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TEXTO IRREVERENTE | SIN CAMBIO DE GENERAL - Mientras en la campaña guinda un tuxtleco es vilipendiado e ignoran sus afanes para que lo ‘descongelen’, en la cancha opositora otro tuxtleco, menos fantoche y más prudente...

Mientras en la campaña guinda un tuxtleco es vilipendiado e ignoran sus afanes para que lo ‘descongelen’, en la cancha opositora otro tuxtleco, menos fantoche y más prudente, repetirá al frente de la campaña del peroteño...

Por Andrés Timoteo

SIN CAMBIO DE GENERAL

Mientras en la campaña guinda un tuxtleco es vilipendiado e ignoran sus afanes para que lo ‘descongelen’, en la cancha opositora otro tuxtleco, menos fantoche y más prudente, repetirá al frente de la campaña del peroteño José Yunes Zorrilla.
El trascendido es que se a mantendría Nemesio Domínguez, originario de Santiago Tuxtla, como coordinador general de la campaña aliancista.

Ya en la precampaña fungió como “coordinador de eventos políticos”, aunque en realidad administraba casi todo el equipo pepista.

No figuró mucho mediáticamente, pero era considerado el ‘general’ de la campaña y mano derecha del candidato.

Y así seguiría a partir del 31 de marzo. “Hasta el momento no hay cambio de instrucción”, dice la fuente consultada.

Es verdad que el tuxtleco tiene la confianza de Yunes Zorrilla, aunque tampoco hizo un trabajo brillante.

Él mismo es una reminiscencia del vetusto priismo. Es un político que piensa que las campañas se siguen ganando con las prácticas de siempre. No innova ni es vanguardista.

Lo anterior se puede medir con la inexistencia de propuestas efectivas, estrategia de redes y conquista del dominio digital para que el candidato le hablara a los jóvenes principalmente.

Entonces, el único positivo de Domínguez es su cercanía con el candidato, no un aporte extraordinario que hubiera hecho a la precampaña.

Además, al interior de la alianza opositora hay la puja por un nombramiento diferente que hace el panismo.

Es decir, los Yunes azules.

Por eso se ha deslizado que el exalcalde porteño Fernando Yunes sería el coordinador de la campaña pepista luego de que fue sacado de la fórmula senatorial que encabeza su hermano, el junior del clan.

Es cierto que también se maneja que sería candidato a una diputación local, pero se trata de una salida decorosa si lo batean del equipo del peroteño.

Nada está decidido y todo está en punto de negociación, pero los cercanos a Yunes Zorrilla no ven con buenos ojos que los Yunes panistas se apropien de dicha coordinación.

“Están colonizando al candidato”, dicen.

Ya se quedaron con la primera fórmula al senado y ahora buscan controlar la campaña a la gubernatura, acotan.

Sin embargo hay algunos de los que le hablan al oído al peroteño que son más moderados y analíticos: si el padre, Miguel Ángel Yunes Linares, fuera el coordinador “otro gallo cantaría”, exponen reconociendo la habilidad operativa del exgobernador.

LA MESA PUESTA

Nadie olvide que en el 2016 Yunes Linares derrotó a todo el aparato de Estado pues siendo candidato opositor tenía en contra al gobernador en turno, al presidente de la República, al innombrable que aún manejaba algunos hilos de poder local, al priismo subsidiado por el erario, al congreso local y al dinero sucio llegado de veneros oscuros.

Y los venció a todos.

Hoy, Yunes Zorrilla está en esa misma circunstancia pues tiene en contra a los mandatarios estatal y federal, a los fidelistas que operan para la zacatecana Rocío Nahle, al congreso local, a toda la mafia llamada “cuarta transformación” con sus Siervos de la Nación y además a los recursos aportados por aquellos que le apuestan a la continuidad morenista para que los siga abrazando.

Otras dos circunstancias semejantes son que en el 2016 el oficialismo tenía un pésimo candidato, Héctor Yunes Landa, y ahora otra vez el oficialismo tiene una calamitosa abanderada, la zacatecana Rocío Nahle.

Y a eso hay que añadir los gobernadores tremebundos: el entonces priista Javier Duarte y el ahora morenista Cuitláhuac García.

A ambos los repudia la ciudadanía.

Ergo, la mesa está puesta para el cambio de régimen, solo falta que el comensal tengan la virtud elegir los aderezos y el maridaje correctos

En fin, el caso es que Yunes Linares como coordinador de campaña le sería una suerte de panacea para el peroteño, pero no así sus hijos cuyos cargos públicos que han desempeñado se los deben al progenitor, no a capacidades electoral y creativa propias.

Ese es el argumento, aunque en unas semanas se desbrozará el organigrama final.

Y EL SILLÓN MALDITO

Por cierto y hablando de Yunes Landa, este ya no sabe qué maromas hacer para colarse al equipo de la campaña pepista.

Tal intención ha desatado gritos de desaprobación en el ‘bunker’ del peroteño debido a que lo traicionó en el 2018.

Y el que traiciona a la primera, traiciona siempre, le recuerdan al candidato.

El soledeño fue uno de los factores por los cuales el aparato tricolor operó hace seis años para el triunfo de Morena.

“Por sus antecedentes está descartado”, dice la fuente.

Respecto a la vocería, todo indica que se formalizará a la periodista jalapeña Noemí Valdez quien debe tener cuidado porque otros asesores mediáticos del candidato la vituperan para ‘tumbarla del caballo’, entre ellos algunos -columnistas y publicistas- que en precampaña trabajaron junto a ella.

De ganar Yunes Zorrilla la gubernatura, Valdez sería la próxima coordinadora de Comunicación Social.

Es decir, se sentaría en uno de los sillones malditos de palacio de gobierno porque enloquece a los que ahí colocan las posaderas.

*Envoyé depuis Paris, France.