CULIACÁN, Sin. (Agencias).– Cinco días antes de ser asesinado, en uno de los frecuentes podcast que acostumbraba difundir, el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, acusó al gobernador de Morena, Rubén Rocha Moya, de haber recibido “carretadas” de dinero para su campaña después de recibir el apoyo del Partido Sinaloense (PAS), que encabezaba el propio Cuén, pero también de haberse quedado con parte de ese dinero, que Rocha y sus hijos habrían aprovechado para comprar inmuebles.
En esa elección de 2021 ambos trabajaron en equipo con los partidos Morena y PAS, fueron aliados. La elección quedó cubierta de violencia con el reporte de al menos 100 operadores del PRI privados de su libertad por grupos armados junto al secretario de Organización Política de ese partido, José Alberto Salas Beltrán. Todos fueron liberados al término de la elección.
En el podcast, Cuén Ojeda advierte que fue testigo de las “carretadas” de dinero.
“Cuando nosotros tomamos la decisión de apoyar a Morena y al maestro Rocha, el dinero sobró. Yo me daba cuenta de todo lo que les caía a ellos, dinerales. A tal grado que cuando termina la elección se quedaron con mucho dinero, y empezaron a comprar casas por todos lados”, acusó.
Este financiamiento, insinuó Cuén, pudo provenir del crimen organizado.
Sin embargo, en los días de campaña y de unión política con Rocha, no dijo nada. La revelación vino una vez que estuvieron enemistados políticamente.
La historia de la presunta traición hacia Ismael “El Mayo” Zambada y el homicidio de Melesio Cuén gira alrededor del mismo gobernador Rocha.
De “El Mayo”, al señalarlo en una carta en donde relata una reunión a la que fue convocado por sus socios del Cártel de Sinaloa e hijos de su compadre, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
De Cuén, por acusarlo semanas antes de su homicidio de que le fue retirada su escolta de la Guardia Nacional por una presunta orden del mismo Rubén Rocha, a quien señaló de responsable en caso de que algo le sucediera.
Luego de que la carta se hiciera pública, la Fiscalía General del Estado (FGE) hizo público el video en donde ocurre el atentado que presuntamente le arrebató la vida a Melesio Cuén en una estación de gasolina en la comunidad de la Presita, en la salida norte de Culiacán.
Lo siguiente fue anunciar que el caso sería atraído por la Fiscalía General de la República (FGR).
El jueves 25 de julio, la aeronave Lear 45 con matrícula XASKA partió a las 9:00 horas de Culiacán y aterrizó a las 11:15 en Los Ángeles, California.
En ella, el gobernador Rubén Rocha Moya iba acompañado de algunos de sus familiares.
De manera simultánea, de acuerdo con la carta difundida por su abogado, Ismael Zambada García se dirigía a Huertos del Pedregal, al norponiente de la capital del estado, presuntamente para atender una reunión entre políticos sinaloenses para mediar diferencias.
Uno de ellos, el gobernador Rocha y el otro, Héctor Melesio Cuén Ojeda, asesinado ese mismo día.
Esto ha sido negado por el gobernador Rocha. Ha explicado en diferentes momentos que no tenía conocimiento de dicha reunión, y que, además, se encontraba fuera del país.
El “timing” perfecto.
El oportuno despegue
De acuerdo con la versión ofrecida por el gobernador, la mañana del lunes 12 de agosto, la aeronave en la cual se trasladó a Los Ángeles les fue prestada por el empresario Jesús Vizcarra Calderón, dueño de la empresa Su Karne y de la red de laboratorios Salud Digna.
Vizcarra fue candidato del PRI a la gubernatura de Sinaloa en la elección de 2010, cuando contendió contra Mario López Valdez, Malova, del PAN.
En esa elección Vizcarra fue señalado de tener vínculos con “El Mayo” Zambada, y finalmente, el entonces candidato por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), perdió frente a Malova.
Luego de esa derrota bajó su perfil público.
Posteriormente, Vizcarra apareció en reuniones con el presidente López Obrador en Palacio Nacional.
El mandatario convocó ahí a empresarios “con dimensión social” para colaborar con la rifa del avión presidencial.
Años más tarde, testigos protegidos en Estados Unidos acusados de narcotráfico señalaron que el jefe policiaco de Malova, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, fue impuesto por el mismo “Mayo” en el cargo.
Respecto al vuelo del gobernador, según explicó en su conferencia semanal, acudió a visitar a un familiar porque estaba de vacaciones.
“Sali por razones que quería yo vacacionar, pero nunca, ni por aquí me pasaba que pudiera ocurrir un fenómeno como eso. Allá me enteré”, explicó.
Insistió en que el aeroplano se lo prestó el empresario, quien presuntamente tiene una relación de amistad con su hijo, Rubén. Vizcarra ha guardado silencio hasta ahora sobre el viaje.
Un préstamo entre empresarios vinculados directamente al gobierno del estado, en un día que quedó marcado en la política de México y de Sinaloa.
Las revelaciones
“Yo me enteré en la tarde noche porque estaba fuera de la ciudad, y lo digo claramente, estaba en Los Ángeles, me había ido ese día. Son elucubraciones falsas, completamente falsas”, respondió el gobernador Rocha a medios locales al ser cuestionado sobre la captura del Mayo Zambada y el homicidio de Melesio Cuén.
Las declaraciones fueron vertidas el jueves 8 de agosto, poco menos de una semana después de la revelación de la carta que lo vinculaban a él y a Cuén en una reunión con “Los Chapitos”.
En su podcast “Cuentas Claras” en su edición 87, publicado el 8 de julio en sus redes sociales, el exrector de la UAS responsabilizó al gobernador sobre su seguridad, debido a que le fue retirada su escolta de la Guardia Nacional.
Cuén señaló directamente a Enrique Inzunza, secretario general de Gobierno y senador electo por Morena en Sinaloa, de atender una supuesta orden del gobernador Rocha para que le fuera retirada la seguridad.
“Está bien, no hay problema, por eso con todo lo que está pasando pues hacemos nosotros responsables aquí a lo que es el gobierno del estado de Sinaloa en lo que nos pueda pasar, entonces esto es parte de lo que se da; sabemos que los medios de comunicación no reportan nada al respecto, ya lo hemos dicho de manera reiterada, que aquí una de las cosas que tiene el gobierno del estado es que criminaliza a la gente”, dijo.
Tampoco la familia de Cuén Ojeda ha opinado más allá del desplegado publicado condenando el asesinato.
Una versión del semanario Ríodoce señala que el jueves 25, Angélica Díaz Quiñónez, esposa de Melesio Cuén, perdió comunicación con él. Se habla de 12 horas en que no se supo de su paradero.
Esta versión coincide con fuentes del mismo Partido Sinaloense, que piden, como casi todo el mundo ahora, hablar bajo anonimato del tema.
El trono sin silla
A diferencia de su característica movilización en otros muchos asuntos, por el asesinato de Cuén Ojeda, la UAS no realizó protesta alguna.
Tampoco el PAS. Apenas unos desplegados en donde condenaron el asesinato. Nadie dijo más nada.
En redes sociales hacen circular el fragmento donde su líder asesinado acusa al gobernador Rocha, con quien emprendió un pleito político en 2022, y del que derivan además un acoso judicial y político para devolver a la UAS el voto universal, eliminado por el mismo Melesio Cuén durante su administración como rector.
Se podría suponer que el miedo es el motivo. Arnoldo Valle Leyva, uno de los más cercanos a Cuén y director de Comunicación Social de la UAS, sufrió un atentado en las mismas instalaciones de rectoría.
Al menos tres vehículos y una motocicleta lo persiguieron en las afueras del recinto universitario y, posteriormente, continuó al interior del estacionamiento en donde una de las cámaras logra captar a los hombres armados y a Valle Leyva huyendo.
El Congreso de Sinaloa hizo llegar una carta a las oficinas de la UAS en donde prácticamente ordenan a la institución realizar una consulta a la comunidad universitaria y a sus órganos de gobierno entre el 26 de agosto y el 6 de septiembre, “con el objeto de que este Congreso continúe con el proceso legislativo de las iniciativas de modificación y/o abrogación de la Ley Órganica de esa institución”.
Ese mismo día, ya entrada la noche, culminó la audiencia inicial en donde vincularon a proceso a Héctor Melesio Cuén Díaz, hijo del exrector y fundador del PAS.
Los cargos en su contra son negociaciones ilícitas por el pago de facturas emitidas entre 2021 y 2022 durante su administración como director de Bienes y Suministros de la UAS.
Junto a Cuén Díaz han sido vinculados a proceso también el rector separado del cargo, Jesús Madueña Molina, y el encargado del despacho, Robespierre Lizárraga Otero, todos militantes del PAS.