En medio de la devastación causada por el huracán Otis, se reportaron casos de personas que ingresaron a establecimientos comerciales en Acapulco, Guerrero, y se apropiaron de mercancía que no era de primera necesidad, como alimentos o medicinas. Estas personas entraron en las tiendas afectadas por la fuerza del huracán para llevarse productos que yacían en el suelo o en estanterías derribadas por la tormenta. Las redes sociales se llenaron de imágenes que mostraban la avenida principal de la ciudad sumida en el agua, con árboles caídos y mobiliario urbano destrozado, así como centros comerciales gravemente dañados. Incluso se observaron daños significativos en grandes hoteles, incluyendo las habitaciones, como se evidenciaba en las fotos y videos compartidos en línea.