Por Andrés Timoteo
MEJOR QUE 'STREAMING'
Si no le siguen la pista al caso del expresidente de Argentina, Alberto Fernández, acusado de violencia doméstica contra su esposa Fabiola Yáñez se están perdiendo un culebrón muy superior a los que aparecen en las plataformas de 'streaming', el cine y la televisión.
El caso no se reduce a violencia de género sino que se mezcla con la corrupción, tráfico de influencias, prostitución, conspiraciones, falta de sororidad, abortos clandestinos, asesinatos, sumisión femenina, infidelidades, suicidio, abuso de poder y hasta el oficio de "periodista" para acceder a la alcoba presidencial.
Y el chisme aumenta cada día que se conocen detalles de lo que sucedió en los últimos cuatro años en la Casa Rosada, la sede presidencial, y la Quinta de los Olivo que es la residencia oficial del mandatario en funciones.
Todo estalló cuando se hicieron públicas unas fotografías de la señora Yáñez, quien es periodista, con moretones en la cara y el cuerpo tras una golpiza que le propinó Fernández cuando todavía era presidente.
Luego vino la denuncia formal, aunque está se dio casi obligada.
La exprimera dama no lo denunció por voluntad propia ni inmediatamente tras la paliza -que no fue la única que le dio su marido- sino que lo hizo hasta que convirtió en un escándalo mediático.
Un reportero del diario Clarín obtuvo y publicó en exclusiva las fotografías de la golpiza que la fiscalía argentina encontró en un teléfono celular de María Cantero, la secretaria particular de Fernández, a la que investigan porque junto con su marido operaron contratos gubernamentales con aseguradoras a cambio de 'moches' millonarios.
Al revisar el contenido del móvil, los agentes hallaron esas fotos y mensajería que Yáñez golpeada había enviado a Cantero pidiéndole ayuda por gozar de la confianza del presidente, pero ella no la ayudó y en vez de eso le recomendó "guardar silencio absoluto".
No hubo solidaridad de género.
Una mujer calló y a la vez ordenó silencio a otra mujer que era víctima de violencia.
A esto súmenle el ingrediente de la corrupción de la cual surgió la madeja que llevó a saber de las agresiones y el miedo inicial de la víctima para acusar a su victimario, un hombre poderoso.
ABORTO FORZADO
Yáñez comenzó su relación sentimental con Fernández desde el 2015 y en todo ese tiempo la agredió física y psicológicamente.
En el 2016 la obligó a abortar su primer hijo cuando en Argentina todavía era ilegal el legrado.
¡Un político que se decía el presidente más feminista que había tenido el país le quitó el derecho a su pareja de decidir sobre su cuerpo!
Ya siendo primera dama, las agresiones continuaron y Yáñez prácticamente vivió secuestrada en la Quinta de los Olivos donde era encerrada en un chalet tras cada paliza.
La ayudantía presidencial cancelaban todas sus actividades públicas hasta que desparecieran los moretones y marcas de puñetazos y patadas.
Fungían como celadores.
Allí laboran al menos cuarenta empleadas y ninguna ayudó a la esposa golpeada Todas callaron y se volvieron cómplices.
Ah, y una mujer poderosa que sabía de eso y no hizo nada fue la vicepresidenta y dos veces presidenta de la nación, Cristina Fernández, la cual también se presume feminista.
A la par, Alberto Fernández metía enamoradas a diestra y siniestra en las residencias oficiales.
Algunas era prostitutas de alto nivel -'scorts', les llaman-, otras azafatas o entrenadoras de 'gym' y hasta periodistas.
Una de esas comunicadoras, Tamara Pettinato, apareció en un video jurándose amor con Fernández en la Quinta de los Olivos.
Pettinato se hizo amante del presidente para que su hermano, el actor Felipe Pettinato -quien es igualito a Michael Jackson por tanta cirugía plática para feminizar su físico- no terminara en la cárcel luego de asesinar y quemar a su siquiatra Melchor Rodrigo en mayo del 2022.
Estuvo detenido menos de 24 horas y a la fecha sigue impune. Ya en el 2018 le habían dado una pena minúscula de 9 meses de prisión por secuestrar y violar un jovencito. Todo gracias las influencias de su hermana periodista.
TELÉFONO PORNO
Por la alcoba presidencial desfilaron más de cincuenta mujeres para acostarse con el mandatario poco agraciado físicamente pero que "se volvió sexi con el poder", como ha documentado el maestro Luis Velázquez que en su momento presumía el exgobernador Javier Duarte.
Lo peor es que el exmandatario almacenaba 'chats', fotos y videos, algunos pornográficos, ¡en el teléfono móvil de su hijo Francisco de tres años!
El tipo es tan retorcido que usaba el aparato en el que su pequeño se entretenía con videos infantiles para guardar material de sus encuentros sexuales.
Acorralado por las evidencias y la reprobación pública, Alberto Fernández ha amagado con suicidarse si lo llevan a la cárcel.
Algunos familiares lo cuidan día y noche porque dicen que está muy deprimido debido a que todos se han vuelto en su contra y lo atacan. ¡Inocente palomita!
¿A poco no es una trama mejor de las que se ofrecen en las plataformas de 'streaming'?
Nadie dude que, en breve, las multinacionales Netflix, Amazon Prime, Disney y HBO se peleen por la historia.
*Envoyé depuis Paris, France.