PARAÍSO, Tab.- La playa del Sol, ubicada en la ranchería Las Flores segunda, en el municipio de Paraíso, Tabasco, fue cerrada al público debido a la presencia de chapopote en su costa, lo que ha generado preocupación entre la comunidad y las autoridades locales.
El Ayuntamiento de Paraíso informó que tanto el gobierno municipal como Petróleos Mexicanos (Pemex) se encargarán de las labores de limpieza para sanear la zona afectada, ubicada a tan solo 10 kilómetros de la refinería de Dos Bocas.
En un comunicado oficial, la Coordinación de Protección Civil y la Dirección de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable del municipio anunciaron la restricción de acceso a la playa, subrayando que la medida se debe a la cantidad de residuos de hidrocarburo que han recalado en la costa.
El Ayuntamiento compartió imágenes que muestran grandes manchas de chapopote esparcidas a lo largo de la playa, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre el impacto ambiental de la refinería Olmeca.
Pemex ha acordado desplegar cuadrillas de trabajadores y equipo especializado para llevar a cabo la limpieza del área afectada, en un esfuerzo por mitigar los daños ambientales.
Sin embargo, la comunidad local ha expresado su indignación, señalando que no es la primera vez que ocurren incidentes de este tipo relacionados con la refinería.
El pasado 3 de agosto, en vísperas de la puesta en marcha oficial de la refinería Olmeca durante un evento al que asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador, un grupo de pescadores de las comunidades de Chiltepec, Paraíso y la laguna Mecoacán en Jalpa de Méndez protestaron para exigir que se atiendan los problemas de contaminación en el Río Seco.
Según los manifestantes, la contaminación, atribuida a las operaciones de la refinería, ha causado la turbiedad del agua, en algunas zonas teñidas de rojo, así como la mortandad de peces, lo que ha afectado sus actividades productivas e ingresos.
La refinería Dos Bocas, un proyecto emblemático del gobierno de López Obrador, ha estado rodeada de controversias desde su inicio, no solo por los problemas ambientales que ahora enfrentan las comunidades aledañas, sino también por los retrasos y el aumento de costos en su construcción.
El gobierno federal recientemente admitió que la obra ha costado 16 mil 816 millones de dólares, más del doble de lo originalmente estimado.
A pesar de que Dos Bocas ya está en operación, procesando 170 mil barriles de petróleo crudo diarios –lo que representa el 50 por ciento de su capacidad–, la refinería aún enfrenta críticas por su impacto ambiental y la falta de cumplimiento en los plazos para alcanzar su producción plena.
A medida que se desarrollan los esfuerzos de limpieza en Playa del Sol, la situación en Tabasco sigue siendo un recordatorio de los complejos desafíos que enfrenta la región en la intersección del desarrollo industrial y la sostenibilidad ambiental.