Por Andrés Timoteo
SE LOS 'JODIERON'
No es un monumento histórico y ni siquiera un edificio presentable.
Es feo y está deteriorado por el abandono institucional y de los propios vecinos.
Es más, parte de su techumbre tiene asbesto, un material altamente cancerígeno y ese riesgo a la salud pública es motivo suficiente para que sea derribado.
Entonces, el salón social del poblado El Tejar en Medellín de Bravo no tiene mayores motivos para conservarlo, salvo que existiera un proyecto para construir uno nuevo que sea atractivo, funcional y seguro, pero no hay tal ni de parte del gobierno municipal ni los lugareños.
Allí se pretendía instalar un supermercado del Grupo Chedraui que era una opción viable y positiva para la comunidad.
El centro comercial no solo generaría empleos tanto en su etapa de construcción como en su funcionamiento sino que le aportaría plusvalía a todos los terrenos y viviendas circulantes.
Es decir, si una casa-habitación en el centro de El Tejar vale 100 mil pesos automáticamente elevaría su precio en un 50 por ciento y a mediano plazo se podría duplicar o triplicar.
Lo mismo con los comercios y negocios de prestación de servicios que se ubican en sus inmediaciones.
Aunque algunos catalogaría la siguiente expresión como peyorativa y discriminatoria, la misma se apega a lo que pasaría en El Tejar de haberse instalado la bodega comercial: les llegaría la civilización.
Pero tal posibilidad se evaporó luego de que los inversiones decidieron retirar el proyecto tras la efervescencia política desatada.
Varios vecinos fueron manipulados para estar a favor y en contra del proyecto. Por un lado, los seguidores del alcalde Marcos Isleño y por el otro las huestes del diputado Magdaleno Rosales que tienen un pleito enconado.
El beneficio y la prosperidad del poblado quedó atrapado en esa reyerta política entre cavernícolas.
Ellos, Isleño y Rosales, sacrificaron el proyecto en aras de alimentar su pleito.
Despojaron a los tejareños de elevar su nivel de vida, de tener cerca el abastecimiento comercial y de aprovechar la plusvalía que dejaría dicha empresa. En pocas palabras, dejaron a El Tejar en la 'jodidez'.
Lo más lamentable es que los lugareños se prestaron a ese jaloneo irresponsable y permitieron que se fuera una inversión que no llegará otra al vez, no al menos en los años siguientes cuando los gobernantes y diputados morenistas dejen de pelear entre sí y permitan la gobernabilidad en la zona.
Isleño Andrade no supo conciliar para hacer posible el proyecto y optó por forzar su aprobación mientras que a Rosales Torres lo domina su rabia y su rusticidad.
Sí por él fuera, una tienda de raya o una cantina maloliente sería lo ideal para El Tejar.
No es un hombre educado -y eso que le sobra dinero y tiempo para terminar al menos la secundaria- ni vela por los intereses de la mayoría y mientras haga enojar a su enemigo político, el edil, no le importa fastidiar a la ciudadanía y mantenerla 'jodida'.
Pobres de ellos que están atrapados entre el ladino Isleño y el troglodita Rosales.
Y en la 'jodidez' se quedarán mientras no se sacudan a ese par de cimicidaes que -para quienes no lo entiendan- son las chinches chupadoras de sangre.
Y la reflexión sobre lo sucedido en dicha comunidad de Medellín de Bravo bien puede enmarcarse en lo que Octavio Paz analizaba en "El laberinto de la soledad" sobre los verbos mexicanísimos "joder" y "chingar" usados para adjetivar a los perjudicados, vencidos, mancillados y dominados.
Entonces y para ser claridosos, Rosales e Isleño se 'chingaron' a los tejareños.
MEMEZ ENDÉMICA
Esto ya se volvió una chunga.
El OPLE sancionó al gobernante en turno, Cuitláhuac García por hacer proselitismo a favor de la zacatecana Rocío Nahle y este le respondió al árbitro electoral que también castigue a los panistas Miguel Ángel Yunes y Vicente Fox que fueron mandatarios ¡¡hace seis y dieciocho años, respectivamente!!
García Jiménez se dice discriminado por la observación del OPLE y hasta desliza que volverá a montar en la web el video en el que promocionó a la de Río Grande, Zacatecas, mientras no sancionen a los del pasado.
No cabe duda que la ignorancia es atrevida y cuando no se tienen argumentos se recurre a los desatinos.
Y otro más fue que el gobernante también intentó trasladar la responsabilidad en esa violación de las leyes electorales a la prensa.
Dijo que él solo responde sobre Nahle porque los reporteros le preguntan.
Hasta para mentir es botarate pues la sanción del OPLE no alude a un pronunciamiento emitido ante la prensa sino a un video que hizo expresamente en Casa Veracruz donde recibió a la zacatecana para felicitarla luego de que fue designada precandidata de Morena tras el proceso interno de ese partido.
Él mismo hizo el mamotreto y ahora dice que los culpables son los reporteros. Vaya que a García Jiménez solo le faltó agregar ese clásico de que "si ya saben cómo me pongo, ¿para qué me invitan? -o en este caso: ¿para qué me preguntan?- Risas.
Su memez endémica está desbordada en las postrimerías del sexenio.
*Envoyé depuis Paris, France.