* Se disolvió tras tocar tierra dos veces en el sur de México, primero como huracán y luego como tormenta tropical. Dejó a su paso al menos ocho muertos e inundaciones en parte de la costa del Pacífico sur mexicano
CIUDAD DE MÉXICO.- El errático ciclón John se disolvió el viernes tras tocar tierra dos veces en el sur de México, primero como huracán y luego como tormenta tropical.

Dejó a su paso al menos ocho muertos e inundaciones en parte de la costa del Pacífico sur mexicano, que el viernes seguía afectada por las fuertes lluvias de sus remanentes.

John tocó tierra el viernes cerca de Tizupan, en el estado de Michoacán, con vientos sostenidos de 75 km/h, tras haber impactado el lunes como huracán de categoría 3, más al este de la costa.

Horas más tarde se disipó sobre las montañas costeras pero, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, se preveía que sus remanentes continuaran dejando fuertes lluvias en la zona.

Aunque en su primer embate sus vientos arrancaron tejados de lámina y derribaron postes y árboles, su principal problema llegó después por las lluvias.

Según las autoridades de Guerrero, llovió en cuatro días lo que suele llover en un año y en una de las principales ciudades del estado, el puerto de Acapulco, el ayuntamiento tuvo que hacer un llamamiento urgente para que los vecinos con lanchas o motos acuáticas ayudaran al rescate de los habitantes.

Acapulco empezaba a recuperarse del impacto que sufrió hace un año por el huracán Otis —que, con su fuerza categoría 5, destruyó gran parte de este turístico destino— cuando la mitad de sus barrios quedaron inundados, en algunas partes hasta con metro y medio de agua.

La falta de material para rescatar a los vecinos que se quedaron aislados provocó insistentes llamamientos del ayuntamiento "a todo aquel ciudadano que sea propietario de una lancha o moto acuática a colaborar en operaciones de rescate".

Según la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, prestadoras de servicios turísticos del puerto ya comenzaron a evacuar personas en todo tipo de pequeñas embarcaciones o en las motos de agua.

Las autoridades confirmaron que un menor fue arrastrado por las aguas en Acapulco y que otras cuatro personas murieron en otras partes del estado costero de Guerrero.

Mientras que el gobierno del vecino estado de Oaxaca informó de tres muertes debidas a los efectos del paso de tormenta.

Los rescates comenzaron desde la madrugada del viernes liderados por elementos del ejército y la marina, junto con los voluntarios, pero las autoridades no han informado hasta el momento del número de personas rescatadas o aisladas.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que más 1.200 personas estaban en albergues.

Protección Civil, que está transmitiendo información periódica a través de su cuenta oficial de Facebook, indicó que las comunicaciones con la zona poniente del municipio seguían cortadas porque no había electricidad.

Este departamento pidió a la gente que no se confíe porque en los últimos cuatro días había caído en la zona la lluvia que normalmente hay en todo un año y seguía lloviendo.

Además, el viernes se multiplicaron los deslaves y el derrumbe de muros de contención en viviendas por lo que las autoridades pidieron a los afectados acudir a alguno de los albergues habilitados.

Videos publicados en redes sociales mostraban coches flotando en el agua, partes de viviendas que se derrumbaban al desgajarse terrenos y personas rescatadas de las aguas embravecidas utilizando cuerdas salvavidas.

Según explicó Alejandro Martínez Sidney, líder empresarial en Acapulco, a Milenio Televisión, la gente comenzaba a desesperarse, los restaurantes y locales estaban cerrados y gran parte de las calles de la ciudad colapsadas, por lo que vaticinó nuevas pérdidas millonarias en un puerto que vive del turismo.

"No salgan de sus casas todavía, tendremos mucha lluvia en las próximas horas", advirtió Amín Vázquez, vocero del ayuntamiento de Acapulco.

El aeropuerto internacional de este turístico destino se mantenía cerrado el viernes y la principal autopista que conecta con Ciudad de México tenía cortes intermitentes por deslaves.

Los remanentes de John seguían afectado el estado de Michoacán y se movían hacia el vecino estado de Colima y el sur de Jalisco.