Por Andrés Timoteo
¿SE LE CALENTARÁN?
El PRI ya tiene precandidato a la gubernatura solo falta que éste se convierta en el abanderado de la coalición que formará con el PAN y el PRD aunque algunos, principalmente los apologistas del peroteño José Francisco Yunes Zorrilla, consideren que eso ya es una aduana salvada.
Sin embargo todavía hay expectativa sobre lo que dirán los panistas y la negociación final para repartir las dos fórmulas al Senado y las curules plurinominales.
Algunos azules, entre ellos el coordinador de los senadores, como Julen Rementería, han pedido una encuesta en la que participe él y otros panistas que aspiran a la nominación.
No hay tampoco una posición pública del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares quien tiene parte del control de la estructura partidista y sobre todo es un aventajado operador en temas electorales.
Se ha sabido por terceros que Yunes Linares no malve la postulación de Yunes Zorrilla con quien mantiene una relación de respeto mutuo.
Con esas dos salvedades, muchos ya festejan que el actual diputado federal será el candidato opositor y enfrentará a la zacatecana Rocío Nahle.
Esa apreciación se reforzó con los ataques más recientes que le hizo el gobernante en turno, Cuitláhuac García, el ‘matraquero’ numero uno de la de Río Grande, Zacatecas, pues lo interpretan que los de enfrente ya lo ven como el rival y fuerte por lo que optaron por embestirlo.
Pero en el contexto electoral lo que diga García Jiménez es intrascendente porque él mismo es un lastre para la zacatecana.
Una gran parte de los votos de castigo que le darán en el 2024 serán por él que llegó a la entidad a la catástrofe. Al tiempo, como dice el clásico.
Regresando al hilo, ahora que Yunes Zorrilla sería, según los acuerdos desde el altiplano, el candidato del Frente Amplio por Veracruz se espera que cambie de perfil y discurso para hacerse interesante.
Que deje su ambigüedad, blandenguería y medias tintas.
Que ya no se deje llamar por sus porristas como el “caballero de la política” que es un eufemismo de ‘sacatón’.
Si no responde contundentemente cada banderillazo que le lancen de palacio de gobierno o de Morena será la misma momia que fue en el 2018.
Debe modificar su retórica, hacerla atrayente y que no aburra a los electores.
Que evite parecerse a la zacatecana Rocío Nahle quien cada vez que habla en público es como si rociará somníferos.
Los veracruzanos necesitan un personaje que los interese y que se comprometa a castigar a los que los agraviaron.
Si promete que encarcelará a Cuitláhuac García, Patrocinio Cisneros, José Lima, Eleazar Guerrero, Juan Gómez, Cuauhtémoc Zúñiga, Hugo Gutiérrez, Roberto Ramos Alor, Verónica Hernández, Jorge Sisniega, Guillermo Fernández, Elio Hernández y demás pillos del régimen estatal tendrá la aceptación de los jarochos para considerarlo votable.
Pero si sale a decirles que ‘no barrerá para atrás’ pues entonces ni cómo ayudarlo.
La entidad está agraviada y se requiere alguien que restaure el Estado de derecho, la dignidad pública, la corrección en el servicio estatal y haga posible la justicia colectiva.
En pocas palabras, Yunes Zorrilla está obligado en erigirse como un justiciero del pueblo, así lo exigen las circunstancias, y para eso necesita darle la voltereta a lo que le endilgó hace un tiempo la exdiputada priista Octavia Ortega de que era “un huevos tibios” -risas -.
¿A Yunes Zorrilla se le calentarán en esta ocasión o seguirá con la misma temperatura en las criadillas? Lo que marque el termómetro en sus partes pudendas influirá en el enamoramiento de los votantes.
LA PROFETA TAVA
La otra cosa inmediata que el peroteño está obligado a hacer es sacudirse a los impresentables que tiene alrededor porque no solo lo traicionarán como en el 2018 sino que le espantarán a los electores.
El primero que debe ser alejado es Héctor Yunes Landa, experto en devaneos con el cuitlahuismo y en felonías contra su propio partido.
Si lo conserva a su lado se dará un balazo en el pie.
También sacudirse a granujas como Jorge Carvallo, Américo Zúñiga, Marlon Ramírez -que dejó devastada la estructura partidista y una larga lista de enemigos internos-, Silvio Lagos, Joel Arcos, Dalia Pérez, Harry Grappa y otros que ya los sufrió en el 2018 y que ahora se le acercarán de nueva cuenta. Que los aleje o se lo ‘chupará la bruja’.
Para su fortuna, algunos ya se fueron, lo que le es un bálsamo antiséptico. Acaba de renunciar Renato Alarcón, el duartista que un tiempo condujo al partido.
Por cierto, la ‘profeta’ Tava Ortega calificó a Alarcón Guevara como “un pendejo al que nadie le cree”. Claridosa y premonitoria la señora.
Y la que ya casi está fuera del PRI es la diputada Ana Guadalupe Ingram quien anda muy cercana al morenismo.
Nadie se extrañe que en breve anuncie su desprendimiento del tricolor y su adhesión a Morena.
Las malas lenguas dicen que ya le hace la talacha sucia a palacio de gobierno y a la zacatecana Nahle al descalificar y tratar de manchar el nombramiento de Yunes Zorrilla.
El peroteño debe tomar sus providencias y preparar una respuesta inteligente, no blandengue, cuando Ingram dé el portazo lanzándole puyas para marcharse al partido guinda.
Finalmente es obligatorio observar que esos personajes citados no le aportan votos a su proyecto, ninguno lo ayudara al triunfo y en cambio sí le aportarán bastante mala fama.
Lo mejor para Yunes Zorrilla es deshacerse de esos lastres por salvaguarda personal y electoral.
*Envoyé depuis Paris, France.