OSORIO CHONG
*Afirma que dirigente ha hecho bien su trabajo para destruir al partido; Moreno no se saldrá con la suya y le llegará la justicia, advierte
CIUDAD DE MÉXICO.-Con Alito como dirigente, el PRI va en picada, va cayendo, va a un precipicio del cual nadie va a poderlo sacar, sostiene el senador Miguel Ángel Osorio Chong.
A quien fuera secretario de Gobernación en el último sexenio priista no le sorprende que Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, lleve al PRI a la tumba, pues desde hace más de un año, cuando renunció al partido, advirtió que el dirigente priista, el “hamponcito”, pretendía eternizarse en el cargo para sacar provecho económico y político.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Osorio Chong señala que Moreno Cárdenas, a quien califica como “un miserable de la política sin escrúpulos”, ha hecho muy bien su trabajo de destruir al tricolor, pues durante su gestión ha perdido 10 gubernaturas, más de mil 400 presidencias municipales y más de cinco millones de militantes.
“Parece que es la profecía hecha realidad. Se los advertí, les dije que conocía al hamponcito, al vandalito que es Alejandro Moreno y que haría todo esto que ha venido cumpliendo al pie de la letra, faltar a su palabra, faltar a su responsabilidad, porque llevó al PRI al peor de los escenarios”, expresa.
Dice que el presidente del PRI no se saldrá con la suya, pues a pesar de que aparentemente las cosas le están saliendo como las planeó, “tarde o temprano le llegará la justicia” y tendrá que pagar por los delitos cometidos como gobernador de Campeche y dirigente partidista.
“En términos de justicia respecto al desvío de recursos, creo que llegará la justicia, creo que hay órganos del Estado mexicano que deben actuar, el propio gobierno del estado de Campeche, la Auditoría Superior y otros. Creo que al tiempo llegará la justicia. También en la revisión que se haga a los recursos de ese instituto político tendrá que llegar la justicia, y por supuesto el castigo a quien se apoderó de un partido a la mala y al paso del tiempo se quedará solo”.
¿Qué opina de la inminente reelección de Alejandro Moreno y sus ataques a exdirigentes del PRI?
—No tiene ningún recato, porque no tiene vergüenza y no tiene valores. Yo les advertí a los que ahora lo están señalando, el pillo con el que estaban haciendo acuerdos, algunos los tuvieron, y que no iba a tener ningún inconveniente en su momento de insultarlos, de correrlos, de atacarlos. Todo lo que dije hace un año está sucediendo.
Lo dije particularmente no sólo por el apoderamiento económico, sino el encubrimiento que requiere a través de un partido político para buscar que no sigan adelante investigaciones por la desviación de recursos que se le señala en Campeche y ahora en el partido.
¿Considera que pese a las voces que se han levantado en su contra, Moreno logrará acrecentar su poder en el partido?
—Le pueden estar saliendo aparentemente bien las cosas, yo te diría que no, y va a acabar de sepultar al partido. Entonces, va a ir quedando más y más pequeño hasta que lo desaparezca. Algo hay que reconocerle, hizo muy buen trabajo para desaparecer al PRI, hizo el mejor de los trabajos para ir derrota tras derrota, y aquellos que hoy hablan, que están felices porque los van a hacer coordinadores de la Cámara de Diputados o porque les entregó el partido en sus estados, en su momento van a tener el mismo futuro que están teniendo los que hoy se están enfrentando a Alito.
¿Se arrepiente de haber renunciado al PRI? ¿No era mejor quedarse para dar la batalla desde adentro?
—Es que no hay batalla que dar. Cuando uno va a una elección y puede ganar o perder, eso es dar la batalla y eso es ser demócrata, pero cuando tienen los órganos de poder y hacen cambios del Consejo Político, que ahora va a elegir al presidente, que también lo dije hace un año, que no iba a haber una elección democrática abierta. Redujo a 500 el número de integrantes del Consejo Político, que son puestos todos por él. No dudes una elección por aclamación, todos los que siguen creyendo, que son muy pocos, que creen que les van a dar candidaturas o que les ha dejado el partido o tienen hoy un encargo, entonces son los que lo van a elegir. Por eso va en picada, va cayendo, va a un precipicio del cual nadie va a poderlo sacar.
¿No cree que prospere la impugnación contra la reforma a los estatutos del PRI?
—Desde ayer vi que el Tribunal Electoral dijo que la reelección no podía ser inmediata, creo que no es una resolución satisfactoria. Lo que debe ser es que no haya reelección. Confío en que debe proceder por el bien de la democracia interna de los partidos políticos. Aquí el resolutivo debe ser: no a la reelección, no permitir la reelección de las dirigencias de los partidos. Si el tribunal dice ‘no puede ser inmediata la reelección, te puedes esperar tres o cuatro años y luego volverte a reelegir’, ese no es el camino, porque va a poner a un incondicional y luego va a regresar otra vez a la dirigencia. Ya se hizo su partido a su modo, pero en el pecado va a llevar la penitencia.
En agosto termina su periodo como senador. ¿Cuál será su futuro?
—Voy a seguir en la política. Voy a tratar de seguir sirviendo a este país y buscaré la trinchera en que es oportuno. Sí veo oportunidades y en unas semanas habré de comentarlo.