* El ex presidente de la CNBV fue detenido el viernes 23 último en España por intento de extorsión de 250 millones de pesos a la televisora.
*La Interpol lo detuvo en el aeropuerto de Madrid procedente de EU, donde también ha sido investigado por operaciones financieras sospechosas
CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).– Eduardo Fernández García, uno de los responsables del costoso rescate bancario (Fobaproa) que se sigue pagando con recursos públicos, acusado de ejercicio indebido de funciones en el caso de Los Amigos de Fox, e investigado en México y Estados Unidos por transferencias de recursos, fue detenido el viernes 23 de febrero último en Madrid, a petición de la justicia mexicana que lo investiga por tentativa de extorsión a Televisa.
Mediante la empresa financiera Diversity, que creó en Nueva York después de sus escándalos en México, Fernández García, expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) dio servicios financieros, de 2009 a 2012, a algunos ejecutivos de la televisora, particularmente a Emilio F. Azcárraga, presidente de Grupo Televisa, y a Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez, sus copresidentes.
De acuerdo con la denuncia presentada por la televisora, ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, a la que Proceso tuvo acceso, Fernández pretendió que los directivos de Televisa regresaran a ser sus clientes, pero una vez que tuvo que disolver Diversity, por la supervisión a la que fue sometida en México y Estados Unidos, buscó otro tipo de apoyos. Al no encontrarlos, luego de años, según consta en la carpeta judicial D/ 00466/04-2023, envió un escrito a la televisora pidiendo el pago de 250 millones de pesos.
En su intento Fernández estableció, incluso, la manera en que debían darle el dinero. Pidió que fuera entregado en un vehículo de carga, sin logos, en la cochera de un edificio ubicado en Ejército Nacional número 86, de su propiedad, en la Ciudad de México.
La autoría de la carta y los anexos, según se desprende en la investigación, fueron acreditados al propio Fernández.
Se valió de su secretaria particular, con iniciales PG, para hacer la extorsión, según las periciales hechas por la fiscalía capitalina al revisar las cámaras de vigilancia de la empresa y del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México.
También se la identificó por la geolocalización de llamadas entre ella y Fernández al momento de los hechos, la cual fue hecha bajo autorización de jueces federales especializados en intervenciones telefónicas.
A partir de esas pruebas, desde el año pasado se emitieron órdenes de aprehensión contra Fernández y otras personas, presuntos copartícipes en los hechos.
De acuerdo con el expediente, Eduardo Fernández amenazó con denunciar ante las autoridades de México y de Estados Unidos un mal uso y adquisición, por parte de los directivos de la empresa, de un avión de Gulfstream Aerospace y un yate, ambos adquiridos entre 2009 y 2011.
Fernández envió documentos para extorsionar y amenazó con usar a varios medios de comunicación y conductores radiofónicos para lograr su propósito.
Proceso (edición 1857) dio a conocer en 2012 la adquisición del yate TV por parte de Emilio Azcárraga, por casi 180 millones de dólares.
En las investigaciones realizadas por la Unidad de Delitos Fiscales y Financieros, de la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía General de la República), sobre la relación de Televisa con Diversity, el propio Eduardo Fernández testificó el 11 de octubre de 2016 y deslindó de responsabilidades a los ejecutivos de la televisora.
En su declaración ante el Ministerio Público federal, conocida por este medio, Fernández aseguró que se desempeñó como “un broker dealer (agente financiero) en cuentas personales” y para el manejo de recursos, “incluida la compra de bienes”, como coches y embarcaciones, pero de manera reiterada negó que los directivos de Televisa hubieran cometido irregularidades.
Pero en su extorsión, amenazó con cambiar esas declaraciones.