Por Andrés Timoteo

MADAME LILITH

Corrieron con suerte las seis jóvenes colombianas que estaban reportadas como desaparecidas en Veracruz y que fueron liberadas apenas solo ocho días después de ser noticia.

Ojo, no fueron rescatadas sino liberadas por sus captores.

Su buen fario se debió a que el secuestro coincidió con la coyuntura política, la toma de posesión dela presidenta Claudia Sheinbaum y que uno de los invitados a la ceremonia fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien a su llegada al país, el 30 de septiembre, exigió el rescate de las seis mujeres.

Y al día siguiente, el primero de octubre, las chicas fueron encontradas deambulando en una carretera.

Algo casi mágico, pero en política y en el crimen lo prodigioso es rarísimo.

No, lo inminente son deducciones y un hecho.

El hecho es que la Fiscalía estatal no hizo nada ni para buscarlas ni para liberarlas como falsamente se alardea en los boletines oficiales.

Las deducciones son que intervinieron los enlaces morenistas del altiplano con el crimen organizado o, en su caso, solo dieron la orden de liberarlas a los funcionarios cuitlahuistas involucrados.

Y todos contentos.

Sheinbaum dio buena impresión ante el colombiano Petro e inició su gobierno logrando el "rescate" de las féminas.

En una primera impresión se pudiera decir que geopolíticamente fue rentable el caso, pero a nivel local se destapó un estercolero.

Para empezar, la 'enganchadora' de las colombianas es una colaboradora del gobierno de Cuitláhuac García de nombre Yesica Anahí Ramírez Marín.

Así se presentaba y exhibía una credencial como integrante del Centro Integral de Justicia para Mujeres que depende de la Secretaría de Gobierno.

¿Qué tienen que decir de eso el exsecretario Patrocinio Cisneros -la credencial tiene fecha de cuando él estaba a cargo- y su sucesor, Alberto Juárez?

No han dicho nada ni lo dirán.

El que sí salió al quite fue el jefe de ambos, García Jiménez, con el cuento de que Ramírez solo prestó servicio social en la dependencia por un periodo corto.

¿A poco a los practicantes se les entrega acreditación con firmas autógrafas?

Algo no cuadra.

Todo apunta a que Ramírez no es la mente ni la dueña de la red de trata de mujeres que opera al amparo del poder estatal sino apenas la punta de la madeja.

Y es ironía ominosa que esa proxeneta, conocida con el apodo de "Lilith", haya utilizado un organismo estatal para facilitar la atracción de chicas para someterlas a la prostitución forzada.

Ya detuvieron a "Madame Lilith", pero no la dejarán hablar porque sería implicar a otros funcionarios cuitlahuistas, incluyendo fiscales y jefes policíacos que protegían ese negocio de la explotación sexual de extranjeras.

En el diario bogotano El Tiempo se publicaron testimonios de familiares de las jóvenes que tuvieron contacto directo con "Madame Lilith" quien les aseguró que no solo era funcionaria estatal sino que contaba con "todas las facilidades" del gobierno para "ayudar a las chicas".

Otros medios colombianos informan que los contactos de "Madame Lilith" en aquel país tenían por hecho que "poderosos funcionarios de Veracruz protegían la red de trata de mujeres desde hace años y por eso era un negocio seguro e intocable".

¿Cómo la ven?

LA NOVIA VENEZOLANA

Se entiende que las seis colombianas no serían las únicas sometidas a este trato: engaño con promesa de trabajo, secuestro, incautación de pasaporte y exigencia para pagar 5 mil dólares -casi 100 mil pesos- como "deuda" por transporte, hospedaje y vestuario, y la obligación de prostituirse para liquidarla.

¿Cuántas mujeres más -extranjeras y mexicanas- 'enganchó' "Lilith" a la sombra del gobierno estatal?

Seguramente no se sabrá.

Sin embargo, el caso de las colombianas despertó la memoria de otro muy similar, el de una joven venezolana que estuvo en Veracruz sometida a una relación tóxica y violenta con un funcionario cuitlahuista.

Se trata de Yenifer Cristina Velázquez López por quien la Comisión Estatal de Búsqueda emitió la ficha 21/SB 1488U-21ZC.

Ella tenía 26 años cuando desapareció el Jalapa el 5 de septiembre del 2021.

Lo escandaloso es que fue pareja sentimental del entonces secretario de Educación, Zenyazen Escobar, actual diputado federal.

Ha trascendido que Yenifer era parte de un grupo de 'escorts' sudamericanas traídas a Veracruz y con ella se encaprichó el exsecretario quien la hizo su acompañante permanente, pero ejerció violencia brutal en su contra.

Y de pronto, la chica despareció y hasta se sospecha de un feminicidio.

Desde el gobierno estatal se filtró la versión de que había regresado a Maracaibo, pero nunca llegó allá y su familia la sigue buscando.

Por supuesto que en la Fiscalía estatal ni abrieron una carpeta de investigación a fin de proteger a Escobar García.

¿Acaso "Madame Lilith" operó la llegada de la novia venezolana del favorito de palacio de gobierno?,
¿dónde está la chica maracucha con la que Escobar se tomó fotografías en poses cariñosas?

Hay registro de ello.

¿Desde la colonia Nuevo Jalapa opera una red internacional de trata de mujeres y los funcionarios cuitlahuistas son 'padrotes' y clientes a la vez?

Perversidad y delincuencia totales.

*Envoyé depuis Paris, France.