Por Andrés Timoteo
¿QUÉ HACEN AHÍ?
Jalapa, la capital del estado y sede de los poderes políticos, lleva al menos dos décadas registrando problemas de tránsito vehicular, abasto de agua, proliferación del comercio ambulante y una desatención general de sus espacios públicos, de la seguridad, de limpieza y de conservación de edificios y monumentos históricos.
Han pasado alcaldes priistas, perredistas y morenistas y todo sigue igual. No es una mega-urbe, pero está desordenada y desatendida por la desidia e ineficiencia de quienes la han gobernado, incluyendo al hidalguense Ricardo Ahued que deja botado el cargo para brincar a otro donde hay más dinero.
El comentario viene al caso porque una de las alcaldesas jalapeñas -han habido dos- que hoy es diputada local por el Partido del Trabajo (PT), Elizabeth Morales, la pusieron como presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano, Territorial, Vivienda y Fundo Legal.
Un despropósito.
La ciudad se deterioró tremendamente durante su periodo edilicio -2011-2013- al grado de que el Parque Juárez, el principal que se ubica frente al palacio municipal y a un lado del palacio de gobierno, estaba lleno de basura y mal oliente.
A orines se respiraba allí.
Y caminarlo por las tardes era un peligro porque se llenó de pandilleros e indigentes que asaltan a plena vista sin que la policía interviniera.
Por otro lado, el tráfico en toda urbe era espantoso y mucho se dijo que el cambio de sentido vehicular en varias no obedeció a un reordenamiento vial sino por decisión de los grupos criminales que tenían a Jalapa como 'plaza de operaciones' y necesitaban adecuar el flujo vehicular a su conveniencia.
Por si fuera poco, al menos una docena de grupos de invasores y 'paracaidistas' se apropiaron tanto de terrenos privados como de reservas territoriales para ubicar 'ciudades perdidas' bajo el amparo del ayuntamiento que presidía Morales García.
En pocas palabras, la ciudad registró una de sus peores etapas urbanísticas, viales, de desorden territorial y hasta de aseo público, pero aún con ese antecedente que padecieron todos los jalapeños, ahora pusieron a la exmunícipe a cargo de esos mismos temas en la legislatura.
Por eso se repite con toda la justeza esa frase de la actriz Pilar Boliver que ya se citó en un primer texto sobre este reparto de comisiones: "No la chiflen que es cantada".
Lo mismo vale para la priista Ana Rosa Valdez a la que colocaron al frente de la Comisión de Seguridad Social.
O sea para velar que los trabajadores tengan asistencia médica, salario y pensiones dignos, y otras prestaciones laborales.
¡Ella que fue la pesadilla de los empleados del ayuntamiento de Paso de Ovejas cuando fue alcaldesa!
Solo vayan a preguntar cómo la recuerdan los burócratas paseños -otros dicen que son ovejeños y otros más que pasovejeños-.
La 'odian con odio jarocho' tal cual como decía popular Ratón Crispín.
Valdez Salazar les rebajó el sueldo, les quitó prestaciones, les aplicaba descuentos cuyo monto nunca se reingresó a la tesorería y a varios los corrió sin una liquidación justa.
La señora era el terror de los trabajadores y eso que el dinero ni siquiera era suyo sino de los ovejeños.
Y, miren, ahora velará porque todos los veracruzanos tengan lo que ella nunca quiso dar cuando fue patrona. Síganla chiflando a pesar de que es cantada.
'ANGELA' DEL BARRIO
Por cierto, el diablo estuvo distraído o de plano metió la mano -según el ángulo en que se vea-, pero a la hermana del gobernador saliente, Dorotea García Cayetano, le dieron la Comisión de Gobernación que es relativamente importante.
¿Cómo fue posible si nadie la soporta ni siquiera los morenos?, preguntará el lector.
La respuesta simple: el que preside una comisión tiene un emolumento adicional o sea más dinero adosado a su sueldo.
El asunto es de dinero, no de gestión ni de capacidad ni de espacio para actuar. Y se la dieron porque fue de los últimos favores que pudo pedir el pariente.
Y todavía no cumplía la primera semana como legisladora y ya abundaban las quejas sobre ella.
Ningún empleado quería laborar en su oficina, tuvieron que ser obligados.
La reportan como prepotente, grosera, veleidosa y sumamente ignorante.
Además con actitudes enfermizas. Vaya, los de su mismo circulo inmediato cuentan divertidos que la diputada se dice halagada por el 'hate' -léase odio- que le dedican en espacios de prensa y redes sociales debido a sus caprichos, desplantes y abuso de poder.
Ella se compara con la cantante Ángela Aguilar a la que -dice- odian por ser bonita, talentosa, famosa y roba-corazones.
Risas. Así se autopercibe Dorotea García, la 'Ángela' de Veracruz. Hum, más bien sería la Ángela huehuenche de barrio.
Eso sí, hay que reconocer que tiene el autoestima muy alta y también las ambiciones pues ya se ve sentada en la alcaldía de Jalapa pues alardea ser aspirante natural y la más aventajada de Morena para el 2025.
¿Se la imaginan de alcaldesa?
Lo malo, para ella, es que son sueños guajiros. No será candidata ni mucho menos presidenta municipal.
Todos esperan que se agote el premio parlamentario que le dieron sin merecerlo para olvidarla.
No es 'hate', es fastidio.
*Envoyé depuis Paris, France.