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TEXTO IRREVERENTE | LOS PALEOLÍTICOS - Los xiqueños son farisaicos como los tlacotalpeños: le rezan a la divinidad y maltratan sus creaciones. En Tlacotalpan le hacen fiesta a la Virgen de la Candelaria pero apenas sueltan...

Los xiqueños son farisaicos como los tlacotalpeños: le rezan a la divinidad y maltratan sus creaciones. En Tlacotalpan le hacen fiesta a la Virgen de la Candelaria pero apenas sueltan los toros de corral en las calles, la turbamulta...

Por Andrés Timoteo

LOS PALEOLÍTICOS

Los xiqueños son farisaicos como los tlacotalpeños: le rezan a la divinidad y maltratan sus creaciones.

En Tlacotalpan le hacen fiesta a la Virgen de la Candelaria pero apenas sueltan los toros de corral en las calles, la turbamulta se les va encima para patearlos, pincharlos y mutilarlos.

Igual en Xico donde ayer lunes celebraron la 'Xiqueñada', una suelta de toros famélicos -dicen que de lidia, pero o es mentira o escogen a los más enclenques para que no puedan defenderse- que los alcoholizados -y drogados- asistentes al festejo patronal persiguen y agreden.

Tlacotalpan es Patrimonio de la Humanidad y Xico un Pueblo Mágico desde el 2011, pero sus habitantes son feudales y, en ocasiones, cavernícolas.

En Xico celebran a María Magdalena a quien le tejen hermosos portales con flores, le forman alfombras de aserrín colorido en sus calles y la pasean ataviada con vestimentas de seda y organdí.

Vaya, la leyenda urbana cuenta que al igual que en la novela "Doña Perfecta" de Benito Pérez Galdós, las señoras copetonas de Xico se cooperan cada año para comprarle un perfume francés a la efigie.

Doña Perfecta era camarera de la Santísima Virgen del Rosario a la cual aromatizaba con frascos traídos desde París y en Xico las devotas de la Acción Católica y Guardianas de Santa María Magdalena igualmente perfuman a la estatua con lociones caras.

A la misma también la atavían con exquisitos vestidos.

Incluso allí hay un museo con más de mil 200 trajes de finas telas y pedrería que desde hace dos siglos le han mandado a confeccionar a la patrona venerada.

Los persignados xiqueños viven como en el siglo XIX y retroceden hasta el paleolítico cuando sueltan a los toretes.

Cierto, no los matan como en las corridas tradicionales, pero si los tunden.

Las intoxicadas bestias de dos patas acometen contra las de cuatro sin que les hagan falta banderillas o espadas porque con las manos y los pies les basta.

Ufano, ayer el alcalde Luis Yoval declaró "saldo blanco" tras la 'Xiqueñada' pues solo tres personas salieron con lesiones leves.

¿Y los toros? Nada, solo la cifra de que fueron 15 traídos de una ganadería en Michoacán. A los animales no les auscultan las lesiones ni el dolor o el estrés.

El edil quiso 'blanquear' el maltrato a los semovientes cambiando el nombre del encierro: 'Xiqueñada' por "Capeada", pero el contenido es el mismo.

Además acusa a los animalistas de divulgar mentiras y ser enemigos de la cultura y la religión.

Morenista como es -entiéndase 'chairo' ignorante- dice que el maltrato animal es un acto de fe y una expresión cultural.

DEBATE MUNDIAL

La tauromaquia hoy está en debate donde gobierna la izquierda, pero en Veracruz la contradicción es que hay autoridades guindas que, se suponen son progresistas, la fomentan pese al programa ideológico que les exige oponerse a ella.

En España, el gobierno del socialista Pedro Sánchez suspendió el Premio Nacional de Tauromaquia alegando que la actividad se trataba de tortura animal y hay iniciativas para prohibir todos los espectáculos taurinos.

¿Cómo es eso si los españoles son taurómacos por excelencia? Ya no.

Los estudios más recientes indican que solo el 2 por ciento asiste a las corridas de toros y avala su permanencia.

Los mismo en la diáspora latinoamericana.

En Colombia desde el 2019 la Corte Constitucional abrió la puerta para prohibir definitivamente las corridas de toros alegando que atentan contra la armonía social.

En el 2023, el gobierno del socialista Gustavo Petro lanzó el Proyecto 219 para declarar ilegal todo espectáculo taurino argumentando la contradicción de estar en un proceso para la pacificar al país mientras se violentan a los animales.

El debate arde en el sur del continente.

En México también hay un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desde el 2017 por la prohibición de corridas en Coahuila que posibilita proscribir esos eventos en el resto del país.

Y en la Ciudad de México desde el 2022 se tiene un 'estira-y-afloja' legal por la prohibición de estos espectáculos.

BÍ-PEDOS Y ENMARIHUANADOS

Un juez prohibió, en junio del 2022, las corridas taurinas en la capital del país y la SCJN levantó la prohibición en diciembre del 2023, pero en este 2024 otro juez la reinstaló, todo impulsado por el gobierno morenista que modificó la Ley de Protección Animal.

Desde el 2020, organizaciones defensoras de los animales pidieron al gobernante veracruzano Cuitláhuac García y a los diputados morenistas adicionar la Ley Estatal de Protección a los Animales para incluir la prohibición de los encierros taurinos, pero los han ignorado.

Lo anterior pese a que la hoy presidenta electa, Claudia Sheinbaum, impulsó su prohibición siendo regenta capitalina. Entonces, mantener vigente el maltrato a los toros es una contradicción ideológica, política y humanitaria.

Pero así son ellos, los guindas de provincia, farisaicos como los de Xico y Tlacotalpan -y Teocelo- donde el tiempo retrocede hasta la era de las cavernas solo que los neandertales no fumaban mota ni se metían otras drogas ni ingerían aguardiente para animarse a perseguir las bestias cuadrúpedas.

*Envoyé depuis Paris, France.