Por Andrés Timoteo

SOBREVIVIMOS


Todos los que nos estamos leyendo somos sobrevivientes de aquel episodio de muerte y zozobra.

Su inicio lo vimos en una suerte de 'cámara lenta', pero a la humanidad la agarró desprevenida.

Hace cuatro años, el mundo se paralizó a causa de la pandemia de Coronavirus.

El sábado 24 de marzo se cumplieron cuatro años exactos de que en Francia se decretó estado de urgencia y se ordenó a los 68 millones de habitantes entrar en confinamiento riguroso.

Díez días antes, el 14 de marzo, lo hizo España. El 16 fue Alemania y Gran Bretaña el 23 de marzo.

Italia, la nación europea más castigada por la pandemia y de las primeras en ser golpeada lo hizo 8 de marzo, pero ya desde el 31 de enero había visos de alerta epidémica y se tomaban las primeras previsiones.

La que más impactó al mundo fue la suspensión del Carnaval de Venecia en 23 de febrero pues ya se contaban las primeras víctimas mortales del Coronavirus.

El campanazo pandémico se dio en la Plaza de San Marcos pues ese año el Vuelo del Ángel se interrumpió, un presagio funesto que resultó real para el orbe. Y, entonces, todos a encerrarse.

Marzo fue el mes en que inició la pesadilla del confinamiento.

Nadie abandonaba su casa salvo aquellos que laboraban en oficios declarados como imperturbables -personal médico, algunos comerciantes y trabajadores en áreas esenciales como la seguridad, la producción de alimentos, la electricidad, etcétera-.

Nadie salía a las calles excepto por cuestiones urgentes -comprar comida o ir al médico – y bajo un salvoconducto que apenas ampara menos de un kilómetro a la redonda del domicilio.

Los que falseaban el documento o violaban la estrictas normas se enfrentaban a multas de 3 mil a 5 mil euros – de 54 mil a 90 mil pesos- y hubo al menos una decena de casos -en Francia- en que los reincidentes pisaron la cárcel.

Así, casi toda la gente fue recluida en sus viviendas meses y meses con el miedo a flor de piel y mientras veía morir a vecinos, compañeros laborales o estudiantiles, familiares y conocidos.

Las familias se partieron y algunas se extinguieron.

El Covid-19, como se abrevió al Coronavirus ya sintetizado en una enfermedad, mató a millones.

La cifra de decesos al cierre de febrero de este 2024 era de 6 millones 920 mil personas en el planeta.

Claro las medidas draconianas aplicadas en casi todo los países funcionaron para aminorar la ola mortífera.

POPULISMO MORTAL

La guadaña pandémica se llevó a 167 mil en Francia, 121 mil en España, a 175 mil en Alemania, 229 mil en Inglaterra y a 191 mil en Italia.

Pero hubo naciones en donde se abrieron las puertas del infierno como los Estados Unidos donde perecieron un millón 176 mil personas, Brasil con 705 mil, India con 531 mil, Rusia con 400 mil y México con 334 mil.

Esos son apenas los datos oficiales, minimizados por los gobiernos autoritarios del momento.

Por ejemplo, en México los decesos reportados por la Secretaría de Salud fueron alterados, minimizados, para no mostrar la magnitud de la tragedia y de la negligencia del gobierno.

En realidad habrían muerto 800 mil personas.

En Veracruz se reportaron 3 mil 816 muertes hasta el 13 de marzo, pero en realidad sumarían unos 20 mil.

Además de los decesos por montón, los cinco países en el 'Top Five' mortal tienen el común denominador que los gobernaban personajes populistas, negacionistas, negligentes, indolentes, mentirosos e irresponsables.

Donald Trump en EU, Jair Bolsonaro en Brasil, Ram Nath Kovind en India, Vladimir Putin en Rusia y Andrés Manuel López Obrador en México.

¿Se acuerdan del "salgan sin miedo y abrácense", de la estampa religiosa y el fetiche recitativo contra el Covid: "Detente que el Corazón de Jesús está conmigo" y que "el ser honesto, no robar, no mentir y no traicionar" eran antídotos para no infectarse de Covid?

Toda esa charlatanería se la recetó el gobernante tabasqueño al pueblo mexicano y las consecuencias se cuentan por miles de muertos.

Nadie olvide eso.

Por cierto, México fue de los últimos países en decretar la urgencia sanitaria pues lo hizo hasta el 31 de marzo, quince días después de que la mayor parte de las naciones tomaron medidas para evitar que se diezmara a la población.

AMEBAS CON GUADAÑA

Lo peor es que si bien se pudo combatir el virus con la vacuna, obtenida año y medio después, sobrevivieron otros bichos que cargan los muertos a sus espaldas y que son verdaderamente letales.

Vaya, algunos de ellos hasta son ofertados en México por Morena para que los ciudadanos los voten como sus representantes populares, aunque lo único que representan es a la muerte, al latrocinio y la negligencia.

A nivel nacional, al subsecretario de Salud y encargado de la estrategia contra la Covid, Hugo López Gatell lo quisieron hacer candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

No consiguió la postulación, pero recientemente lo recontrataron como asesor "científico" de la Presidencia.

En Veracruz, el exsecretario de Salud, Roberto Ramos Alor, es candidato guinda a una diputación federal en el sur del estado.

Estos tipos guadaña ahí siguen, como virus o más bien amebas, amenazando a la humanidad.

*Envoyé depuis Paris, France.