TRAS DICHOS DE AMLO
Con esta medida, el gobierno de Noboa no cesa la relación diplomática con México, pero ordena la expulsión de Serur y exige a México el respeto del “principio fundamental de no intervención en los asuntos internos de otros Estados”.
CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).- En respuesta a las declaraciones vertidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de ayer, en la cual se refirió al asesinato del excandidato presidencial de Ecuador, Fernando Villavicencio, el gobierno ecuatoriano de Daniel Noboa declaró “persona non grata” a la embajadora mexicana en Quito, Raquel Serur Smeke.
Con esta medida, el gobierno de Noboa no cesa la relación diplomática con México, pero ordena la expulsión de Serur y exige a México el respeto del “principio fundamental de no intervención en los asuntos internos de otros Estados”.
El ambiente en la relación bilateral entre los gobiernos Noboa y López Obrador ya estaba deteriorado por la acogida de Jorge Glas Espinen en la Embajada de México en Quito: el político, vicepresidente de Ecuador durante la presidencia de Rafael Correa, pidió asilo a México, pues aseveró que el gobierno de Noboa lo persigue por motivos políticos; el gobierno ecuatoriano, por su parte, exige al gobierno mexicano que le entregue a Blas, para enjuiciarlo en un presunto caso de corrupción.
A principios de marzo, la canciller Alicia Bárcena Ibarra rechazó la petición del gobierno de Noboa para autorizar la entrada de policías en la embajada para detener a Glas, pues aseveró que esto violaría la inmunidad diplomática del recinto.
Este 3 de abril, López Obrador aseveró, en su conferencia de prensa, que la candidata de las “fuerzas progresistas” –es decir, Luisa González, integrante del grupo del expresidente Rafael Correa– encabezaba en las encuestas, hasta que “un candidato que habla mal de la candidata que va arriba de repente es asesinado, y la candidata que va arriba se cae, y el candidato que va en segundo sube”.
Lamentable la declaración del presidente de México sobre el magnicidio de mi esposo Fernando Villavicencio, las fuerzas progresistas que tanto defiende están vinculadas al crimen organizado y narcotráfico, son sospechosos oficialmente de participar como autores intelectuales del… https://t.co/V4kCJ7OBkd
— VerónicaSarauz (@VeroSarauzP) April 4, 2024
El mandatario aseveró que González terminó como “sospechosa” del asesinato y continuó su campaña en circunstancias “muy difíciles”. Aunque no se refirió directamente a Noboa, López Obrador deploró que “no ganó la candidata y lo más lamentable es que continúa la violencia”.
El mandatario dio su lectura sobre el asesinato de Villavicencio, periodista que documentó esquemas de corrupción en el correísmo y se presentó como candidato presidencial.
El hombre fue asesinado en pleno proceso electoral, lo que conmocionó el país sudamericano.
Con su digresión, López Obrador buscaba hacer un paralelo con la “guerra sucia” que, según él, la oposición emprende en contra de Morena; sin embargo, esta digresión provocó la indignación del gobierno de Noboa, cuya Cancillería calificó las declaraciones del mandatario mexicano de “muy desafortunadas”.
El ambiente en la relación bilateral entre los gobiernos Noboa y López Obrador ya estaba deteriorado por la acogida de Jorge Glas Espinen en la Embajada de México en Quito: el político, vicepresidente de Ecuador durante la presidencia de Rafael Correa, pidió asilo a México, pues aseveró que el gobierno de Noboa lo persigue por motivos políticos; el gobierno ecuatoriano, por su parte, exige al gobierno mexicano que le entregue a Blas, para enjuiciarlo en un presunto caso de corrupción.
A principios de marzo, la canciller Alicia Bárcena Ibarra rechazó la petición del gobierno de Noboa para autorizar la entrada de policías en la embajada para detener a Glas, pues aseveró que esto violaría la inmunidad diplomática del recinto.
Este 3 de abril, López Obrador aseveró, en su conferencia de prensa, que la candidata de las “fuerzas progresistas” –es decir, Luisa González, integrante del grupo del expresidente Rafael Correa– encabezaba en las encuestas, hasta que “un candidato que habla mal de la candidata que va arriba de repente es asesinado, y la candidata que va arriba se cae, y el candidato que va en segundo sube”.
El mandatario aseveró que González terminó como “sospechosa” del asesinato y continuó su campaña en circunstancias “muy difíciles”.
Aunque no se refirió directamente a Noboa, López Obrador deploró que “no ganó la candidata y lo más lamentable es que continúa la violencia”.
El mandatario dio su lectura sobre el asesinato de Villavicencio, periodista que documentó esquemas de corrupción en el correísmo y se presentó como candidato presidencial.
El hombre fue asesinado en pleno proceso electoral, lo que conmocionó el país sudamericano.
Con su digresión, López Obrador buscaba hacer un paralelo con la “guerra sucia” que, según él, la oposición emprende en contra de Morena; sin embargo, esta digresión provocó la indignación del gobierno de Noboa, cuya Cancillería calificó las declaraciones del mandatario mexicano de “muy desafortunadas”.