Por Andrés Timoteo

COMPONENDA Y AJUSTES

El anuncio suena a chanchullo estropeado. La dirigencia nacional de Morena retrasó diez días el resultado de la inexistente encuesta -al menos en Veracruz no se levantó una sola entrevista – para definir a los candidatos a las gubernaturas que se renovarán el año próximo.

La maniobra de retardo huele a componenda y ajustes sobre la mesa, en el menor de los casos si es que en alguno estado se realizó la dichosa encuesta, pero la sospecha generalizada es que todo será definido en el escritorio de palacio nacional, pero los ‘dedazos’ enfrentan disyuntivas.

Algunos analistas, entre ellos el periodista capitalino Mario Maldonado, aseguran que ese retraso es un intento para que las pifias gubernamentales ante el desastre provocado por el huracán Otis en Guerrero no alcance a los candidatos. Los tratan de blindar de una reprobación ciudadana.

Suena lógico, pero insuficiente. La negligencia del lopezobradorismo en Acapulco afectará al gobierno federal y si acaso a los gobiernos morenistas en aquel estado, pero en las entidades alejadas como Veracruz poco influiría en los electores.

Lo más seguro es que el problema venga del interior del partido, que las inconformidades y amenazas de ruptura entre los grupos morenistas hayan obligado a postergar la exhibición de los “ganadores’ de las encuestas ‘fantasmas’.

Hay estados complicados como Puebla, Chiapas, Tabasco y la propia Ciudad de México donde los ‘duros’ del morenismo rechazan imposiciones de personajes ajenos a la ideología ‘chaira’ y la postergación del anuncio sobre los candidatos elegidos obedece a negociaciones para impedir desprendimientos o contra-campañas hacia los impuestos.

No es el caso de Veracruz donde la comparsa va como estaba prevista.

¿Que Patrocinio Cisneros y Manuel Huerta pueden llegar a la disidencia?

La respuesta es igual de cómica. Para nada, su oposición es de cera derretida, con críticas timoratas e indirectas de lavadero. Todo eso es parte del espectáculo.

Entonces, ¿por qué retrasar el ‘dedazo’ a favor de la zacatecana Rocío Nahle? Hay quienes dicen que es por la inercia, o sea si hay retraso en la imposición de unos estados, la decisión se dio generalizada en todas las entidades.

Otros manejan la versión de que la zacatecana no asegura el triunfo de Morena en la entidad.

Plantean dos escenarios que ha causado dudas en el altiplano.

Uno: es que si bien la pueden imponer con facilidad como candidata, tendría a la mayoría de los veracruzanos en su contra.

Es decir, llegaría a la boleta del 2024, pero sería repudiada por los jarochos.

No es simpática, no tiene discurso, tampoco propuestas, pero lo que más cala es la percepción popular de que es una advenediza, que busca engañar a los electores una falsa identidad veracruzana y que Veracruz no se merece una foránea como gobernante.

Y esa impresión generalizada no la pueden combatir los halagos del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador ni las ‘mapacherías’ del cuitlahuismo -compra de votos, amenazas y fraude-. No les alcanzaría.

LA PAUTA TAMAULIPECA

El otro es la cuestión legal. Nahle no nació en Veracruz ni es hija de padre o madre veracruzanos por lo que la Constitución local le impide ser gobernadora.

Cumple con el tiempo de residencia exigido, pero no salvaría el veto constitucional de su origen.

Los propagandistas de la zacatecana alegan que la Constitución federal le permite postularse al cargo y una constitución local no puede atajarla, pero es una postura que pasaría a interpretación jurisprudencial.

Es cierto que una ley estatal no está por encima de la Constitución general, pero también lo es que hay un pacto federal y los estados son autónomos en determinadas decisiones.

Entonces, la candidatura de Nahle estaría avalada por la federación, pero no por el estado y terminará judicializada.

Si la postulan será impugnable y el caso llegará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) o al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a donde no le conviene al morenismo pues serán los ministros y magistrados tan vilipendiados lo que decidan sobre tal imposición.

Y la podrían fastidiar. No hay que olvidar que en abril del 2021, la SCJN anuló el desafuero votado en la Cámara de Diputados del entonces gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca.

Los morenistas argumentaban que el Poder Legislativo tenía facultad otorgada por la Constitución para someter a juicio político al mandatario estatal.

Sin embargo, la Corte definió que eso violaba la autonomía de Tamaulipas y el pacto federal que le concede al congreso local -o sea a las leyes estatales- determinar sobre quiénes les gobiernan.

La constitución tamaulipeca indica que solo la legislatura estatal tiene la decisión de destituir a un mandatario estatal.

Así que la federación se quedó con las ganas de defenestrar a García Cabeza de Vaca.

Varios jurisconsultos prevén un debate similar en el caso de la postulación de un foráneo como candidato a gobernador en Veracruz.

Los ministros pueden interpretar que la imposición de la zacatecana vulneraría el pacto federal y la autodeterminación de Veracruz.

Así, la pauta tamaulipeca tumbaría a la zacatecana.

LA PONDRÍAN EN SU LUGAR

Por si fuera poco, el riesgo aumenta ahora que el presidente López Obrador y los legisladores morenistas atacan ferozmente a los ministros de la SCJN y dinamitaron los canales de diálogo por lo que sería inexistente una negociación para salvar a Nahle de la jurisprudencia que la ponga en el lugar que le legalmente le corresponde: Zacatecas, su tierra, y no en Veracruz.

La riograndeña Nahle no sería el primer personaje cercano a López Obrador que es tumbado de una postulación electoral en los tribunales pues en el 2021 a Félix Salgado Macedonio lo quitaron de la candidatura al gobierno de Guerrero.

Al también senador, igual que Nahle, lo vetaron en la Sala Superior del TEPJF y ni los berrinches y amenazas que hizo el tabasqueño lo salvaron de la decisión de los juzgadores. En ese espejo miran a la zacatecana Rocío Nahle.

*Envoyé depuis Paris, France.