Por Andrés Timoteo

¿Y LOS VERACRUZANOS?


Pausaron sus desbocadas campañas y hasta pidieron “momentos de reflexión” y “buena voluntad” para “solidarizarse con los hermanos que sufren”.

Van a hacer acopio de víveres para los damnificados por el paso del huracán Otis en Guerrero que dejó 28 decesos, cientos de heridos, varios desaparecidos y miles de afectados.

Con rostro acongojado, los precandidatos morenistas en Veracruz se convirtieron en recaudadores de ayuda para los guerrerenses.

El exdelegado de la Secretaría del Bienestar, Manuel Huerta dijo “tenemos que ayudar con lo que podamos”.

Solo le faltó agregar la frase de la Madre Teresa de Calcuta, “ayudemos hasta que duela” y ponerse el hábito y toca. Risas.

El prócer de la negritud actual y exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros ofreció un apoyo más intelectual: donará todas las regalías de su nuevo libro para ayudar a “los hermanos en desgracia” de Guerrero. Más risas, pues eso y nada es lo mismo.

Sus dichosos libros son de papel de estraza, costeados con dinero público y con la debida pérdida económica incluida.

Además de que no los escribió -se los escribieron-, tampoco fueron hechos para ser ‘best sellers’ sino como instrumento de campaña con una inversión financiera amortizada -o sea, se quedan en los estantes o se van al cesto de la basura-.

Entonces, Cisneros ayudará a los damnificados con puro vacilón.

La zacatecana Rocío Nahle por poco se ofrece a irse de rescatista a las costas y montañas de Guerrero.

Canceló su gira por el norte del estado porque, según dijo, ahora se dedicará a recaudar ayuda en especie para los necesitados guerrerenses.

Casi lagrimeando dijo que está invadida por una profunda “solidaridad fraterna con nuestros hermanos en toda la zona de Zihuatanejo”.

“Hoy nos necesitan nuestros hermanos y no los dejaremos solos”, agregó con voz quebrada. - “El Lagarto y La Lagarta están llorando”, recitaría García Lorca-, y entonces la zacatecana ya no pedirá el voto -por ahora- sino medicinas y alimentos para mandarlos hasta la costa de Pacífico.

Prolijos, clementes, solidarios, empáticos, serviciales, altruistas, caritativos, humanitarios, personas sensibilísimas que derrochan generosidad y fraternidad con los necesitados, así se tornan los precandidatos de Morena en Veracruz.

Unos verdaderos ‘estuches de monerías’.

Lo malo que toda esa dadivosidad la ofrecen a gente que está a 800 kilómetros de distancia, al otro lado del país.

Todo esa ternura que hoy les escurre es para los guerrerenses, y la han negado a los veracruzanos.

A Nahle, Huerta y Cisneros no les han importado las peripecias y tragedias que sufren los de la costa del Golfo. Jamás, que se recuerde, ninguno de ellos ha mostrado tal solidaridad y apoyo a los damnificados que han dejado los meteoros en Veracruz.

PALOS A LOS DE ACÁ

Basta recordar cuando en el 2021 el huracán Grace desbastó la zona norte. Impactó en Tecolutla pero ocasionó destrozos en otros 59 municipios, mató a 8 personas, dañó 45 mil viviendas y dejó casi 300 mil damnificados.

¿Dónde estaba ese trío? Por otro lado, menos en Veracruz atendiendo a los necesitados. Y eso que dos de ellos tenían encomiendas oficiales en la entidad: Patrocinio Cisneros era secretario de Gobierno y Manuel Huerta encargado de los programas federales en el estado. Ninguno acudió en auxilio de ellos.

Un mes después del impacto del meteoro, habitantes de Papantla, Tihuatlán y Castillo de Teayo bloquearon carreteras y oficinas gubernamentales suplicando ayuda.

Estaban desesperados porque vivían en carpas, en casas de familiares o habían regresado a ocupar sus desechas viviendas tratando de reconstruirlas con lo que podían.

Los Siervos de la Nación, que dependían de Huerta, no iban a censarlos para que accedieran a los programas de ayuda federal.

“No existimos para ellos, no les importa nuestra desgracia”, acusaron. Al gobierno estatal reprochaban que nunca les llevó auxilio ni a la hora del golpe ciclónico ni después.

¿Y que hicieron los funcionarios ante el reclamo? El gobernante Cuitláhuac García los mandó a desalojar y los acusó de estar manipulados por “lidercillos que medran con este tipo de cosas”. Huerta respaldó esas acusaciones.

El entonces delegado del Bienestar nunca mandó a los Siervos de la Nación para documentar los estragos, pero hoy hipócritamente pregona solidaridad para con los guerrerenses. Trata con algodones para los de allá y con palos a los de acá.

En aquel 2021, los afectados por Grace también pidieron ayuda a Nahle, que era secretaría de Energía, para obtener subsidios en la tarifa eléctrica o al menos que gestionara la reparación de líneas de transmisión en sus comunidades. Ni lo uno ni lo otro.

Nunca los atendió.

El colmo fue que cuando se llegó el bimestre de pago, el recibo de la CFE fue igual de abultado ¡a pesar que ni siquiera tenían casa donde vivir! Les cobró hasta lo que no consumieron.

Ahora la zacatecana se desvive por ayudar...pero a los de Guerrero.

Es la metáfora perfecta: Una forastera apoyando a otros forasteros, nunca a los veracruzanos. ¡Pues que la voten los de allá!

CARRUSEL 2024

Ah y que la gente tenga cuidado en confiarle una sola lata de comida a la zacatecana Nahle pues nunca llegará a los damnificados del Pacífico.

Recuerden la “Operación Carrusel” que Morena hizo en el 2017 cuando prometieron donar la mitad de las prerrogativas partidistas para los afectados del terremoto de aquel año y se robaron todo.

La zacatecana fue una de las que participó en el chanchullo que consistía en formarse una y otra vez en sucursales bancarias para depositar dinero en un fideicomiso e inmediatamente retirarlo - lo hicieron con casi 80 millones de pesos –, y el billete acabó en las campañas electorales del partido guinda.

Ahora que abrió centros de acopio para los afectados de Otis lo más seguro que esos víveres terminen en las despensas que repartirá en Veracruz para el 2024.

La de Río Grande, Zacatecas, ya está en el segundo carrusel con el pretexto de los damnificados y los incautos que le donen solo estarán contribuyendo a su campaña electoral.

*Envoyé depuis Paris, France.