*José Antonio Romero Tellaeche admitió que la institución tuvo deudas además por el pago de predial por 22 millones y que le debía a profesores 21 millones de pesos.
CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).- El director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Romero Tellaeche, reconoció que la institución llegó a una situación financiera que no le dio ni para pagar el comedor, el gas y la renta de computadoras; además de que tiene una “posible” deuda con el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de “más de 250 millones de pesos”; entre otros pendientes.
No obstante, sin reconocer las irregularidades con las que fue designado al frente de la institución a finales del 2021 ni los cambios que hizo fuera de sus estatutos, en su más reciente informe de actividades responsabilizó, en parte, de la situación del Centro a “la comunidad académica con inclinaciones neoliberales”.
Romero Tellaeche inició el documento con la justificación de que en el CIDE había una “evidente antipatía de la mayoría de profesores, articulistas y personas relacionadas” con la institución.
El funcionario ocupó cuatro de las 13 cuartillas del informe para emitir su versión de la forma en que llegó a la dirección del CIDE, con una interpretación de la toma de las instalaciones a finales del 2021 distinta a la registrada por diversos medios de comunicación, incluido Proceso, así como las acusaciones en su contra por presunto “plagio”.
Hasta la página 5, el funcionario declarado seguidor de la Cuarta Transformación se ocupó de la situación financiera del CIDE:
“En 2021, se encontraba en una situación financiera y administrativa alarmante… al borde del colapso”.
Dijo que en ese año había una deuda por “proyectos y estímulos” a profesores por aproximadamente 21.11 millones de pesos, además de que no había una estructura financiera para pagarles compensaciones por participar en proyectos y programas que antes se liquidaban con el fideicomiso extinto.
Como dato, declaró que, al cierre del ejercicio de 2020 había en cartera unos 200 proyectos en ejecución, mientras que, al cierre de 2023, eran sólo siete.
Romero Tellaeche agregó que había “falta de presupuesto para necesidades básicas”.
Y detalló:
“La falta de recursos autogenerados impedía hacer los pagos mínimos necesarios. A finales de 2023, la situación se agravó al punto de quedarnos sin presupuesto para el comedor, el gas y el arrendamiento de equipo de cómputo, afectando gravemente el bienestar de estudiantes y personal”.
Por si fuera poco, al CIDE le faltaba una página web y tenía “condiciones deplorables de infraestructura: La cocina, los baños y la infraestructura de cómputo se encontraban en condiciones deplorables. Estas condiciones inaceptables no solo afectaban la calidad de vida en el campus, sino también el rendimiento académico y la moral del personal y los estudiantes”.
Deudas acumuladas: predial, SAT…
En el documento que presentó a la planta laboral y académica a mediados de agosto, el director del CIDE informó que la institución tenía una deuda acumulada por impuesto de predial de 22 millones de pesos a la Tesorería de la Ciudad de México, debido a litigios que databan de 2008 y que se perdieron en 2017.
Sobre esa deuda, dijo:
“Tan solo de 2016 el adeudo con multas, actualizaciones y recargos ascendía a más de 22 millones y medio de pesos, cantidad que mi administración durante 2023 gestionó su pago”.
Respecto a la deuda con el SAT por más de 250 millones de pesos, explicó que se deriva de que en el año 2012 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) “la pérdida del estatus de donataria autorizada del CIDE sin que las autoridades realizaran las gestiones necesarias para recuperar la figura”.
A finales del 2020, agregó, se publicó una reforma a diversas disposiciones fiscales que materializaron el cambio de la figura del CIDE de Persona Moral con fines No Lucrativos (por ser una entidad paraestatal) al Régimen General de Ley de Personas Morales ante el SAT.
Ello “originó que el CIDE fuera sujeto de pago de impuestos, especialmente a los recursos radicados en tesorería y que devienen del extinto Fideicomiso de Ciencia y Tecnología del CIDE. Por lo cual, si se aplica de forma retroactiva dicha lógica de pago tributario (a solicitud del SAT) a los recursos que pertenecían a los fideicomisos, el adeudo podría crecer a más de 250 millones de pesos”.
Por si fuera poco, el funcionario advirtió de la “subutilización” de la sede del CIDE en Aguascalientes, y dijo que “por los medios que ya no nos pertenecía”.
“Tensiones” con Álvarez-Buylla
Romero Tellaeche informó que a finales del 2023 envió un oficio a la directora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), María Elena Álvarez-Buylla, “para explicarle la gravedad de nuestra situación financiera y nuestra firme oposición a perder la sede Aguascalientes”.
Según su dicho, “en el documento resalté que la prohibición de pago a profesores internos por sus proyectos hacía inviable financieramente a la institución, y que la expropiación de nuestra segunda sede alimentaba la narrativa de que el gobierno federal pretendía desaparecer el CIDE. Estos hechos generaron tensiones entre la dirección del Conachyt y yo”.
Cabe recordar que Álvarez-Buylla promovió y defendió su designación como director general, pese a las irregularidades comprobadas y las protestas de la comunidad académica y estudiantil.
No obstante, Romero Tellaeche añadió que, tras “aclarar los puntos de desacuerdo, se me autorizó a pagar a los profesores por su participación en proyectos, logramos conservar la sede Aguascalientes y comenzamos a lograr avances significativos en la institución”.
De esos avances, destacó varios puntos:
Se saldaron las deudas con académicos por proyectos y estímulos, y para 2024 “estos pagos se realizan de manera regular y trimestral”.
Se aprobaron lineamientos tanto para los estímulos como para el desarrollo de proyectos con recursos de terceros, los cuales serán revisados y mejorados para asegurar su eficiencia.
Se implementó una estrategia financiera que permitió realizar adecuaciones presupuestarias, las cuales “han contribuido a la operatividad del centro”.
En 2023 se pagaron 22 millones de pesos por la deuda del predial de 2016. Para 2024 “se están gestionando los pagos de los adeudos de 2017 y los tres primeros bimestres de 2018, con un requerimiento proyectado de aproximadamente 30 millones de pesos”.
Se reestructuró la estrategia “con el apoyo de un despacho especializado” para que el CIDE recupere su condición de Persona Moral con fines No Lucrativos ante el SAT.
El director del CIDE informó también de lo que él llamó “avances académicos” y dio su versión sobre la renuncia de académicos en el 2022:
“Diferencias políticas, descontento con las percepciones salariales, jubilaciones, entre otros factores”.
De paso, destacó la firma de un convenio del CIDE con la Universidad de las Naciones Unidas-Centro de Estudios Comparados de Integración Regional (UNU-CRIS), estableciendo una nueva sede en el campus Santa Fe, “la primera en América Latina orientada a las Ciencias Sociales”; además de que se estableció una “nueva página web”.
El pasado 24 de mayo, Romero Tellaeche fue uno de los más de 900 académicos que firmaron un desplegado de apoyo para la entonces candidata presidencial de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum Pardo, y acudieron a la Estación Indianilla para aplaudirle.