CIUDAD DE MÉXICO: (Agencias).- La fecha de fundación de México-Tenochtitlan, la ciudad que habitaron los mexicas durante casi 200 años antes de la llegada de los españoles, es controversial, ya que no se conoce con exactitud, aunque investigadores apuntan que 1325 es el año más próximo al nacimiento de esta gran ciudad, cuyos habitantes fueron protagonistas de batallas y de conquistas de territorio por el centro y sur del país.
Si bien algunos consensos historiográficos indican que la fundación de la ciudad fue hace 700 años (13 de marzo de 1325), otras investigaciones apuntan que la fecha pudo ser en abril o en agosto, sin conocerse el día exacto.
El dato siempre ha sido tema de discusión, apuntan investigadores consultados por este diario, sin embargo, la polémica se disparó en 2021, cuando Andrés Manuel López Obrador era presidente y colocó los 700 años de la fundación de Tenochtitlan como una de las celebraciones de ese año.
De acuerdo con ese gobierno, en 1321 ocurrió la “fundación lunar” de Tenochtitlan, suceso que se empalmó con el quinto centenario de la caída de la ciudad, el Bicentenario de la Independencia de México y el centenario de la Secretaría de Educación Pública.
Durante 2021, una serie de celebraciones se llevó a cabo, incluyendo la colocación de una serie de maquetas en el Zócalo —a pesar del contexto pandémico — y una serie de ciclos y conferencias por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La conmemoración fue criticada por académicos e investigadores como Eduardo Matos Moctezuma, quien siempre señaló que cambiar la fecha de fundación de la ciudad era un acto de manipulación de la historia, pues no se contaba con suficientes elementos para afirmar que fue fundada en 1321.
Ya en diciembre de 2024, en el segundo piso de la 4T, la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, afirmó que durante este año se realizaría una serie de celebraciones para conmemorar los 700 años de fundación de la ciudad mexica, una clara señal de que lo hecho en 2021 fue un acto político que utilizó la fecha con fines propagandísticos.
El primer decreto de Clara Brugada para celebrar la fecha fue el anuncio del cambio del Escudo de Armas de la capital, que fue creado en la época de la Conquista española y que ha permanecido como símbolo de la ciudad desde hace cinco siglos. Sobre este escudo no se ha anunciado información o avances.
Otro tipo de acciones, como la colocación de una serie de mantas con la leyenda “700 años de la fundación de Tenochtitlan” lucen en paredes, puentes, avenidas y postes de diferentes puntos de la capital, incluso en zonas donde las luminarias o el mantenimiento lucen más que la propia manta.
“Creo que el poco festejo o divulgación de esta fecha se debe a al poco presupuesto para realizar más cosas alrededor de los 700 años. También es evidente que los historiadores actuales están pensando más en otras culturas que también son de interés para entender el pasado prehispánico, no sólo lo mexica forma parte de la academia”, apunta el historiador Pablo Escalante Gonzalbo, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
“Parece haber una contradicción entre las visiones históricas de las gestiones, mientras que en la gestión de López Obrador se propuso esta idea de la ‘fundación lunar’ para conmemorar la propia fundación de México Tenochtitlán y estipular el 2021 como año de la Resistencia indígena, por otro en esta nueva gestión de Claudia Sheiunbaum parece no importar y se queda la fecha tradicional de la fundación hacia 1325”, señala Omar Espinosa, arqueólogo de la ENAH y divulgador cultural.
Elena Mazzetto, historiadora y académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, coincide que 2021 fue polémico respecto a la fundación de la ciudad, y que en ese año se llevaron a cabo actividades para conmemorar los 700 años, sin embargo, son fechas mitológicas que no deben tomarse al pie de la letra.
“La fecha es mítica, enigmática, tenemos documentos y registros pictográficos de esos años, pero no debemos olvidar que para los antiguos era un tiempo cíclico o que ellos mismos trasladaban acontecimientos a fechas más importantes por cuestiones de mitos, por eso no debemos tomarlas al pie de la letra”.
De hecho, estudios históricos y arqueológicos documentan que Tenochtitlan va más allá de sus centros ceremoniales y grandes gobernantes, y que su territorio trasciende el recinto sagrado (hoy el Zócalo), en sus cuatro partes: Atzacualco, Teopan, Cuepopan y Moyotlan.
Al igual que en la actualidad, Tenochtitlan era una ciudad que se sostenía por el trabajo realizado a través de distintos oficios y actividades como el comercio, la agricultura y la caza, además de actividades artesanales especializadas.
La educación —distinta a la actual— era un entrenamiento para mantener la infraestructura de la ciudad y defenderla en caso de conflicto con los pueblos vecinos.