Por Andrés Timoteo

OTRA ‘VÍSTIMA’

Denunció que fue amenazado de muerte, que teme por su vida y la de su familia, y que va a interponer una denuncia penal.

Y no se habla del diputado panista Miguel Hermida quien la semana pasada montó un sainete en el congreso local lloriqueando porque fue agredido por el morenista Roberto Francisco San Román.


La referencia es al tuxtleco Juan Gómez Cazarín que en agosto del año pasado se quejaba de lo mismo y deslizaba que el autor de las amenazas en su contra era Patrocinio Cisneros, entonces todavía secretario general de Gobierno.

El tipo lloró como una Magdalena igual que hoy lo hace Hermida Copado.

El panista le copió el acto quejumbroso al morenista y se autoproclamó una “vístima”.

Entonces habrá que repetirle el dicho que se le recitó al tuxtleco en su momento: el buen gavilán no chilla.

Y vaya forma de desperdiciar el tiempo legislativo pagado con el presupuesto público.

¿Qué cosa importante ha hecho el tal Hermida en la legislatura que valga la pena recordar? ¡Nada!

Solo es noticia por sus desmanes quejumbrosos.

El vodevil que hizo la semana pasada en la tribuna legislativa robó tiempo y espacio para lo que sí es importante.

A ese par de cómicos, el tal Hermida y a su “agresor” San Román, solo les faltó desmayarse... sí que se arrancarán las mallas y los ligueros.

En los dos años que llevan sentados en la curul no hay una ley ni un pronunciamiento ni una fiscalización que hayan impulsado y con la que desquiten su sueldo.

Ocupan su tiempo en chismes de vecindad.

Ese el nivel de los diputados de la 66 legislatura que junto con la anterior, la 65, ha sido de las peores en la historia parlamentaria de Veracruz.

EL DEPRIMIDO SONRIENTE

Hablando del llorón citado al inicio, Gómez Cazarín, este anda muy deprimido y desesperado luego de su exclusión como coordinador de campaña de la morenista Rocío Nahle y su comportamiento de los últimos días sirve para el diagnostico de los sicólogos.

La semana pasada, durante la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Río Blanco, Gómez se tomó una ‘selfie’ con él y difundió que fue invitado a la gira para “dialogar” con el mandatario. Risas.

Seguramente el tabasqueño lo mandó llamar para que lo asesorara sobre Veracruz.

Simón Freud decía que la depresión es la perdida simbólica de lo que uno aspira y cuando está es grave sirve para construir fantasías.

El tuxtleco Gómez construyó la fantasía de que López Obrador lo convoca a platicar. Risas de nuevo.

El segundo síntoma de su depresión aguda fue el boletín difundido con el título “Un punto más para Gómez Cazarín” luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ) validó el funcionamiento del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Veracruz (TRIJAEV) cuando no lo hizo por haber surgido de un acto legalmente limpio sino porque fue un hecho consumado, es decir que la triquiñuela ya estaba corriendo.

Gómez promociona el fallo como un triunfo personal y esto encaja con lo que postula Ian Gotlib de la Universidad de Stanford: “el deprimido necesita la aprobación pública, le es necesario que le reconozcan al menos un mérito”.

Claro, en su descargo hay que acotar que hubiera sido tonto no presumir ese fallo después que la SCJN le ha tirado 27 leyes aprobadas localmente.

El tercer síntoma de que el tuxtleco anda de ‘capa caída’ se dio ayer en Coatepec donde declaró que tiene compañeros de partido que “solo se hacen ‘weyes’ y no se preparan en política” como él lo hace cada vez que corre maratones.

¡Compara el quehacer político con un correteo pedestre!

Además que ni la burla perdona pues lo dice alguien que ni siquiera terminó su bachillerato.

La doctora Olivia Remes de la Universidad de Cambridge cataloga esta actitud como la “depresión sonriente”.

El paciente presume tener todo y no carecer de nada cuando en realidad está en conflicto mental por una pérdida que intenta ocultar.

Así Gómez que sonríe por fuera y llora por dentro tras perder la coordinación de la campaña nahlista.

Desde el tamiz político, la indirecta sobre los impreparados en política fue para el que lo desplazó en dicha coordinación de campaña, el alcalde martinense, Rodrigo Calderón quien ha protagonizado algunas pifias en esa encomienda.

En resumen, hay un diagnóstico certero: lo de Gómez es un caso para los siquiatras.

JUNTOS SON DINAMITA

“Veracruz necesita diputados preocupados por las colonias y su gente. Necesita alguien cerCANO a ti”,
reza la propaganda del regidor porteño Sebastián Cano que quiere ser candidato de Morena a una diputación local ¡a pesar de que estar acusado de abusar y golpear mujeres!

No lo han destituido del cargo edilicio y ahora se alista para otra candidatura guinda. .

Hará dupla, el uno-dos, con su madrina política, la comapeña Rosa Hernández quien buscará reelegirse en la diputación federal.

Ella se está promocionando como la ganadora de una encuesta que ni siquiera ha realizado su partido.

O sea que, al igual que su ahijado Cano, la comapeña se publicita con invenciones fantasiosas. Vaya con ese par. Juntos son dinamita.

Envoyé depuis Paris, France.