Por Andrés Timoteo
LOS VIAJANTES
Cuando en México se habla de promocionar el turismo todos corren a España, a la Feria Internacional de Turismo (FITUR), que se realiza cada enero.
Este año será del 22 al 25 y la gobernante en turno de Veracruz, Rocío Nahle, ya anunció que estará allá en persona junto con un grupo de funcionarios y empresarios del ramo.
De entrada, está bien que vea más allá de las narices localistas pues su antecesor Cuitláhuac García nunca se interesó por viajar a promocionar la entidad ni por el turismo como motor de desarrollo.
Lo máximo que hizo fue enviar a su primera secretaria de Turismo, Xóchitl Arbersú -quien por cierto se decía comadre de la zacatecana Nahle a la que le debía el cargo en el gabinete cuitlahuista- quien acudió el primer año de gobierno, en el 2019, solo a hacer el ridículo.
Arbersú solo fue a bailar improvisadamente un son jarocho entre los puestos colocados en el pabellón mexicano.
Lo hizo en pantalón de mezclilla y bailó tan mal que no atrajo más que las carcajadas. Su fallido zapateado fue lo que destacó de la oferta veracruzana en la Firtur 2019.
También hay que decir que las miras promocionales del nahlato en cuanto a turismo son muy cortas ya que solo contemplan una de las seis grandes ferias turísticas del orbe.
Eligieron la de Madrid por la facilidad del idioma y desairan otros eventos que podrían atraer no solo visitantes sino inversores internacionales a la entidad.
Entre los más prestigiosos están la Feria Internacional de Turismo de Berlín, en Alemania, el World Travel Market London, en Inglaterra, IFTM Top Resa París o sea el Mercado Francés de Viajes Internacionales.
El lector se preguntará por qué un evento francés se promociona en inglés. Pues porque sus clientes -turistas e inversionistas-, potenciales no están en el mercado interno que solo funge como destino sino el mundo y se recurre al idioma generalizado que es el inglés.
Cada una de esas tres ferias reúne anualmente entre 5 y 10 mil expositores y ofrece destinos a 180 países, 60 más que la Fitur de Madrid cuyo alcance es de apenas 120.
¿Por qué no apostarle también a las exposiciones de Alemania, Francia y Gran Bretaña?
Porque lo que sobra en el gabinete nahlista es falta de creatividad e iniciativa y mucha improvisación y holgazanería.
Vaya, solo hay que ver a la titular de la Secretaría de Turismo, la modista amateur Dulce de la Reguera, que en lugar de promocionar los eventos veracruzanos se la pasa 'posteando' en sus redes sociales las películas de su hija, la actriz Ana de la Reguera, y las sesiones de yoga matutinas que práctica en el jardín de su residencia, según han exhibido los cibernautas.
Si la señora De la Reguera no sale de su jardín ni de su entorno familiar, ¿cómo va a salir del país para trabajar por Veracruz?
SIN OFERTA
El otro escollo para acudir a más ferias turísticas del mundo es la falta de oferta.
A la Fitur de España, la zacatecana Nahle y sus acarreados de lujo -dicen que va casi una veintena de invitados con cargo al erario- no lleva un solo evento que sea atractivo a nivel global sino puras fiestas de pueblo, garnacheras y dirigidas al clásico 'turismo de jícama y horchata".
Veracruz actualmente no tiene ningún destino o evento de interés mundial.
Eso del 'Carnaval más Alegre del Mundo" pasó a ser una frase gastada para el contentillo local.
La Cumbre Tajín ya parece feria de aldea y el Festival Internacional de la Salsa solo fue un abanicazo duartista, primero, y cuitlahuista, después, y este año ni siquiera se realizará.
¿Qué otra cosa más pueden ofertar a los asistentes de la Fitur?
Las playas están en situación de desastre, a Los Tuxtlas, que es un lugar paradisíaco, ni siquiera se puede llegar porque no hay aeropuerto local y las carreteras están destrozadas.
Tampoco hay un festival cultural relevante pese a que Veracruz está lleno de artistas y creadores.
La Teoría del Turismo estipula que el éxito de los destinos y eventos se cumple cuando los foráneos responden a una oferta tan interesante sin importar los inconvenientes paralelos.
En palabras llanas, cuando algo es sumamente bello y está bien vendido publicitariamente que los turistas lo compran-consumen sobre las dificultades, es un éxito turístico.
Lo anterior se cumple en algunos destinos mexicanos como el Festival Cervantino de Guanajuato, estado ahogado por la violencia, pero aún así el evento es un éxito de resonancia mundial.
También la Feria Internacional del Libro en Guadalajara o los destinos de playa en Quintana Roo.
En Cali, Colombia, está el Festival Internacional de la Salsa que atrae a miles de turistas internacionales pese a que la ciudad es una de las más violentas de esa nación.
¿Cuántos eventos y destinos de este tipo, extraordinariamente atractivos y bien promocionados, tiene Veracruz para que acudan de todo el orbe pesar de todo? Ninguno.
Entonces, la ida a la Fitur de España es más un viaje de placer que un proyecto en beneficio de Veracruz.
No se lleva oferta atractiva para los turistas globales y los funcionarios e invitados solo van a pasear con cargo al erario.
'C'est tout', como dicen los franceses. Eso es todo.
*Envoyé depuis Paris, France.