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TEXTO IRREVERENTE | TURISMO FRITANGUERO - Quesos, quesillos, quesotes. Pambazos, pambacitos, pambazontes. Y garnachas, garnachillas y garnachotas. Son tremendos los eventos de alta cocina y alcurnia turística...

Quesos, quesillos, quesotes. Pambazos, pambacitos, pambazontes. Y garnachas, garnachillas y garnachotas. Son tremendos los eventos de alta cocina y alcurnia turística que realizan en Veracruz bajo el manto gubernamental y motivacional...

Por Andrés Timoteo

TURISMO FRITANGUERO

Quesos, quesillos, quesotes. Pambazos, pambacitos, pambazontes. Y garnachas, garnachillas y garnachotas.

Son tremendos los eventos de alta cocina y alcurnia turística que realizan en Veracruz bajo el manto gubernamental y motivacional de la "cuarta transformación".

Vaya que alza la moral ver tan selecta oferta gastronómica y cultural.

¿A quién le importa la literatura, el teatro, la música, la pintura, la poesía, la academia o la arqueología si se tiene el comal, la masa, el anafre, la manteca, la salsa molcajeteada y los cuajados lácteos?

A nadie.

El maestro Luis Velázquez debe perdonar a este aprendiz que considera nimios tan deliciosos platillos -como él los llama en sus irónicos textos- y cuestiona que sean la base de la estrategia para promocionar a la entidad.

En Veracruz se impulsa un turismo 'fritanguero' y es la agenda que heredará Dulce María de la Reguera en la secretaría del ramo.

-Por cierto, que bueno que la popular Nena consiguió chamba en el próximo gabinete estatal pues ahora que la transnacional Avon se declaró en quiebra todas las 'Nenis' quedarán desempleadas.

¡La salvó la zacatecana! -

Pero retomando el tema, tres municipios son ejemplo ahora mismo de ese turismo de fritangas: Jalapa, Emiliano Zapata y Tlalixcoyan.

Dos dos primeros gobernados por los morenistas Ricardo Ahued y Erick Ruiz, y el último por Elvia Illescas de Acción Nacional.

Ahí realizan los festivales del pambazo, la garnacha y el queso más grande, aunque todos son meras copias de lo que ya se hace en otras partes de México.

No son originales, a parte de difundir inexistentes récords mundiales de su antojería.

Comencemos por la excepción ideológica. La panista Illescas retomó una exposición de queso fresco que se realizaba desde los años noventa y la rebautizó como "Expo Feria del Queso" con la promoción haber elaborado el "queso más grande del mundo" el jueves pasado.

Pero es una estafa pues hay otras ferias que lo rebasan.

El 19 de julio, en San Miguel de Etla, Oaxaca, se alcanzó un Récord Guinness con el quesillo fresco más grande de México y del mundo, el cual pesó 636.2 kilogramos.

En Tlalixcoyan no hubo ningún representante del Guinness World Records.

Cabe recordar que a nivel mundial, Grecia tiene el récord con un queso Feta de 939 kilogramos y el segundo lugar -ahora desplazado al tercero- lo tenía Italia con un Pecorino registrado en el 2009 con 537.7 kilogramos.

A propósito, el Pecorino, elaborado con leche de oveja, es una delicia casi al mismo nivel de los quesos franceses y holandeses considerados manjares de la gastronomía mundial.

Los otros quesos italianos, también joyas culinarias, son el Parmigiano y el Grana Padano, ambos de leche de vaca.

Entonces, en Tlalixcoyan mienten, no tienen el queso más grande del mundo ni de México.

GRASOSOS Y ENGAÑOSOS

La segunda estafa está en el Festival del Pambazo que se efectuará en septiembre en la capital del estado.

Presumen que allí se elaboró el primer pambazo mexicano para la emperatriz Carlota de Habsburgo pero el pan ni siquiera es originario del país.

Vino de la región catalana en España donde le llamaban "pan basso" o "pan bajo" porque era muy barato y consumido por los pobres.

El pambazo mexicano se habría comenzado a preparar en Puebla durante el Virreinato, 150 años antes que en Jalapa, y del mismo derivó la cemita a la que rociaron ajonjolí en lugar de harina.

El único valor del festival jalapeño es la leyenda -pues no está confirmada historiográficamente- de que la princesa sajona degustó allí ese pan relleno de un guiso y al que le espolvorearon harina para que simulara el glaciar del Pico de Orizaba.

Pero desde Jalapa no se ve el Citlaltépec, por ello la otra versión es que a la emperatriz en realidad le prepararon la cemita nevada en Orizaba.

O sea, los jalapeños les robaron a los orizabeños el mito de Carlota y su emparedado.

El pambacero Ahued y sus historiadores chungos son un fraude.

Ah, y Jalapa tampoco tiene el récord del "Pambazo más grande del mundo" como pregonan.

La nominación certificada la posee Magdalena Mixhuca, en la capital del país, desde el 2012 con uno de 100 kilogramos.

En Rinconada, Emiliano Zapata, también ayer inició el Festival de la Garnacha y se anticipan que superarán otro el récord con la "Garnacha más grande del mundo" como en años recientes, aunque tampoco asiste ningún fedatario del Guinness World Records.

¿Cómo ir a medir un platillo que no se prepara en ningún otro lado del mundo más que en México?

Por si fuera poco, varios festivales gastronómicos en el país también festejan a la garnacha y al menos tres de ellos aseguran tener el récord de la garnachota: el Molcajete Fest de la Gustavo A. Madero y el Garnacha Fest de Iztapalapa, en la Ciudad de México.

También la Expo-Garnacha en Naucalpan de Juárez, Estado de México.

En los tres realizan, desde hace tiempo, concursos de Tragones o Comelones que apenas en el 2022 los comenzaron en Rinconada.

En resumen, nada es original, todo es copiado, muy grasoso y, de pilón, bastante engañoso. Vaya, la descripción perfecta de la oferta turística en el cuitlahuato.

*Envoyé depuis Paris, France.