ni a la senaduría y ahora tendrá que bregar por cuenta propia para una diputación federal o local en el distrito de Córdoba.

Gómez Cazarín es candidato a nada. No puede repetir como diputado local porque la reelección solo es por dos veces y él ya lo ha sido en dos periodos consecutivos.

Le resta buscar una diputación federal por la vía del voto pues será muy difícil que lo integren a las plurinominales por la Tercera Circunscripción.

Además, si fue bateado como coordinador de campaña de Nahle, ¿a poco creen que será el próximo secretario de Gobierno como él mismo se promocionaba en el caso de que ganara la riograndeña? Risas.

Eleazar Guerrero, primo del gobernante, se decía plenipotenciario con su organización "Unidos Todos", pero habría caído de la gracia de Nahle porque le exigió la mitad de candidaturas de las diputaciones y amenazó con "hacerla perder" si se negaba, según la leyenda urbana.

Al primo lo excluyeron del equipo nahlista y además le habrían prometido la cárcel si opera en contra de la zacatecana financiando a los de enfrente. Igual para los otros cuitlahuistas que están bajo vigilancia de los fidelistas que ahora coordinan la campaña de Nahle.

Ahí se topó piedra con coyol, trúhanes controlados por trúhanes. Más risas.

Los "cuatro fantásticos" -Cuitláhuac García, Zenyazen Escobar, Eleazar Guerrero y Juan Gómez – terminaron en cuatro gatos pintamonas.

Ya apestan y eso que ni siquiera se llega a la campaña formal. Igual le pasó a Duarte y a sus incondicionales en el 2016.

Ah y nada más chequen que al templete principal de Poza Rica prefirieron subir a los apocados Esteban Ramírez, Marcelo Ruiz, Vicente Aguilar y Eduardo Vega que a Cuitláhuac García y sus tres "brillantes operadores".

Así de insustanciales y tóxicos están acabando el sexenio.

*Envoyé depuis Paris, France.